Notas de autor: Pero para antojar si son buenas.
P.O.V: Sugiura Ayano.
¿Alguna vez han pensado que todo lo que anhelan puede destruirse solo porque una amiga o amigo no esta para ayudarte a cumplirlo? Pues eso que acabo de decir me esta pasando a mi Sugiura Ayano de 19 años y universitaria de segundo curso.No diré el nombre del lugar donde estudio porque no me están pagando por publicidad adelantada, solo diré que es un lugar donde solo estudiantes selectas pueden asistir con profesionales de cualquier materia. Un harvard japones si puedo ponerlo de esa manera...
-Gracias a dios al menos podre salir de este lugar para visitarlas.
Fue sorprendente y triste el día que las aprobaciones llegaron donde se vio que solo yo pude ingresar rosando el mínimo requerido para estar ahí, estaban llorando de alegría al ver que al menos una de nosotras logro lo que otras querían. Aunque 1 año después me hubiera gustado reprobar para quedarme junto a ellas en vez de estar encerrada 6 horas al día en un salón de clases.
Tenia que empacar lo necesario para 1 semana fuera de la institución mas cara del país, tomar un tren de 2 horas hasta otra estación que me llevaría a la ciudad donde curse la secundaria de joven. Estaba emocionada de ver después de tanto tiempo a Toshino Kyoko, ella me prometió que saldría conmigo si la volvía a ver.
Quería ver su cara de emoción al saber que volví después de tanto tiempo separadas. Aunque encontré algo totalmente distinto...
Fue realmente una mala idea asomarme por la ventana de su hogar. Ella me estaba engañando con una chica que nunca vi en mi vida, cabello marrón y ojos azules...Me estaba arrepintiendo de venir.
-¡¿Ayano?!
Parece que se dio cuenta que la estaba observando desde su ventana cerrada. No servia de nada que tratara de explicar la situación obvia donde la que llamaba su amiga se vestía rápidamente también tratando de decirme que no era lo que creía. Yo no era una tonta.
-Es mi culpa por no tener tiempo para ti, no te culpes por lo que paso entre ustedes dos. No dejaremos de ser amigas por eso, seria una estupidez. - Solo quería irme.
-Y-yo no quise hacerlo...
-Pero lo hiciste, así que es muy tarde para arrepentimientos y disculpas. Cuando termines de hablar con tu amiga llámame, iremos todas a un café que debería seguir abierto.
Escucharla llorar mientras pedía disculpas no causaba muchas reacciones en mi, caminaba tranquilamente con una sonrisa de felicidad. Y se preguntaran. ¿Porque sonreía si Toshino Kyoko me engañaba cuando yo estudiaba fuera de la ciudad?
Pues porque yo también la engañaba a ella...
. . . .
Toque la puerta de la chica con que engañaba a Toshino Kyoko sin que ella se diera cuenta.
-¿Ayano? ¿Cuando llegaste?
-Hace 30 minutos, veamos como sigue el departamento donde paso la primera vez.
-Pense que vendrías con Kyoko. ¿Donde esta ella?
-No es necesario que lo sepas...
Cerré la puerta con seguro y la empuje al sofá para quitarle ese vestido que tanto me gustaba arrancarle. Yui Funami se volvió irresistible hacia mis ojos desde aquel día donde todo ocurrió por mero accidente.
Mientras la hacia mía recordaba como paso todo la primera vez...
Al cumplir 17 vine al departamento de Funami-san como la llamaba en ese entonces por respeto para que me ayudara en algo critico, yo no había dado mi primer beso legitimo y no me atrevía a pedírselo a nadie mas que ella. Se negaba de todas las formas que podía escuchar de su boca pero no me iría hasta que me ayudara.