Estoy embarazada (Parte II)

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*NARRA ALAN*

No podía creer lo que estaba viendo. Estaba tan enfadado que sentí como si me hirviera la sangre.

—¡Me dan asco los dos! —les solté, sin poder soportarlo más. No me importaba si me escuchaban o no.

Matteo, como siempre, tenía una excusa lista para todo.

—Mira, no era mi culpa que Brinn sea más bonita que Skyler —dijo, como si eso justificara lo que había hecho.

¿Qué clase de idiota pensaba que eso era una justificación?

—Entonces admites que la engañaste y le echas la culpa a Brinn, ¿eh? —le respondí, con una rabia contenida.

—Sabes, yo ya no sentía lo mismo... —dijo como si eso fuera una justificación, como si no fuera su culpa, como si no hubiese roto algo en pedazos.

—Ash, yo me voy... —dijo, y sin mirar atrás, se fue.

Yo solo podía quedarme allí, disgustado con todo. Matteo, Brinn, todo. Me daban ganas de gritar, pero, ¿para qué? Al final, ellos nunca cambiarían.

Brinn se aleja, dejándome solo con Matteo. Estaba tan furioso que apenas podía contenerme.

—Eres un imbécil... —le dije, con el enojo de siempre.

—Y no deberías estar feliz —dijo, con una sonrisa burlona—. Ahora es toda tuya. Ya no me importa, siempre fue irritante. La amo... pero no como su novio.

La verdad me dejaba sin palabras. La forma en que hablaba de ella, como si solo hubiera sido un objeto para él.

—La usaste todo este tiempo... —le dije, sin poder creer lo que estaba oyendo.

—¡Claro que no! Solo cuando conocí a Brinn...

La rabia creció dentro de mí. No quería escuchar ni una palabra más de él.

—Sabes, no tengo que hablar nada más contigo —le respondí, mi paciencia agotada.

Él sonrió de nuevo, como si no le importara en absoluto.

—Qué bien, ahora vete con Skyler... —dijo, como si yo fuera el que hubiera hecho algo mal.

Pero no, yo ya no iba a quedarme ahí. Me di la vuelta, sabiendo que esto no se iba a quedar así.

Quería golpearlo, no podía soportar lo que acababa de escuchar, pero sabía que si lo hacía, las consecuencias serían aún peores. Sin embargo, el odio y la furia me hicieron perder el control.

De repente, escuché un susurro bajo, que me heló la sangre.

—No necesito a Sky para ser feliz... —dijo Matteo, y esas palabras fueron como un detonante.

Ya no pude controlarme. Sin pensarlo, me lancé hacia él. Golpeé su rostro con toda la fuerza que tenía, y lo tomé por la camisa, apretándola con tanta fuerza que casi podía oír el sonido de los botones. Mi respiración era pesada, mi corazón latía a mil por hora, y la rabia no me dejaba pensar.

—¿Qué dijiste? —gruñí, mirando sus ojos. Estaba tan cerca que podía ver el miedo en su mirada.

Me quedé así, sujetándolo, pero sabía que tenía que soltarlo. No quería llegar más lejos, pero el deseo de descargar todo mi enojo en él era tan fuerte que me costaba pensar con claridad.

—Esta embarazada idiota —grite

—¿Qué? —Matteo balbuceó, sin poder procesar lo que acababa de decir

Me quedé paralizado. El nudo en mi estómago se apretó aún más, y mi mente daba vueltas.

Me di cuenta de lo que había hecho, y un peso me cayó encima. ¿Por qué le dije eso a Matteo? Sabía que no debía involucrarme tanto, pero el impulso fue más fuerte. Miré a mi alrededor, sentía la tensión en el aire, y el hecho de haberle dejado un ojo morado no ayudaba en nada pero me sentí biem

Skyler #1 © [√]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora