Salón de ciencias, un lugar destinado a satisfacer los deseos retorcidos o no tan retorcidos de la profesora de dicha materia Nishigaki Nana. Durante años ella cambia la historia de como comenzó a amar las explosiones y experimentos peligrosos siendo la mera verdad que puso dos cables en un toma corrientes descargándose ella misma. Y de tal accidente salio la extraña pero divertida amiga de la presidenta del consejo Matsumoto Rise...
-Si, si, ya te entendí mama. Soy una mujer mayor de edad no tienes que sermonearme...Mama no explotare mas cosas te lo prometo, ¿P-pero que dices cuando te he mentido? Ah cierto. Tranquila, no seguiré haciéndolo. Adiós... - Guardando su celular.
-............... - Murmuro Matsumoto.
-¡Bien! ¿Quieres ir a explotar algo? Yo invito.
Rise tenia que evitar que alguien mayor que ella se dejara llevar por los vicios de las explosiones, la verdadera pregunta era como lo haría si no podía hablar mucho por como había nacido. Muchas veces la seguía para estar con ella y solo resultaba en un experimento que explotaba, era bastante cansante esa vida diaria...
-¿Pasa algo Matsumoto-san? - Pregunto Nana.
-..............., ............. - Eso fue lo que se escucho.
-Mmm, quieres aumentar el tono de tu voz. Creo que tengo el invento que necesitas en mi bodega.
Ella se negaba un poco temblorosa con la cabeza, sabia muy bien que en su bodega no había nada bueno para nadie, ni para ella misma. La profesora entusiasmada insistía pero ella se negaba rotundamente huyendo del salón en pasos pequeños por lo baja que era.
-Bueno, supongo que seguiré con lo mio. - La profesora rubia toma sus tubos de ensayo y cierra la puerta.
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-L-lo siento presidenta, no puedo entender lo que dices.
Ayano estaba ordenando sola unos libros en la biblioteca cuando su uniforme es jalado por la joven presidenta del consejo estudiantil, parecía necesitar algo con urgencia y lo explicaba con manos seguido de acciones confusas para la vicepresidenta.
-Veamos en resumen, tu puedes hablar como una persona normal lo haría. ¿El problema esta en que te da pena hablar por miedo a molestar? Haha, no creo que puedas molestar a nadie con tu voz presidenta, ten confianza en ti misma y háblame con normalidad. - Dijo Ayano riéndose un poco.
Ella miraba el suelo, el techo y los lados armándose de valor para hablar por primera vez en tanto tiempo...
-¡¿ASÍ TE PARECE BIEN?!
Los oídos de la pelimorada se ensordecieron por un tono tan molesto y chillona saliendo de una boca pequeña como la que poseía Matsumoto, no creía que algo de ese nivel estaba oculto en un cuerpo tan pequeño.
-¡AAAH CHILLONA! - Grito Ayano en el suelo.
La presidenta se calla sonrojada de la vergüenza e intenta irse siendo detenida por la vicepresidenta con una sonrisa incomoda en su rostro.
-¿No puedes hablar mas bajo? Un poco al tono de Chitose. - Pregunto la pelimorada.
Se negó con la cabeza y tomo un cuaderno donde comenzaba a escribir algo, no dejaba que Ayano leyera la nota aun solo esperando terminando de ordenar los papeles encargados en sus librerías, la vicepresidenta movía libros sin para de observar como la pequeña estudiante no paraba de anotar algo en esa sospechosa hoja de papel grande, no habían muchas personas en la biblioteca así que solo podía oír el lápiz rayando y sus pasos caminantes por los pasillos rechinantes.