La magia de la vuelapluma.

3.4K 491 293
                                    

N/a: Quiero dedicarle humildemente este fic a PerlitaNegra para mostrarle mi apoyo. Lamentablemente, me enteré tarde de lo sucedido y no llegue a tiempo a mostrarle mi apoyo, pero me gustaría decirle que siempre fue mi inspiración y siempre va a ser mi autora favorita. ¡Fuerza Perlita!  

La vuelapluma no era un invento exactamente reciente, si se consideraba que el abuelo de Draco, Abraxas Malfoy,  habia sido quien la habia inventado. Sin embargo, cada cierto tiempo, a alguien se le ocurría la magnífica idea de agregarle algo nuevo, ya sea un extravagante color o la capacidad de imitar diferentes escrituras.

El último modelo, sin embargo, tendría una popularidad arrasadora en el mercado. Tendría, porque aún no habia salido a la venta. Su abuelo Abraxas habia decidido obsequiársela para navidad, con una nota incluida rogándole que la probara y le escribiera un informe sobre erella. Draco se habia prometido probarla pronto, pero los días se le habían pasado entre peleas de nieve con Pansy y excursiones nocturnas a las cocinas.

Ese año, sus padres habían decidido realizar un exhaustivo viaje por Francia, visitando antiguas ruinas relacionadas con el linaje Malfoy, que se remontaba miles de años atrás. A Draco, esa perspectiva le habia parecido tan triste y aburrida, que habia decidido, por primera vez, permanecer en Hogwarts para navidad, a pesar de que solía burlarse de aquellos que preferían no retornar a sus hogares. No importo, porque logro convencer a Pansy de acompañarlo, aunque Blaise huyo entre los primeros que subieron al tren, ansioso por reencontrarse con su familia, que residía actualmente en Italia. Draco sospechaba que su ansiedad no era precisamente por ver a su madre y a su actual novio, sino por las bellas italianas.

El día anterior a que los estudiantes regresaran y Hogwarts dejara de ser su dominio durante la noche, Draco por fin recordó la tarea a la cual se habia comprometido y bufando ligeramente, decidió que esa tarea no podía llevarle demasiado tiempo. 

Primero considero probar la nueva vuelapluma (más estilizada y elegante que las anteriores  y de un brillante color plata) haciendo su tarea de historia, que venía posponiendo hacía semanas, sin ningún ánimo de investigar sobre revueltas de duendes, sucedidas antes de su nacimiento (cualquier suceso que le interesara, debía ser después de su nacimiento, ¿qué sentido tenia saber de él sino?)

Sin embargo, ya era molesto de por si hacer la tarea y si la vuela pluma fallaba y la tenía que rehacer, era probable que comenzara a buscar la manera de deshacerse de fantasmas, para matar  (¿o volver a matar?) a Binns.

Decidió escribirle una carta a su madre. Esta, realmente consternada y algo ofendida porque no los quisiese acompañar a investigar sobre sus raíces, le habia rogado que al menos, si pretendía quedarse en ese colegiucho, le escribiera con regularidad. Draco no le habia prestado demasiada atención, pero ahora tenía la excusa perfecta para usar su vuelapluma nueva y de paso, quitarse de encima a Narcisa.

Draco destrozo sin miramientos el paquete de papel que aún no se habia molestado en abrir y saco el paquete, recubierto con motivos plateados, la firma de su prestigioso abuelo y unas brillantes letras que anunciaban ¡Nuevo prototipo! ¡Vuelapluma conectada a tu mente! ¡Lee tus pensamientos!

Encogiéndose de hombros, Draco la suspendió sobre un pergamino en su escritorio y se recostó cómodamente sobre su cama, observando sus uñas, que Pansy habia pintado mientras dormía y se estaban descascarando lentamente.

—Querida madre…—Fue lo que dicto, sin prestarle real atención a su pluma, mas ocupado en intentar quitar el esmalte negro de sus uñas, ayudado por su varita.

La magia de la vuelaplumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora