La traición de dos caras

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Esta es la contra-parte de mi AU
donde Bellatrix adopta a Neville y a Harry como sus hijos.
Advertencia: Dark Harry-Neville.

Final abierto.

Pd: Imaginen a Neville
de cabello oscuro.

Disfruten. :D 
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—Por favor, Nev. 

—Harry, mamá dijo que no tardáramos demasiado... No, Merlín, no me pongas esos ojos... Bien, solo uno más.

El mayor de los «mellizos» suspiró ante la sonrisa de su hermano menor, negando con la cabeza mientras dirigía una pequeña sonrisa y lo acompañaba por los desolados pasillos del edificio. Honestamente, su madre estaba acostumbrada a mimarlo demasiado... bien, quizá él también era culpable de eso, lo admitía. 

Pero, era difícil no hacerlo, además, era igual de divertido para él. 

¿Quién se resiste a una sinfonía de gritos de terror, después de todo?


—Cygnus Le... Lestrange... 

La tranquila sonrisa que le dio el niño a la profesora de Transfiguraciones no fue suficiente para calmar del todo a la mujer, que aún permanecía ligeramente pálida ante el apellido que acababa de leer. 

Ella no perdió rastro alguno del niño que, sentado ahora en el taburete, podía ver y parecía ser un muñeco. Su piel pálida y cabello negro lo delataban como miembro de la familia que le dio apellido, y sus ojos de un color demasiado similar, por no decir al de la plata líquida, solo confirmaban aún más sus sospechas. 

Aquel chico no podía sino ser otro que el hijo de Rodolphus y Bellatrix Lestrange.

Apenas reaccionó cuando, luego de unos minutos de total silencio, el sombrero seleccionador gritó:

¡Slytherin!

La mesa de las serpientes aplaudió, pero sorpresivamente, el niño no caminó hacia la mesa, sino que se quedó hacia un costado, mirando atentamente la fila. 

McGonagall frunció el ceño, esperando que el chiquillo se moviera, pero solo se quedó ahí, hasta que él se giró a verla, e hizo un gesto hacia la lista que sostenía en manos. Ella la leyó, y entendió lo que ocurría. Suspirando, leyó:

—Harrison Lestrange...

Otro niño salió de la fila de estudiantes. No miró directamente a la profesora, sino que primero vio al chiquillo que estaba a un costado, sonriendo hacia el que ahora podía suponer era su hermano. Sonriendo también, Harry asintió y subió para ser seleccionado también. 

Esta vez, el sombrero seleccionador no tardó nada en gritar:

¡Slytherin!

Nuevamente, la mesa de las serpientes aplaudió, y el niño al costado de la fila también aplaudió, sonriendo hacia su hermano que se acercó a él, y ahora era más fácil aún notar que estaban realcionados.

El otro niño, apenas más pequeño que Cygnus, parecía ser un otro bello muñeco de porcelana. Piel pálida, cabello imposiblemente negro y sus ojos, unos que juraría haber visto antes, de no ser por ese extraño iris verde con un aro plateado alrededor de estos que parecían hacerlos brillar como las más preciosas gemas.

—Me gusta más tu segundo nombre, Nev —murmuró el niño de ojos verdes, sonriendo hacia su hermano. 

—Lo sé. No porque la profesora me haya dicho Cygnus tienes que hacerlo tú también —aclaró el mayor. Harry le sonrió y asintió, antes de dirigirse los dos hacia la mesa de las serpientes, que ya los esperaban con un lugar para que los mellizos se sentaran juntos.

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