Capítulo.3 💙💜

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La noche cayó en aquel reino, se veía realmente pacífico y elegante, excepto por algo que llamaba mucho la atención, un bar, estaba muy animado, era uno de los más lujosos, cabe resaltar que era uno de los más visitados por los guardias del palaci...

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La noche cayó en aquel reino, se veía realmente pacífico y elegante, excepto por algo que llamaba mucho la atención, un bar, estaba muy animado, era uno de los más lujosos, cabe resaltar que era uno de los más visitados por los guardias del palacio, estos cuando salía en sus descansos eso de 2 veces por semana, iban a relajarse ahí, ¿lo llamativo?, bueno estaba lleno de lindas acompañantes, y una que otra buscaba marido, era algo normal, pero lo que más llamaba la atención del lugar era la linda bailarina, sus ojos como piedra aguamarina, sus finos labios, mejillas rosas, su extravagante cabellera, fino y contorneado cuerpo, era el deleite de muchos.

El castaño, esa noche se dirigió ahí, ese sitio estaba lleno de guardias, unos que estaban en descanso y otros, bueno habían abandonado su puesto, eso el castaño lo noto, más nunca menciono nada, de eso se encargaría después sus acompañantes, Sakunosuke Oda, su más fiel general y amigo, además del visir Ango Sakaguchi.

Todos notaron su presencia y no dijeron más, ya que al notar al castaño les sonreía, sabían que serían castigados, pero no podía culparlos ese día la gran belleza del bar actuaría ahí y no era una oportunidad a desperdiciar.

El tiempo pasó y para matar la espera bebieron hasta cierto punto, la suerte era que además de los guardias nadie le conocía, puesto que desde hace 10 años nunca volvió a salir del palacio así que era prácticamente imposible que alguien le reconociera.

De la nada una música algo movida y feliz comenzó a sonar las personas comenzaron a aplaudir y silbar, eso solo podía indicar una cosa, la gran estrella del lugar había llegado, el castaño pasó su mirada por el lugar buscándola, y bueno no tardó en encontrarla, esta se dirigía al escenario del lugar, el chico noto en la mirada de esta que se emocionaba por la atención y se dejaba llevar por la música, era como si vieras al sol danzar, puesto que el cabello de esta llamaba mucho la atención.

La mirada de ambos se cruzó por casualidad, dejándose tantas preguntas en ese momento, ¿Por él está aquí?, ¿Por qué una belleza como él está ahí y no en el palacio de las mil maravillas?, El show continuó mostrándole ya no importancia a esa pequeña miradas inocentes, hasta que de la nada aquella mirada aguamarina se acercó a donde estaba el castaño, quien podía jurar que detrás de ella se veía como una gran vista de estrellas se posaba, además noto como la supuesta chica, no tenía gran dote en su pecho por no decir nula, se le parecía tanto a aquel chico ladrón, aunque, no estaba totalmente seguro de que fuera él, después de todo el velo le impedía verle el rostro

La mirada de ambos se cruzó por casualidad, dejándose tantas preguntas en ese momento, ¿Por él está aquí?, ¿Por qué una belleza como él está ahí y no en el palacio de las mil maravillas?, El show continuó mostrándole ya no importancia a ese pequeño detalle

La mirada de ambos se cruzó por casualidad, dejándose tantas preguntas en ese momento, ¿Por él está aquí?, ¿Por qué una belleza como él está ahí y no en el palacio de las mil maravillas?, El show continuó mostrándole ya no importancia a ese pequeñ...

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(si alguien sabe el nombre del artista o de quien es agradecería si lo colocarán en el comentario)

Cuando menos se lo esperó, aquella joya del bar se acercó al castaño y le dio un leve beso a través del velo sorprendiendo a todos y dejando paralizado a quien recibió tal tacto, cuando reaccionó vio a como se retiraba, le daba una mirada burlona, de verdad que se había divertido al hacer algo, pero el castaño confirmó sus sospechas y sonrió para sí mismo.

—Odasaku, necesito unos momentos a solas con ella.

— ¿Qué estás loco? —replicó Ango.

Oda les miro por unos momentos y después llamo a quien dirige el bar bajo las protestas de Ango, el encargado no quería hacerlo, pero bueno al ser el general quien lo pedía y la generosa recaudación que harían, no pudo negarse, además de que le dijeron que el sultán quería hablar con su estrella del bar, sin más le llevaron a la habitación de esta, Dazai les dijo que esperaran afuera que no tardaría, entró sin pedir permiso y lo primero que vio fue a esa persona sentada al borde de la ventana aún con el velo, él podía jurar que le sonreía burlonamente.

—Saludo a nuestro sol ígneo, nuestro sultán. —dijo haciendo una leve inclinación.

—Un gusto en conocerle señorita.

— ¿Puedo preguntar qué hace el sultán aquí?

—Solo quiero algo de diversión —dijo con una sonrisa juguetona mientras miraba el lugar.

— ¿Diversión?

—Sabes a lo que me refiero, así que ¿Podrías hacerlo? Después de todo amo las cosas hermosas, y tú eres una joya que deseo probar su valor.

—Entiendo, por ello tu palacio se llama, las mil maravillas.

—Exactamente —se dirige a la cama que ahí se encontraba y se sentó— ¿Podrás hacerlo?

—No me molestaría, pero me dijeron que solo sería una pequeña plática no algo más.

Se dirigió al castaño y sin vergüenza se sentó encima de él, lo abrazo por el cuello, besándole sin apartar el velo, el castaño solo le miro y sin más tomó la mano de su acompañante que ya estaba dentro de su saco, robándole algo.

—Vaya que eres hábil con las manos, ladrón de cabellera de fuego, ¿Tu afición es vestirte de mujer?

—No pensé que me reconocerías —sonrió algo disgustado, aunque a causa del velo no podía verse.

—Bueno es difícil si no veo tu rostro, ya que pareces mujer pero... Tú cabello y mirada es inconfundible -Ladeo la cabeza y sonrió juguetonamente.

—Oh sultán, debería medir sus palabras, el que está en peligro eres tú, además no solo por unas cuantas palabras lindas que no son nada gratas para mí, me deja capturar.

—Te equivocas querido.

Chuya no se dio cuenta de cómo de alguna manera sus manos fueron atadas y colocadas sobre su cabeza, él estaba acostado en la cama y sonrojado, algo shockeado por lo sucedido.

— ¿¡Que mierda haces!? —comenzó a removerse para tratar de zafarse, pero le fue imposible, miro sus manos y después al castaño- ¡¿Cómo es que me ataste las manos?! ¡Suéltame ahora mismo!

—No me apetece, además te lo dije, quiero un servicio especial, es lo mínimo que me debes por robarme hace unas horas y por lo de hace un momento, déjame ver en qué otra cosa eres bueno además de con las manos.

—No me apetece, además te lo dije, quiero un servicio especial, es lo mínimo que me debes por robarme hace unas horas y por lo de hace un momento, déjame ver en qué otra cosa eres bueno además de con las manos

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Si encuentras alguna falta de ortografía o gramática agradecería que me lo mencionaras en un comentario.

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