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Aquel hombre se encontraba en el estacionamiento del cementerio hecho una furia. Primero, recibió la llamada del gobierno de hacer el funeral del Agente público, que hablara a ambas mallas policiales para asistir, y se vio obligado a dejar que la prensa transmitiera cerca el funeral, segundo, recibió un documento en su despacho de la CIA, claramente pedía la liberación de Elena Caselli, y fue mandado a un juez un video donde se veía a un sujeto poner la droga en aquel auto de la doctora, eso fue gracias a una cámara que se encontraba cerca del hospital, por lo tanto el juez determino la inocencia de ésta y sumado a esto, recibió una advertencia del gobierno por haberse creído juez y verdugo con aquel caso.
- Mierda!.- maldecía, el director del FBI, Christopher Wray.- esto no puede salir peor.- decía entre dientes mientras se encaminaba hacia el lugar del entierro donde ya estaban la LSPD y LSSD junto con algunos federales.
Entre toda la gente que se encontraba, había algunos civiles que habían tenido contacto con el federal caído, ya sea de risas o por casos e información que la propia policía no les escuchaba, estaban algunos médicos los cuales habían recibido ayuda de él y siempre los animaba cuando se hacía presente por sus instalaciones, los Sheriff's y la policía se mantenía serios, sabían qué el que se encontraba en ese ataúd era un desconocido para ellos, no se fiaban de la palabra de Wray.
El funeral empezó con las palabras del cura que estaba presente allí, seguido tomaron la palabra algunos Sheriff's junto con algunos policías, ellos hablaban tan bien del agente, de las diferencias que habían tenido y la ayuda en investigaciones que el agente siempre daba, pero un policía en particular llamo la atención de las tres personas que se encontraba serias en todo momento. Willy Walker, había conocido al agente en un hábito laboral y personal, ese mismo policía tenía una sonrisa nostálgica en su rostro al recordar las aventuras que tuvo, consideraba al agente del FBI como un Padre para él.
Eso había dejado descolocados a Gustabo y Conway, y más aún a Volkov. En la mente del ruso no se imaginaba que aquel moreno que recordaba tímido y torpe, pudiese ser todo lo que había escuchado por parte de ambas mallas, sentía que hablaban de un desconocido para él, claramente le dolía no poder haberse reunido con Horacio a tomar su último vodka que le prometió y saber cómo se encontraba, pero era tarde, siempre llegaba tarde.
Al igual que cierta persona que había bajado a paso lento de un taxi, mientras cargaba un ramo de Hortensias. Vestía un traje de gabardina negra, llevaba lentes oscuros, y su cabello estaba peinado hacia atrás, incluso se veía que las raíces hacían aparición y estaba más largo que de costumbre.
El minuto de silencio había comenzado, por ello todos tenían la mirada en el suelo, solo se escuchaba el sonido de la trompeta acompañando al silencio. El director mantenía su mirada baja, hasta que vio de reojo unos zapatos a su lado, creyó que sería uno de sus guardias, pero cuando el minuto terminó, todos subieron la cabeza.
Y ahí estaba, Horacio se encontraba a un lado del sorprendido director, las miradas se clavaron en él, algunos mostraban emoción, otros confusión. Pero éste solo miro de reojo Wray, para caminar hacia el ataúd del agente "Dan", cuando llegó se inclino dejando cuidadosamente el ramo, alzo su mano y la apoyo sobre la fría madera.
-Das musste nicht so enden ...
El moreno se irguió dando una última mirada al ataúd, se giró y camino hacia la salida bajo la mirada de todos allí, claramente había un rubio de ojos azules que se moría de ganas por ir abrazarle, aunque no era correcto, si lo hacía, luego sufriría las consecuencias, pero alguien se había adelantado a hacerlo.
- H...- Willy había abrazado al moreno, sintió miedo cuando pensó que no lo vería más.
Horacio miraba con ternura a al agente, le devolvió aquel abrazo, sentía que el otro estaba temblando, Willy estaba llorando.
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El Reencuentro ~[Volkacio] ~
FanfictionLa placa en el despacho, junto a ella la reglamentaria. Una llamada a los agentes en vacaciones alertó que H desapareció. Una nota, que en la decía "Vengan a por mí". La soledad lo ayudó a comprender, formó una nueva familia, y con ello se olvidó...