Luna llena

664 34 22
                                    

Protaginista: Leon.

_________________________

No podías saber que dolía más; si tu zona íntima, la cual había sido lastimada varios días seguidos gracias a los descuidados de tus clientes o tu corazón, el cual poco a poco pedía a gritos dejar de latir.

Tener que vender tu cuerpo para poder subsistir era algo que jamás te imaginaste que pasaría. Tener que abandonar tus sueños para ser la mina de oro de unos desgraciados que solo sacaban provecho de ti te daba demasiado asco. Aspirabas a muchas cosas, y ahora tus esperanzas se reducían a esperar que no te maltrataran demasiado mientras trabajabas.

Pero te sentías estúpida, sabías que esa pesadilla no acabaría.

— Quita esa maldita cara de culo, solo asustaras a los clientes.

Te giraste hacía tu amiga. Observaste el maquillaje tan deslumbrante que portaba esa noche. Su vestido tan revelador se ajustaba a cada una de sus curvas, haciéndola lucir aún más extravagante. Tu vestimenta no era muy diferente, y te sentías expuesta.

— Hace frío, y este puto vestido no ayuda en nada— dijiste abrazándote a ti misma para tratar de conseguir algo de calor.

— Pues debes aguantar, por que la que no enseña, no vende.

Rodaste los ojos en una señal de desacuerdo, más sabías que tenía razón. Todos y cada uno de los hombres que te habían contratado tanto a ti como a tus compañeras, no eran más que unos malditos cerdos enfermos que las veían como un trozo de carne fresca, y más con la vestimenta que portaban. Odiabas sentirte así, como un objeto, un juguete que era usado por cualquiera que tuviese dinero; pero era la única forma de asegurarse de tener algo para comer al día siguiente.

El primer cliente de la noche llegó, estacionado su automóvil a lado de la acera donde se encontraban las demás chicas y tú. Tu amiga se acercó a aquel automóvil, inclinándose un poco para poder estar a la altura de aquel hombre. Charlo solo unos minutos con el conductor para después rodear el auto y entrar a este mismo con una gran sonrisa. El sujeto arrancó ansioso, llevándose a Lily con él. Solo podía rezar para que ella estuviera a salvo y regresara sana y salva.

— También te preocupa demasiado ¿no es así?— Un chico que trabajaba contigo se acercó, quitando su chaqueta para ponerla sobre tus hombros, haciendo soportable el frío. Analizaste su vestimenta, viéndolo usar un crop top de lentejuelas azules, una mini falda negra, medias de red y unos tacones sin mucha altura. Sabias que odiaba vestirse así, lo habías escuchado quejarse de eso, diciendo que aunque no por que fuera gay debía gustarle la ropa femenina.

— Hay mucha gente mala, y me da miedo que podamos toparnos con algún enfermo que no dude en matarnos o hacernos algo peor. Odio todo esto, únicamente pido que algún día podamos ser libres.

El hermoso chico te miró con sus hermosos ojos brillantes decorados con algo de maquillaje. Te regalo una sonrisa, y a pesar de tener un labial rojo intenso en sus esponjosos labios, te pareció la sonrisa más tierna y cálida que te habían regalado en mucho tiempo.

— Yo sé que así será. Encontrare la manera de poder salir y ayudarlas.

Le regresaste la sonrisa. No habías cruzado muchas palabras con ese joven que acababa de llegar, pero se podía notar desde lejos su inocencia y alma pura. Aunque sabías que poco a poco iban destruyendo esa bonita aura que lo rodeaba. Escuchaste que lo habían llevado ahí a base de engaños al igual que a ti, aunque él siempre trataba de ser positivo con todo mundo.

Lo estaban destruyendo, como hicieron con todos en ese lugar.

Gracias por la chaqueta.

One Shots (Resident Evil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora