A través del libro

3.

9•07•2018

Harry se encontraba en su casa, leyendo un libro llamado "el chico de las estrellas", le tenía un afecto a este libro ya de que de cierta forma se sentía identificado con el protagonista. Era la quinta vez que lo leía, y al pasar las páginas, aún sentía ese sentimiento de comprensión en cada una de esas palabras. Sin darse cuenta, había pasado toda la tarde de ese día lluvioso en su casa leyendo. Porque ¿Qué es mejor que leer un libro con el que te sientes tan identificado en una tarde lluviosa? Exacto, nada.

Seguía impactado por lo que había sucedido la tarde previa a este día. Y de repente recordó que tenía que ir por el libro que tanta curiosidad le traía, para poder saber las características de aquella persona. Si bien, no había pensado si esa persona misteriosa sería un hombre o una mujer.

Eran las 7:30 de la tarde, le quedaban solo 30 minutos para poder llegar a la biblioteca e ir a recoger el libro. Así que, se levantó de su cama, se puso rápido unas botas y fue lo más rápido que pudo hacia la biblioteca.

Llegó, mojado por la lluvia pero con 15 minutos de ventaja. Entró al lugar y buscó rápido el libro de cubierta roja, se dió cuenta de que estaba en el mismo lugar de donde esperaba encontrarlo, lo tomó y le pidió a la bibliotecaria que si podía llevárselo, por esta vez a su casa. La bibliotecaria Lucine, con gusto aceptó, ella conocía muy bien a Harry, ya que Harry visitaba seguido esa peculiar biblioteca, así que no hubo ningún problema en ello.

Harry regresó a casa, e inmediatamente se dio un baño, no se enfermaría de nuevo. Al término de su baño, él leyó con cuidado las palabras que el rubio le había escrito. Y ahí fue cuando pudo saber que esa persona misteriosa era un chico.

¿Un chico?- dijo estas palabras en voz baja.

Frunció el ceño.

En cierta parte, esto no se le hizo raro, algo dentro de él, lo esperaba. Pero esto no sería ningún problema, ya que él se dio cuenta de su gusto hacia ambos sexos hace unos años atrás.

Cabe aclarar que Harry era muy impaciente y cada hora, minuto, segundo, ese sentimiento de saber quien es el chico con el que se ha estado escribiendo iba creciendo más y más. Así que decidió hacer una pequeña trampa el siguiente día cuando fuera a la biblioteca.

Terminó de escribir en el libro y se fue a la cama, ideando un plan para descubrir al chico misterioso.

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                                                                    10•07•2018

A la mañana siguiente Harry quería asegurarse de llegar antes del chico misterioso a la biblioteca, así que se despertó, alistó y salió en camino. Llego y se encontró con la grata sorpresa de que aún seguía cerrada aquella biblioteca, así que decidió desayunar algo en lo que la abrían, para poder ser el primero. Entró a una pequeña tienda donde vendían café, al momento de entrar vio a una chica de cabello castaño, limpiando lo que eran algunas mesas que se encontraban cerca.

-¿No crees que es demasiado temprano?- mencionó Astoria a Harry al momento que lo vio entrar.

-Bueno, es un día importante, merece ser disfrutado desde una hora temprana- comentó Harry. -Aunque usualmente otras personas que trabajan en estos lugares dicen; Buenos días ¿que se le ofrece? ¿No crees?

-Si, claro.... pero no soy como esas "otras personas"- rodó lo ojos ante este último comentario -Solo bromeaba niño, bueno, ¿Qué vas a querer?

-Un café capuccino, por favor- respondió Harry.

-Enseguida- respondió Astoria con un tono seco.

Unos minutos después Astoria de mala gana le dio el café a Harry, ya que al momento que ella lo preparaba, se dio cuenta de que estaban abriendo la biblioteca, así que en el momento en que le dio el café a Harry, él se fue corriendo a la biblioteca que quedaba justo cruzando la calle.

-Vaya Harry, no te esperaba aquí tan temprano en un día tan lindo.- comentó Lucine al ver a Harry correr hacia la biblioteca para poder entrar lo antes posible.

-Bueno, es un día importante, así que tenía que estar aquí lo más pronto posible.

-Claro, pero espero que esa cosa importante me la puedas contar después...

-Claro, aunque depende de cómo salga todo lo que tengo planeado- contestó Harry con un tono nervioso.

-Esperemos que todo salga bien, así que ve a lo que tengas que hacer, no te entretengo más- Dijo Lucine haciéndole señas para que Harry siguiera con lo suyo.

-Claro, claro- dijo el castaño dándose la vuelta para poder llegar a una pequeña mesa que se encontraba al fondo de la biblioteca en medio de estantes con demasiados libros.

Harry estaba demasiado nervioso, eran ya las 9:30 de la mañana y decidió buscar un libro que pudiera calmar los nervios del momento. Pasaron las horas y Harry estuvo bastante tiempo pensando en lo que ahora no resultaba un buen plan.

Harry estaba con la mente en blanco ya que realmente no había pensado bien en su plan, pensaba dejar el libro de tapa roja en el lugar de siempre y esperar a que el chico misterioso lo agarrara, obviamente sin que se diera cuenta de que el castaño estaba ahí. Pero sintió que algo le hacía falta a lo que tenía pensado.

Decidió dejar el libro que había tomado en su lugar, pero al momento de ir a dejarlo, mientras caminaba estaba leyendo el título de éste, ya que realmente le había interesado, chocó con alguien, que al parecer era alguien rubio..

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K.A