EL INICIO DE TODO
21 DE ENERO DE 1999
-¿Y entonces que dices Jerry?
-Vamos a jugar esta noche
-No, eso es para los lunes en las mañanas, estamos a sábado, quiero salir y olvidarme de todo
-No es raro de ti
-¡Tylor, hijo ven, necesito un favor tuyo!
-¡Voy!
Le digo a Jerry que me espere en la habitación mientras yo bajo a concederle el favor a mi mamá.
Al bajar, elevo mis cejas al ver a la tía Carline, ella me sonríe y yo solo elevo mi cabeza en un saludo.
-Saluda bien a la tía Carline
Coloco mis ojos en blanco y me dirijo a ella, descargo un beso en un mejilla haciendo que su perfume se incruste en mis fosas nasales.
Oh por todos los infiernos.
Me le quedo viendo por unos segundos hasta que mamá carraspea
-¿Qué necesitabas?
-¿Como era que se llamaba aquel auto de compró tu padre hace dos años?
-¿El que yo estrellé por accidente?-cuestiono burlón
Y ella asiente después de darme un pellizco
-Creo que era un...-hago una mueca-No lo recuerdo a decir verdad
-Ough que lastima
-¿Por qué?
-Te íbamos a pedir uno
Suelto una risa bastante burlona y niego
-Ambas saben que prefiero las motocicletas
Y desaparezco de sus vistas no antes sin haber escuchado un "te lo dije" de la tía Carline.
Al entrar veo a Jerry fumando un cigarrillo mientras tiene sus pies elevados
-¿Para qué era?
Le comento que me llamaban para cuestionarme algo del auto que estrellé hace un par de meses atrás.
-Bien, siempre no dijimos qué íbamos hacer
-Ya te dije, iremos a una fiesta
-Pero somos menores
-¿Y? No digas nada, estás fumando esa mierda siempre
-Siempre que vengo a tu casa
-Por eso, siempre, además ya me dejan conducir
-Tus padres, la ley no
-Ay ya ¿Desde cuando Jerry Larry es tan correcto?
Sonríe y luego eleva sus hombros, termina por aceptar que iremos y se tiende en la cama mientras cierra sus ojos.
-¿Has sabido algo de Thomas?
-No, no he sabido nada, siempre pregunto y me hacen a un lado con sus cosas
-Eso es realmente extraño
Elevo mis hombros y le digo que eso ya no tiene importancia. Él asiente sin más y responde unos mensajes que le han enviado a su teléfono.
Jerry viene siendo mi amigo hace cinco años, nos hemos vuelto muy unidos, somos vecinos y sus padres son socios de los míos. Ha sido un gran apoyo para mi, cuando tengo recaídas es a quien llamo enseguida, aunque no he querido que mis padres se enteren porque amenazaron con mandarme a Oxsford.