Consejo #1

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Si decidiste rescatar a uno te recomiendo guardar tus cosas frágiles.

Flashback 

— ¡No! — grité al ver a mi novia cerca de una tacita, empujándola lentamente mientras le prestaba una impresionante atención al movimiento del objeto, como si estuviese haciendo un experimento.

Hisss

¡Me bufó!, no puedo creerlo.

— Minari, deja eso, por favor — lo que dije le entró por un oído y le salió por el otro porque siguió empujando sin darle la más mínima importancia a mis palabras.

— Pero tú siempre dices que esta taza es horrible.

— Tú también eres horrible y no te boto al piso porque se me da la gana — levantó la mirada de golpe, claramente ofendida.

En ese momento supe que no debí decir eso y que los segundos de vida de esa horrenda taza estaban contados.

— ¡Miaw! — no sé que signifique eso en gatonés, probablemente sea un insulto ya que de un empujón hizo caer la cerámica.

¡Y lo peor es que cuando esta se rompió en el suelo, mi novia escapó burlándose de mí!

— ¡Mina, ven aquí!

— Nope — me sacó la lengua y siguió corriendo.

Ay, la amo tanto.

Ay, la amo tanto

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Cómo cuidar a tu híbrida | MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora