I'll make this feel like home✨💚

Cuarenta y siete

Acá estábamos, últimos tres meses del embarazo, miré a Allegra que miraba hacia la ventana, hacia frio y ella quería salir a jugar, no estábamos en un lugar que haya nieve, pero hoy era uno de los días más fríos de este invierno. Hace una semana, Allegra estaba de vacaciones, el año está pasando demasiado rápido, aún no puedo creer que falte poco para que nazcan mis bebés, Abby y Bruno.

Junto a Peter estábamos pensando en cómo organizar las habitaciones, por un tiempo decidimos qué los bebés iban a permanecer en una misma habitación, al pasar los años, cuando crezcan cada uno tendrá su propia habitación. Peter estaba muy entusiasmado con organizar todo, estaba feliz de poder hacer esto, más que todo estaba feliz por qué iba a tener dos hermosos mellizos.

A veces notaba a Alle celosa, ella quería muchísimo a Peter, pero al ver que él me prestaba mucha más atención a mí, se enfadaba y sin dudar me miraba enojada a mí.

Peter al darse cuenta decidió pasar más tiempo con ella, hay días que se la lleva al nuevo lugar donde están planeando que sea el nuevo restaurante, un lugar no solamente para comer, sino también para niños. El lugar era de dos plantas, esté consistía en una pequeña sala de juegos, el cuál llevaba una mesa de pool, y diferentes juegos de mesas para los pequeños y adolescentes. A ésto lo pensó en sus hijos. Y la primer planta, la cuál era demasiado espaciosa habría una barra en dónde la gente podía levantarse de su mesa y poder pedir un buen trago del barman que se está por contratar.

—Amor?—Llego Pit entrando por la puerta del patio.

—Ey! Acá estamos—dije en el living.

—Pense que no estaban—dijo aliviado.

—Ni loca salgo con este frío—dije levantándome para preparar la merienda, digamos que Peter no comió acá sino con sus amigas, Cande y Mery, según dice que ellas le reclamaron que ya no les da tanta bola como antes.

Lo cual me pidieron permiso para robarlo, no lo dude ni un segundo, se los preste con moño y todo, pero que me lo devuelvan.

—Como te fue?—Pregunte sonriendo.

—Bastante bien, hablamos de todo un poco—dijo sonriendo.

—Me alegro—sonrei.

—Decian, que están feliz por mí—dijo y sonreí.

—Quien no? Mira todo lo que lograste, ya vas por el tercer restaurante, realmente todos estamos orgullosos de vos—dije sonriendo.

—No amor, hablaban de que estaban felices por mí que por fin encontré a la mujer que tanto soñé—dijo sonriendo y yo lo mire solo para decirle.

—Y si, tenés suerte—largue una carcajada.

—Te levantaste graciosa hoy—dijo riendo.

—Si la verdad, pero en realidad yo tengo mucha suerte, te amo—dije sonriendo y me abrazó aunque nos separaba una panza de seis meses, casi siete.

—Patearon, quién será?—dijo riendo.

—Mi hijo, seguramente—dije riendo y tocaba mi panza y le hablaba, nunca faltaba el Peter hablador, por esas cosas se enojaba Alle.

—Puedo llamar a la tía Euge?—Pregunto mi niña, no le alcance a decir ni si ni no, que ya estaba llamando.

—Hola tía—dijo poniéndose el celular en su oreja—Aqui están, no. Están dándose besos—dijo y reímos—Me puedes venir a buscar? Es que no quiero estar con mi papá, él está hablando con Bruno y Abby—dijo la celosa—Okeyyyy. Mami te habla la tía Euge—me paso el celular.

—Eugi—dije riendo.

—Me podés explicar que le pasa a mi Alle?—dijo riendo.

—Esta celosa, en fin.. te está esperando desde esta mañana—dije entre dientes.