peligrosa obsesion (justin y tu)

capitulo 12

____ pensó que leyendo podría sacarse a su hermano y sus labios de la cabeza. Pero no, estaba muy equivocada. En vez de sacárselo, cada vez estaba más y más dentro. Eso no está bien, pensaba ella. No podía pensar en su hermano de esa manera. Nunca antes lo había visto como algo más hasta ahora.

¿Porque la había besado? Esas eran las preguntas que día y noche se hacía. Y siempre se respondía con que el solo estaba asustado y fue un impulso suyo. Que eso no debería de haber pasado. Pero ella quería que sucediese de nuevo. Suspiro. Quizás eso era lo que sentían todas las que habían estado con él, por eso le andaban detrás. 

Ella siempre decía que eran unas fáciles, que solo bastaba con que Justin les chasquease el dedo y ellas iban tras él. Ahora las entendía, sus labios eran tan suaves y deliciosos que eran imposibles de olvidar ¡Maldición! ¿Qué pasaba con ella? De un momento a otro escucho un ruido que la quito de sus pensamientos.

Vio que el perro de su vecino había escapado de nuevo. Siempre lo hacía y entraba en su jardín para arruinar las flores. Era muy salvaje. Fue muy tarde para quitarse de su camino, el perro le ladró y se acercaba cada vez más rápido. El perro salto hacia ella entonces retrocedió y cayó a la piscina. Fue muy tarde. Estaba en la parte más profunda y ella no sabía nadar. De repente iba sintiendo como el agua invadía sus pulmones y ella iba perdiendo el conocimiento. 

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Justin estaba tan metido en sus pensamientos mientras se vestía, su hermana. Siempre pensaba en ella. ¿Algún día se acabaría aquello? Escucho como el perro de su vecino ladraba. Maldijo en silencio, seguro estaba destrozando su jardín de nuevo. Ese perro era imposible, no entendía como sus vecinos podían tenerlo. El perro seguía ladrando y ladrando. Ya lo estaba hartando. Se acerco al balcón y lo vio ladrándole a la piscina. Se rió. ¿Qué demonios se traía ese perro?

Pero de repente su corazón dejo de latir. Vio un libro flotando en la piscina movió un poco más la cabeza y vio a su hermana flotando boca abajo. ¡Maldición! Grito. Y bajo lo más pronto posible las escaleras, hasta se tropezó pero no le importo. A esas horas nadie estaba en su casa. Solo ellos dos. Ya que su padres trabajaban. Salió hacia el jardín hecho una bestia, no le importaba nada más que su hermana estuviera bien. ¿De nuevo? Pensó. 

Sentía que la perdía de nuevo. Y no se sentía para nada agradable. ¿Por qué tenía que tener esa manía de leer cerca de la piscina, siendo que no sabía nadar? Era una tonta. Pero lo primero era quitarla. Salto a la piscina agarrándole como pudo. La quito y la acostó en el piso. Estaba demasiado fría, y sus labios estaban azules su piel había perdido su color normal. Justin lloró ¡Demonios! No respiraba.