002;♡

2.2K 260 25
                                    

- ¡Auch... dueleeee!

- ¡Minho!

- ¡AHHH PERO DUELE COMO LA MIERDA!

- Deja de gritar, creerán que te estoy matando.

Minho dejó todo acto de dolor para ver fulminante al menor.

- Es prácticamente lo que estás haciendo, Lee Seung...- un siseo de dolor se escabulló al sentir las manos de su hermano presionar y masajear su espalda, después de que lanzará ese bate el alfa no dudó ni un momento en correr en su dirección y tomar el objeto nuevamente para darle otra vez.

- Ay Minho, no seas nenita...- reprochó Lee menor mientras movía sus manos masajeando la adolorida espalda del mayor, escuchando con claridad los leves quejidos e improperios que soltaba.

Bien, Minho estaba consciente de que sus acciones no fueron las más correctas ni sensatas, pero tampoco era totalmente su culpa.

- Yo estaría más que bien y feliz de la vida si cierta persona.- miró fulminante al menor.- no me hubiese abandonado como perro en la calle.

Y aquí vamos de nuevo...

- Creo que fui lo bastante claro al decir que me quedaba fuera de tu locura.- hizo un movimiento un tanto brusco con sus manos.- Además, ¿quién en su sano juicio husmearía la privacidad en intimidad de los omega? Sabiendo con anticipación como son.

- Ya te dije que no quería, pero necesitaba buscar algo.- se defendió.- ¡Tú me abandonaste! La traición... ¡La traición ante tu hermano mayor!- lo señaló acusadoramente con su anular chocando con la puntiaguda y perfilada nariz.

- ¿Sabes, hyung?- comentó el pelirrojo.- Sea cual sea la razón de tus "cambios radicales" de comportamiento.- hizo énfasis con sus dedos.- Debo de hacerle un pedestal o arrodillarme ante sus pies, por controlar a este tonto, orgulloso, grosero, sarcástico y sobretodo JODIDAMENTE TERCO alfa que tengo por hermano... desgraciadamente.

- Oh, créeme, Lee Seungmin.- y ahí estaba esa voz que Seungmin odiaba de su hyung... sarcasmo.- tampoco es como si fuera de mucho gusto y comodidad tú fastidiosa presencia.

El pelirrojo gruñó en desaprobación. Ya sé las cobraría.

- Y encima eres un desgraciado malagradecido.- masculló Seungmin mientras presionaba con fuerza cerca de su espalda baja descargando un poco de su disgusto en la espalda de Minho.

Más no se esperaba que esta emitiera un horrible y escalofriante crujir, acompañado de los escandalosos gritos de agonía del pelinegro.

- ¡LEE SEUNGMIN!

- ¡Lo siento, lo siento mucho, no quería...!

- ¡DESGRACIADO, HIJO DE PUT*, ACABAS DE FIRMAR TU SENTENCIA DE MUERTE!

- ¡NO INSULTES GROSERO DE PRIMERA!

- ¡HAGO LO QUE SE ME VENGA EN GANA!

Más allá de las cuatro paredes la enfermería escolar donde Minho era atendido "profesionalmente" se encontraba el chico de media hora atrás en compañía de su amigo Hwang Hyunjin, quién sólo miraba con horror y confusión a la puerta donde se escuchaban todas esas groserías.

- ¿Qué tienes, Hyunjin?- el mencionado salió de su trance ante el llamado de su menor.

- Nada, solo...- dirigió su mirada a la puerta.- ¿Sabes el porqué de esos gritos?

Jisung viró los ojos ante semejante pregunta.- ¿No crees que si yo lo supiera no te estaría preguntando qué te pasa?

- Si, pero es que parece que están torturando a alguien.- señaló a la puerta con duda y temor.- eso da miedo...

- Te puedo asegurar que no es nada, Hyunjinnie.- suspira.- y para comprobarlo...

Hyunjin seguía los pasos de Jisung con sus inquietos ojos, emanando feromonas de temor, un poco leves pero lo suficiente como para que un alfa pueda percibirlo. Jisung se acercó a la puerta dudando en si abrir o no... pues nadie le garantizaba que lo que sea que estuviera detrás de la puerta fuera algo lindo.

Así que sin retroceder tomó el valor suficiente para tomar la oerilla, girarla y abrir la puerta marrón oscuro con manilla de plata.

Más no se esperó ver lo siguiente. Esperó de todo, incluso sangre por todos lados, pero no encontrase al chico que con anterioridad le había caído encima... y solo se quedó por inercia en su lugar sin poder despegar sus orbes de la pálida espalda del alfa, viendo como cierta zona estaba en un leve tono rojizo morado.

- ¿M-minho...?

- ¿Jisung?

Un silencio incómodo reinó entre los tres, incluyendo a Seungmin quien sólo de limitaba a observar todo con curiosidad. ¿Quién era ese chico? ¿De dónde conocía a su hermano?

Pero una mejor pregunta: ¿por qué Minho no le había comentado que tenía omega?

¡ya basta lee minho!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora