Me materialicé en una habitación fria, de paredes grises y suelo oscuro, caí de cuclillas y me apollé con las manos en el suelo. Vi dos piernas que se herguían delante de mi, alcé la vista y reconocí a Thalia.
-Ey Thalia.-la saludé.-¿A qué no sabes de donde vengo..?-me vi interrumpida por el movimiento de su pierna directa hacia mi cara, me aparté tirandome hacia la izquierda.-¡¿Qué te ha dado?!-pregunté alarmada mientras esquivaba otra patada de parte de mi amiga (dude en llamarla amiga la verdad) arrastrandome hacia atrás. Se dispuso a dar otra patada pero le detuve el pie y con rapidez hice un barrido llevandola al suelo. Me tiré encima de ella pero aprobechó mi impulso para ponerse ella encima mia. Me apresó las muñecas por encima de la cabeza y se sentó sobre mi. Ella estaba usando toda su fuerza y yo apenas estaba esforzandome. Me encogí y puse mis piernas a su alrededor y tiré de ella apartandola de mi por encima de mi cabeza haciendola estrellarse contra la pared. Me puse de pie de un salto y ella hizo lo mismo, me hizo un placaje y me tiró al suelo.
-Te dije que te largaras-me gritó alterada mientras me apresaba de nuevo.-Te dije que no te pusieras en peligro, y no solo te has puesto en peligro si no que te enorgulleces de ello.-alzó su puño dispuesta a golpearme la cara.
-Odio sentirme una inutil.-dije y ella bajó su puño dispuesta a golpearme, pero en lugar de eso golpeó el suelo a mi lado. Suspiró y se tiró de lado junto a mi, respiró hondo y miró el techo al igual que yo.
-Hay muchas formas de sentirse util, no todas implican tu muerte ¿sabes?-dijo y yo fruncí los labios.
-Pero hay pocas en las que se implique salvar la vida de mis amigos.-respondí.
-¿Aún quieres ayudar?-preguntó.
-Si.-mi voz sonó decidida y con determinación.
-En ese caso levantate y por hoy descansa aquí, mañana temprano vendré a por ti. Ni se te ocurra salir de esta habitación, bajo ningún concepto Ana, va muy en serio.-uní mis pies y hice un saludo militar.-si, tu riete, que mas me voy a reir yo.-la miré con duda y salió de la habitación cerrando la puerta con llave desde fuera. Me senté en el suelo y miré la puerta.
-¿En serio? Encerrada con llave, genial.-hablé sola y me levanté. No tenía nada de sueño y tampoco estaba cansada, solo tenía aún la adrenalina del combate contra los licantropos. Suspiré e hice el pino contra la pared para comenzar a bajar y a subir mi cuerpo boca abajo. Comencé a pensar en como me había movido en la lucha, había sido rapida e inteligente, me había guiado mas por mis instintos que por mi mente. Había sentido algo mas que fuego e ira en mi interior, habia sentido deseo, deseo por volver a matar, o eso me había parecido. Mi padre me había hablado y me había acusado de ser como él, ¿tenía razón? No lo sabía, solo quería saber por qué lo había oido. Bufé y me impulsé para volver a ponerme de pie y descansar los brazos. ¿Qué se suponía que debía hacer allí encerrada? Suspiré y miré las repisas buscando algo con lo que entretenerme, encontré una foto de Thalia, Luke Castellan (un mestizo hijo de Hermes que intentó apoderarse del Olimpo y destruír a los Dioses poseido por Cronos, un encanto de chico. Ah y el primer amor de mi hermana.) y Annabeth de pequeños. Annabeth parecía feliz con ellos dos, pero luego todo se torció, como siempre. Al parecer las hijas prodigiosas no estabamos hechas para ser felices. Agarré un libro de aventuras que había en la repisa y me tumbé en la cama para comenzar a leer. Me quedé dormida después de un par de horas, y me sumí en un profundo sueño. Por primera vez en muchisimo tiempo dormí de un tirón, sin ninguna pesadilla horripilante.
Al despertarme tenía una fuerte jaqueca, respiré hondo y me apoyé en los codos para levantarme ligeramente. Abrí los ojos y me encontré a Thalia dormida en la silla del escritorio, con delicadeza me levanté y cogí una manta para echarsela por encima. Justo cuando la solté sobre ella me dió una patada estrellandome contra la pared, me golpeé la cabeza contra la pared y me dejé caer en el suelo, Thalia se llevó las manos a la boca y me miró aterrada.
-¡Por todos los dioses Ana!-dijo corriendo junto a mi.-¿Estás bien?-preguntó alarmada.
-Una intenta ser buena contigo y mira lo que le pasa.-ella sonrió.-No le veo la gracia.-me levanté despacio apoyandome en la pared.
-¿Como te encuentras?-preguntó y yo la miré con duda.
-Bien, por lo general, me ha sentado bien dormir un rato.
-Si...un rato.-Thalia se rascó la nuca nerviosa. La miré con una ceja alzada y caminé hacia ella aprisionandola contra la pared.
-¿Qué me has hecho?-le pregunté y ella frunció los labios.
-Quizás te he...-me acerqué más y chocó contra la pared.
-Thalia ¡¿Qué ne has hecho?!-pregunté algo mas enfadada, me cabreaba que no me lo dijera.
-Sh...-me mandó callar.-Te oirán gritar.
-¿Quiénes?
-Las Cazadoras, o las Amazonas, es una larga historía.
-Resume.-le ordené.
-Las Amazonas y las Cazadoras nos emos aliado para encargarnos de los monstruos, estabamos repartidas por todas partes, tuve noticias de que tu estabás en Évora ayudando a Nico y te atrajé aquí con esto.-sacó un reloj exactamente igual que el mio pero en blanco.-Es el gemelo del tuyo, tiene el poder de atraerlo, demasiado largo de contar ahora. Unas de mis Cazadoras han capturado a una chica romana, un chico con apariencía de fantasma y un satiro con un bate de beisbol.
-Nico y los suyos.-susurré y ella asintió.
-Exacto, ahora necesito que te pongas esto.-me lanzó unos pantalones, una camiseta y una chaqueta gris. Los revisé, parecían comodos y de mi talla.
-Mi chaqueta es sagrada, lo sabes.-le dije y ella bufó.
-Cambiate, MJ será una cazadora que morira cuando acabe la batalla contra Gea, punto.-asentí y me quité la chaqueta. -Girate.-le ordené y ella obedeció. Me quité la camiseta y me puse la gris, con rapidez me quité los pantalones y me puse los grises. -Vale, ya pudes girarte.-me puse mi chaqueta. Ella me miró con desaprobación pero sonrió.
-No tienes remedio. Vamos, hay que ir a ver a Reyna, seguro no está de buen humor. Ah, y ahora eres MJ, una cazadora, fuiste amiga mia eh.-asentí.
-Ya tengo practica en esto de mentir.
Helloooooo cuanto tiempo mis lectores. ¿Me habeís extrañado? Eso esperooo. Bueno os dejo un capitulo mas de Ana White, espero que os esté gustando, se que no hay mucha información sobre lo que está pasando con Percy, Annie y el resto pero no quiero hacer spoilers porque me vais a querer matar. Si alguien quiere saberlo que se lea La Sangre Del Olimpo que está en wattpad así que...
Bye bye y besos a todos, muchas gracias por leer.
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