De repente tuve que darme cuenta que habían pasado los años que me era difícil regresarme a la historia que estaba viviendo algún momento donde me di cuenta que mi hijito como yo le llamaba, ya no era quien yo había conocido.
Sentí como mi cielo se apagaba, y cambiaba a un color obscuro, cada que veía que mi hijo cambiaba tan repentinamente, no entendía cómo es que mi hijo había caído en la droga.
Al pasar del tiempo me di cuenta que vivir con una persona drogadicta era algo difícil, por que tenia que aprender a vivir con miedo, tenia que aprender a vivir con depresión porque tenía que pensar que como una madre no había hecho bien el trabajo que era educarlo, me empecé a cargar de culpas, lo más difícil es que el no sabe que el tener un hijo drogadicto, no solo apagaría los sueños de él, también apago los míos, porque yo soñaba muy alto con él, yo tenía el sueño que toda madre tiene sobre sus hijos, verlo siendo una persona profesional ser una persona buena en la vida como lo llama el mundo del exterior.Porque ya sabía lo que le esperaba en la vida, por que sabia que en algún momento de la vida le habían presentado la mejor versión de esa maldita droga, no sabía qué ahora nuestra vida iba a cambiar porque todo estaba siendo difícil que su vida se había vuelto de lo más difícil, y muy triste, eso era lo que me dolía, me dolía ver a mi hijo, tratando de morir hundido en ese mundo, en un mundo tan miserable.
- Javier Hernández
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Mi hijo drogadicto
Teen FictionUn dolor de ver a una persona que amas, pedido en las drogas