VI- Los ronquidos son una respuesta... ¿No?

17 4 0
                                    


Llegué a la escuela como siempre, y en la mochila llevaba el pastel que mi madre había hecho para Heather, olía tan rico que me estaba dando hambre otra vez. Saludé a Senpai, quien como de costumbre estaba dormido en su pupitre.

-¡Hola Senpai!

-ZzZzZz...

"Bueno, al menos esta vez hubo respuesta" pensé, jeje, ¿Desde cuándo un ronquido es una respuesta?

Me senté y comencé a acomodar mis cosas, el salón poco a poco se fue llenando pero no veía llegar a Heather, estaba ansioso por darle el pastel, Tal vez me invitaría a probarlo ¡Qué delicia! Pero sigue siendo raro que no haya llegado a esta hora. Miré mi celular y no tenía mensajes o llamadas, supongo que no debe tardar. Mientras esperaba llegó Fudou, quién me saludó y prosiguió a sentarse en el pupitre junto al mío.

-Qué onda.

-Hola.

-¿Cómo les fue ayer? -dijo con un tono que honestamente no me gustó y alzó las cejas.

-De acuerdo a mis expectativas bien, pero para tu cochina mente no creo que sea un bien.

-Agh no me digas más, con eso ya entendí que no pasó nada interesante. -Se sentó en su silla y pasó sus manos detrás de su nuca.

-¿Y tú? ¿Vas a unírtenos hoy o no?

-¡Ah cierto! Les dije a mis padres y me dijeron que podían ir a mi casa siempre y cuando usáramos única y exclusivamente el comedor para estudiar.
-¡Cool!
-¡NO! No es cool, parece que no has entendido, ¡Me están tratando como a un verdadero fugitivo! – Se quejó dramáticamente como es su costumbre, si fuese actor se ganaría el Oscar, casi me da lástima.

-No te quejes, eso te pasa porque tienes un largo y obscuro historial jaja.

-No te atrevas a burlarte porque ese "obscuro historial" como le llamas, lo has compartido conmigo.

-Eso no es cierto, cualquiera que te escuché pensará que ando metido en los mismos líos que tú.

-Pues no está muy lejos de la realidad.

-Estás loco, aunque he ido a algunas de las "reuniones" que has hecho ahí, soy la última persona a la que pelas.

-Eso es porque te gusta ir a las fiestas solo a comer. ¡Ni siquiera hablas!

-Porque no se escucha nada con tu música a tope.

-Así es como debe ser en una fiesta genio.

-Por eso ya no voy.

-Qué mal amigo eres, me dejaste solo la última vez.

-¡Jah! Eso ni tú te lo crees, sé que estabas perfectamente bien acompañado.

-Bueno... Solo, solo no estuve.-Sonrió maliciosamente como si estuviera recordando algo muy agradable... no quiero pensar lo que sería.

-Qué sin vergüenza eres.

-Qué te digo amigo. Por cierto, ¿Qué prisa traes o qué?

-¿Prisa? ¿De qué?

-Es lo que quiero saber, no has dejado de mirar tu celular no sé qué estás esperando, y te ves tenso.

-Ah no es nada... -¿Tan obvio soy?

-Ajá...

-Bueno... Es que ya es tarde y no ha llegado Heather.

-Hummm con razón, eso explica todo. –Lo dijo con un tono ligeramente burlón como si fuera obvio, y creo que sí lo es un poco.

-No es lo que piensas.

HeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora