Consejo #5

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Van a seguir todo lo que se mueva de forma atrayente a sus ojos, solo ten cuidado de eso. Cualquier cosa puede servir para activarlos y créeme, va a doler si estás cerca.

Flashback

Ahora que me veo en mi espejo de mano acabo de tener un recuerdo en donde Nayeon le preguntaba a su reflejo quién era la más hermosa.

Obviamente esa es mi novia.

Pensando en ello, ¿dónde está?

Casi siempre está durmiendo en algún mueble o frotándose contra mí, aunque ahora no la veo por ningún sitio.

Moví la cabeza hacia todos lados mientras con mi mano me apoyaba en el cobertor del sofá para girar mi cuerpo.

Grande fue mi sorpresa al verla saltar desde un lugar que no alcance a ver hacia la pequeña luz que mi espejo reflejaba.

Jisoo, casi me da un infarto.

— Ahí estabas — gruñí sin aliento por el susto que me llevé mientras cerraba el pequeño espejo y lo lanzaba al sofá.

Volteó a verme y puedo jurar que sentí a mi alma alejarse de mi cuerpo para dejarme a mi suerte.

Su cola se movía con furia mientras que sus orejitas estaban elevadas y sus pupilas se hallaban tan dilatadas que sus orbes parecían de color negro.

Tal vez si no hago movimientos bruscos no huela mi miedo.

Con cuidado me levanté del sofá y caminé lo más lento que podía a cualquier lugar seguro a la vez que no perdía la vista de ella.

Reconozco esa faceta de Mina y solo significa una cosa.

Arañazos por todos lados.

Ella no separaba su vista de mí y ya me daba escalofríos.

A pesar de mis intentos, con una energía que casi nunca muestra, Mina salió corriendo a mi dirección antes de saltar sobre mí.

Y como mi suerte es tan buena, la que chocó contra el suelo fui yo acompañado del peso de una híbrida que clavó sus garras en mi ropa.

¿Porqué me das mala suerte, Jihyo? Es porque ya no te rezo todas la noches, ¿no?

Mina apegó su cuerpo completamente al mío. Pude sentir su corazón acelerado, su respiración se hallaba del mismo modo y chocaba en mi cuello.

Me dediqué a dar caricias en su espalda para calmarla. A veces, al jugar o incluso de la nada, le dan esos subidones de energía y suele lanzarse contra todo.

En este caso, contra mí.

Pero hey, al menos no me arañó.

Pasó su lengua áspera por mi cuello unos momentos y luego se separó. Solo con ver que sus ojos se ven normales puedo decir que ya no hay peligro.

Aish, enserio no puedo enojarme con ella. ¡Solo mira esa carita preciosa!

Se acomodó sobre mí y empezó a emanar calor, abrazándome por el cuello. Es muy cómodo.

Espera, no se está moviendo.

— Ay no. Mina, no te duermas — pedí mientras la sacudía. No es tan liviana como parece y seguimos en el suelo. Yo con un dolor de trasero fatal ya que esa zona fue la que recibió todo el golpe — Sharon, no me obligues a echarte agua.

Sus orejitas se pegaron a su cabeza y ella subió la mirada con cara de susto.

— Es que eres muy cómoda, como un peluche de tigre, y estoy agotada.

Claro, le dan golpes de energía y después duerme por el resto del día, aunque no es muy diferente de su rutina diaria.

— Está bien, pero hay que pararnos. Me duele el trasero — coloqué mis manos en sus hombros y la empujé un poco para al menos animarla a no quedar inconsciente sobre mí.

Y otra vez pude ver una energía que muy raramente muestra. De un salto se puso de pie y me tomó en brazos.

A veces me pregunto en dónde guarda esos músculos.

A diferencia de lo que pensé, caminó al sofá y se sentó con cuidado, dejándome sobre sus muslos antes de desplomarse hacia atrás, suspirando con pesadez — Jamás creí que haría tanto esfuerzo físico como hoy.

— Solo has caminado unos pasos — reí al mismo tiempo que acariciaba sus mejillas, sonriendo al sentirlas calientes.

Solo apartó la mirada sin tratar de refutar. Es la verdad, lo sabe y lo acepta sin problemas.

— ¿Aún te duele? — me preguntó de la nada con una mirada preocupada. Creo que es obvio a lo que se refiere.

— No mucho — tranquilicé dejando un beso en su mejilla y dando caricias en sus orejitas.

Puedo sentir que está algo ansiosa por su cola, se está moviendo como si diese latigazos al sofá, por lo que es mejor calmarla antes de que empiece a arañar cosas por estrés.

Es un poco sensible mi Minari.

Su pecho vibraba con cada ronroneo casual que daba y era tan relajante que me encantaría quedarme aquí a dormir con ella, pero lamentablemente tengo algunas cosas por terminar.

Cuando supe que ya estaba dormida me levanté con cuidado de su encima. Debo de admitir que es lindo estar con ella así y también su carita preocupada es adorable pero de todas formas no deseo volver a recibir un golpe en el trasero por algún subidón de energía que le dio a causa de su instinto de seguir lo que se mueva frente a sus ojos.

¡Así que quedan prohibidos los espejos de mano en esta casa!

¡Así que quedan prohibidos los espejos de mano en esta casa!

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A/N: Actualicé tarde y pido perdón.

Cómo cuidar a tu híbrida | MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora