El tiempo te ha sabido llevar contra las cuerdas, encerrar tu vida poco a poco hasta sentir que te estás ahogando lentamente..
Con la soga en el cuello, manteniendo tus pies sobre aquel butaco llamado esperanza, tambaleándose un poco..
Siente como te marca el cuello, tus ojos nublados, mientras tus lágrimas caen lentamente sobre tu rostro mojando aquel butaco..
Tu alma está a punto de partirse en dos, tu corazón se encuentra arrugado como aquella hoja de papel desechada en la esquina de un salón escolar...
Tus sentimientos se encuentran esparcidos por todo tu alrededor, el llanto retumba haciendo eco cada vez más fuerte..
Tu vista está perdida, tus sentidos adormecidos, la presión sobre el cuello te va dejando caer poco a poco..
Hasta que el butaco deje de ser lo que es, o que tus piernas no soporten más tu propio peso y termines siendo uno más entre muchos..
Tu cuello cruje, tus ojos se blanquean inmediatamente, tu corazón se desenvuelve totalmente y tu alma simplemente ya no está...
Ahora que veo todo más claro me doy cuenta que mis errores no dejarán de seguirme a través de los años..
Incluso dejando de existir se viene todo conmigo, como un torbellino que me sigue a todas partes y una nube negra que no deja de plantarse sobre mi cabeza..
Hay que vivir y enfrentarse a este desafío llamado vida, tratar de enmendar lo que has hecho mal y continuar por el camino del bien...
De esta manera se paga todo lo malo, siembras las cosas buenas y al final del camino recibirás los frutos.
