☆ Confesión

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Aquellos suaves labios que había probado antes ahora estaban resecos, fríos y temblorosos, el dulce sabor había sido remplazado por lo salado de las lágrimas del menor

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Aquellos suaves labios que había probado antes ahora estaban resecos, fríos y temblorosos, el dulce sabor había sido remplazado por lo salado de las lágrimas del menor. Pese a eso, la sensación que le había provocado la primera vez estaba ahí de nuevo, sin embargo, intensificado a la diez ante el peligro de que el menor reaccionará mal.

En verdad había extrañado su tacto.

En un principio el menor no se había movido en lo absoluto, se había quedado congelado ante aquella acción, poco a poco fue saliendo del trance, poniendo ambas manos sobre el torso empujando levemente al mayor, tratando de separarlo. Forzó sus labios intentando quitar los contrarios, aún con eso Jotaro ni si inmutó; al contrario, le pego más a él. Los intentos del pelirrojo por separarlo fueron inútiles, comenzando a cansarse, simplemente se resignó y dejo llevarse por el momento.

El moreno era quien tenía el ritmo y el control del momento, empezó a ser más brusco con la muestra de afecto, devorando los delgados labios del pelirrojo que de igual manera trataba de seguirle el ritmo.

El pelinegro no pudo más con la falta de aire, se separó por unos instantes para ver así las expresiones del menor. Kakyoin aprovechó ese momento para apartar al moreno de un empujón, seguido de una bofetada. Tomó desprevenido al ojiverde que retrocedió para evitar caer, soltándolo en el momento.

- ¿¡QUÉ MIERDAS TE PASA POR LA PUTA CABEZA!? - Dijo enfurecido

El mayor no le contesto, simplemente se le quedo viendo; con ese semblante serio y la mejilla enrojecida por el golpe.

- ¿¡POR QUÉ DEMONIOS ME BESASTE!? IDIOTA -

Estaba fuertemente sonrojado tanto que era del mismo tono de su cabello, las mejillas seguían húmedas por las lágrimas, ahora por el sudor producto de la vergüenza; su cabello estaba desordenado al que se pegaba a su rostro.

Aun así, con esto, tenía un fuerte semblante de estar enojado con el pelinegro.

- CARAJO, RESPONDE - Aun así, no lograba que le hablará, haciéndolo enfurecer más.

- ¡MIERDA! ¿POR QUÉ NUNCA DICES NADA? - Había llegado al límite de tolerancia del menor - ¿POR QUE NO QUIERES HABLARME? ¡DÍMELO! - lo golpeo en el pecho

- SI NO ME QUIERES HABLAR NI VER, ENTONCES DÉJAME EN PAZ - grito con fuerza, desahogándose en un grito

Con esto sólo el menor retrocedió, tratando de recomponer su respiración; dándole la espalda.

Se quedaron unos minutos callados, como si el menor tratara de recomponerse de la cantidad de cosas que habían pasado esa noche

- Deja de aparecer... me cansé de que siempre que te tengo cerca...te alejes de mi - suspiro - Esa vez... del beso, fui tan feliz por esos momentos, creí que yo te gustaba; creí tontamente que tú y yo podríamos... - hizo una pausa - pero no, por eso será mejor alejarnos. No quiero seguir ilusionándome en algo que nunca sucederá -

~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora