Capitulo 15

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Parpadeó con dificultad, despertó dolorido. Con el cuerpo ensangrentado y lleno de moretones. En una habitación que no reconoció por la visión borrosa.
Podía sentir la sangre seca sobre su cuerpo, un dolor fuerte en los músculos, cortes en los hombros y las mejillas, el cuello y el pecho.
Levantó con dificultad los brazos y con el dedo índice se frotó los ojos, intentando mejorar su visión, cuando no soporto más los brazos doloridos parpadeó esperanzado de ver bien la habitación.
Estaba en la casa de Yulia. Recordó el por qué había salido de ahí. Se le aremolinó el estómago.
¿Cómo diablos había llegado ahí?
Estaba a punto de levantarse para irse, pero escuchó pasos en el corredor. Cerro los ojos para fingir dormir.
Podía sentir sus pies descalzos sobre el piso, escuchó una bandeja, luego agua caer.
Un segundo después, un contacto frío sobre su piel, seguido de algunos sollozos. La tristeza llegó a su ser, pero esta vez no la perdonaría tan fácil.
Cuando aquel objeto frío tocó la herida de su cuello sujetó rápidamente a Yulia por la muñeca con la mano contraria, haciéndola dar un respingo.

— ¡Estás bien! — exclamó con una voz más aguda de lo normal abrazándolo con cuidado.

No dijo nada, no correspondió el abrazo, no la miró a los ojos. Pues sabía que si la miraba, caería rendido a sus pies.
El abrazo termino pronto, agachó la mirada para responder frío.

— Si.
— Bien, necesito suturar tus heridas — ¿Acaso había hecho algo mal? Su semblante triste la delataba.

Una ves que Yulia había recogido las cosas que había llevado a la habitación, bajaron las escaleras. Spooky detrás de ella, intentando que no notará su decepción.
Caminaron en silencio hasta el comedor.
No había mucho en casa con lo que pudiera ayudar a Spooky.
Pero lo intentaría, con el botiquín que tenía en casa, tomó una aguja, el hilo y comenzó a suturar sus heridas. Si iban a un hospital, harían preguntas y eso no llevaría a nada bueno.
Le tendió una botella de tequila a Spooky, era lo más fuerte que tenía.
Seguía sin hablarle. Cómo si ella tuviera la culpa de aquellas heridas.

Spooky hacía muecas, y cada tanto daba un gran trago al tequila manteniéndolo en su boca

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Spooky hacía muecas, y cada tanto daba un gran trago al tequila manteniéndolo en su boca.

— Terminé. — Dijo en un cansado susurro.

Spooky siguió bebiendo el tequila.
Se sentó en una silla frente a él, desesperada por saber que demonios había hecho.

— ¿Que te sucede? — inquirió, aún cansada.
— Estoy herido y lleno de cortes, eso es lo que tengo — levantó la voz, casi en un grito.

Le caló en el alma el tono en que lo dijo, era como si algo desgarrara el corazón.

— No quiero pelear —, su voz sonaba cada vez más quedo, mantenimiento su mano izquierda en el vientre apenas notorio. — No entiendo que sucede, ¿Hice algo mal?
— ¡No actúes como si no lo supieras! — Gritó, levantándose y golpeando fuertemente la mesa con ambas manos. Ni siguiera se dió cuenta en qué momento dejó la botella lejos de él, logrando que se derramará un poco en la mesa al caer por el golpe.

THE LAST BULLET (En pausa por edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora