Wei Ying y Lan Zhan comenzaron a crear la cabaña donde habitaría, nadie debería saber que estaban ahí por eso le tomo por sorpresa cuando Nie Mingjue lo encontró ahí. ¿Como demonios llegó? Es más ¿Para que lo siguió?.
Tras insistir de hablar sin la presencia del Lan se alejaron.
-No necesitas estar en este horrible páramo, ven conmigo de regreso, no puedes quedarte aquí solitario. No puedo creer que Xichen te mandara aquí-
Wuxian lo vio con molestia -El no me mando aquí, yo elegí este lugar porque es estratégico para mi poder. Estoy bien, no te necesito aquí, gracias de nuevo por salvar al tío Jiang, pero no tengo más que hablar contigo-
-¿Enserio no lo reconsideraras? ¡¿Ni siquiera cuando tu querido Xichen se irá con MengYao?!- dijo el Nie comenzando a gritar molesto
Wuxian lo volteó a ver con unos ojos aterradores -¡Deja de mentir!-
-¡No lo hago!, ese día que te fuiste él pasó la noche con MengYao, siendo "tan correcto" seguro se casara con él apenas acabe la guerra. ¡No le interesas! ¡Vuelve conmigo! Me interesas demasiado, no solo... no solo por tus poderes, vamos, es tu mejor opción-
Wuxian primero sintió que perdía la fuerza. NO. ESO NO TENÍA SENTIDO. Pensó hasta con molestia, el que estuvo con Xichen la noche que se partió fue el mismo Wuxian, le declaró su cariño, incluso le dio su cinta de la frente para que se la devolviera pronto. Cuando se iba a ir busco al MengYao si podía tratarlo ya que su temperatura no bajaba e incluso se desmayó. Esa maldita rata seguramente se aprovecho de la situación. La ira lo inundaba.
-¡WEI YING!- sintió que alguien lo movia para hacerlo volver en sí, volteó y pudo ver un sesgo de preocupación en los ojos de Wangji aún con sus rostro sin cambios.
-Ahora entiendo lo que decías con estratégico, este lugar maldito es un amplificador de tu poder- dijo impresionado el Nie -Cuando entres en razón te esperare- dijo yéndose, no era prudente quedarse con el omega tan inestable.
Wuxian solo se quedó en el suelo una vez que el otro se fue. ¿Que debía hacer? ¿Buscar a Xichen y decirle que pasaba?, no sabía donde estaba, él mismo Lan le dijo que la prioridad era que se estableciera ahí, además no sabía si seguía en Yummeng o había ido a Gusu por sus lesioens. Wuxian se talló la cara, -Vamos Lan Zhan, acabemos rápido aquí, debemos ir a Gusu una vez que este la cabaña-, el otro solo asintió y siguieron trabajando.
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Cuando regresó el Nie a su secta encontró a un muy preocupado MengYao, quien dijo que primero le contara lo que paso. Le narró que encontró a Wuxian en Yiling y que se negó a venir aún estando solo con Wangji, sin detallar sobre lo que sucedió después. Entonces MengYao le dijo que escuchó que atacarian a Gusu, que debía apoyarlos, el otro dijo que mandaría un pequeño grupo y el mismo a ayudar para que no se preocupara.
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Wuxian y Lan Zhan habían trabajado casi sin descanso pero todo estaba listo, se preparaba para salir a Gusu, cuando un ruido cada vez más cerca se escuchaban.
-Vayamonos- dijo el Lan
-Si no nos encuentran aquí irán a Gusu, no permitiré eso- Wangji sabía que eso era cierto, no tenía como refutarlo.
-Te cubrire desde el techo- dijo Wangji.
Wuxian sabía que era lo mejor que no estuviera a su lado ni cerca del suelo. Se preparó, en ese tiempo hizo también una flauta, no había podido usarla, pero hoy parecía que tendría mucho tiempo para practicar, los pasos eran demasiado, agradecía estar casi solos, aún así debían de avisar. Wangji lanzó la señal que acordaron, esperaba que alguien por lo menos supiera que estaban ahí. Debian acabar lo mayor posible en una hora, si no estarían definitivamente en problemas.
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La señal era visible en el cielo de Gusu, pero la pelea era intensa, aún cuando eran menos de los que esperaban debian asegurarse de que nadie pudiera traspasar y dañar su preciado conocimiento. Xichen vio la señal y tuvo la necesidad de correr hacia allá pero no podía dejar a su gente, el era su líder, aún con Mingjue en el lugar no podía darse aquel lujo.
-Acabemos rápido aquí y partiremos ambos- dijo el Nie al notar la duda en el rostro de su amigo, sin importar que pasaba era su amigo y no dudaría en ayudarlo, además seguía herido, una pequeña pelea podría acabar mal con una mala decisión.
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Aquella señal indicó que los Wen encontraron su objetivo. Wen Ruohan acarició el rostro de MengYao -Me haz brindado excelente información, pero espero que pronto termine esta labor y mantengas tu lugar a mi servicio-.
-Si mi señor- dijo MengYao. Había movido sus piezas, ahora solo esperaba que la suerte le sonriera.
