Había una vez, una hermosa flor, que lleva años encerrada en una tenebrosa cueva por un duende; él sabe que la maravilla de esta flor reproduce una luz potente, que es capaz de restaurar la alegría a los campos; que se han vuelto estériles, y cultivar en la humanidad, el pensamiento de todo lo que es mágico y artístico.
Este duende, poseía los más oscuros secretos de la magia. Tenía grandes poderes que aterraban y por eso ningún ente se había atrevido a desafiarlo nunca...hasta que; ¡oh sorpresa! Una nueva camada de pájaros mágicos había evolucionado. Las características fisiológicas y mágicas han cambiado de manera abrumadora. Esto era sorprendentemente aterrador para los antiguos pájaros, porque no sabían si esta nueva raza usaría sus dones para el bien, y destruir de una vez la dictadura del duende; el cual creía que era un ser incuestionable, y deseaba la infelicidad para todos los seres. Todo era oscuro y frío.
Pero descubrieron al paso de los años que era una raza buena.
Uno de los pájaros dorados, de esta maravillosa camada, destacaba de manera singular con un poderoso talento mágico. Por tanto, no era un pájaro común, incluso para los de su misma raza. Era un espléndido ser, lleno de una luz interior, que, indudablemente se salía de los parámetros establecidos:es un pájaro libre, fuerte e inspira en los demás seres de esta tierra a luchar por sus deseos y anhelos profundos. Aquella flor majestuosa estaba resguardada por barrotes con magia antigua.
El pájaro ya tenía decidido luchar contra el horrible duende. ¿Lo hizo solo?... pues no, no lo hizo solo; la presencia de sus hermanos dorados lo acompañaron. ¡La batalla entre la libertad y lo perverso, iba a iniciar!
El duende preparaba sus mejores hechizos... y nuestros amigos dorados, junto al pájaro más habilidoso estaban a punto de llegar, hasta que se unificaron en un hermoso baile; se hizo un solo pájaro dorado que en sus alas salía una especie de llamas de fuego. Su fuerza mágica sobrepasaba toda esa terrible oscuridad del duende. El duende al ver este pájaro quedó petrificado por su luz quemante.
Entró valeroso el pájaro; desatando todos los conjuros y barrotes mágicos, contempló con un abismal amor la flor, y sin pensarlo la liberó. La colocó de manera romántica en lo más alto de un monte. Y al fin, todo lo eternamente puro volvió a su constante cambio y transformación, y pudo con ello deslumbrar al mundo con su amor.
¡El pájaro se volvió el guardián de aquella hermosa y extraña flor!
(M, 2021) 🌼💥💫
