𝟤𝟪🌊𝐸𝓁 𝒸𝑜𝓁𝓁𝒶𝓇 𝒸𝑒𝓁𝑒𝓈𝓉𝒾𝒶𝓁.

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Ya habían pasado dos días desde lo de la luna roja, y en este tiempo sólo fui llenada de felicitaciones y privilegios que me hicieron muy feliz, sin embargo, había un vacío en mí que nada podía llenarlo; mi familia. Según yo, cuando por fin pasara esto, volvería a mi hogar y a mi vida, pero habían pasado tantas cosas, que me había logrado enamorar del lugar y me había enamorado de una persona. Y eso era extraño, más que nada, porque no sabía que éramos, pero ya nos besábamos e incluso dormíamos juntos, no sabía si aquí no existía eso de las relaciones, de hecho no sabía muchas cosas de esta sociedad y eso me daba miedo y más por parte de Bruno, porque al no saber si éramos algo o no, temía de lo que sucedía o cómo era nuestra relación frente a todos, sin embargo, no quería albergar mis pensamientos sobre eso, sino quería mantener mi mente tranquila para la fiesta que sucedería en estos instantes, o mejor dicho, la tipo coronación que me iban al dar, porque al ser una heroína de aquí me darían el collar celestial en donde todos los poderes que habían tenido los anteriores reyes, yo los dominaría. Y ese collar sería mío hasta el día de mi muerte, y mientras fuera mío era parte de la familia real.

Cuando me dijeron todo lo que conllevaba aquello, la felicidad me invadió y me dejé arreglar por la misma mujer de siempre para esto, de hecho, habían llamado a otra, pero yo la pedí nuevamente a la rubia porque sabía que tenía que desnudarme ante ella y pues con la rubia había tomado ya confianza, por eso, cuando me desnudé y ella comenzó a vestirme con un vestido rosa claro, con un adorno floral en los senos, sonreí y ella me colocó la misma corona de la otra vez, alegrándome por la forma en que me miraba.

Pero, como si la desgracia me invadiera, aquella felicidad desapareció cuando recordé a Gabriel y a mi familia, este primero, a pesar que me dolía que estuviera con alguien más conversando alegre y muy apegados, quedaron muchas cosas por resolver, y mi familia, aunque sabía que cuando regresara tendría un horrible castigo; tenía que volver a aclarar las cosas y despedirme de buena manera, haciéndolos saber que estaré bien. Y en eso, pensé en Marina y que estaría haciendo, si estaría en la isla en dónde nos llevó o en donde estaba en verdad, porque ella ya se había despedido de mí.

"El clima era agradable, pero todos teníamos que volver a nuestro hogar y cuando estaba dispuesta a hundirme, Bruno sostuvo mi mano deteniéndome y señalando atrás, exactamente a Marina que estaba en una piedra sentada, dándonos la espalda.

Al principio no entendí que hacía ahí, hasta que Bruno me llevó con ella y está al verme y recorrerme con la mirada, dejó de prestarme atención y desvió la mirada, luego los reyes y Eloy se acercaron y comenzaron a hablar con ella, deseándole lo mejor y agradeciéndole, entonces, Bruno también le agradeció y ella asintió, y en ese instante es que nuevamente atraje la atención de ella, me miró con burla, para después hablar.

Vaya, por poco me defraudas soltó con burla y asentí, tratando de ignorar aquel comentario para no sentirme mal.

Gracias por tu ánimo.

Era broma soltó con una sonrisa, pegándome en el hombro y yo di una media sonrisa. La verdad es que si me sorprendiste.

¿Enserio? cuestioné con duda y Marina asintió con una sonrisa, dejándome perpleja.

Toda una heroína murmuró con una sonrisa, haciéndome sentir mejor. Te mereces lo mejor.

¿Gracias? solté más como pregunta que agradecimiento, haciendo que Bruno y Marina se rieran de mí, haciéndome sentir avergonzada y por eso, el pelinegro me pegó a su cuerpo y me beso en la mejilla tratando de calmarme, lográndolo en el proceso.

Oye... dijo Marina atrayendo mi atención—, te tengo un gran aprecio, aunque no lo creas. Estoy orgullosa de ti. Sólo... al principio no creía en ti, pero ya lo hago.

Al escucharla decir aquello sonreí viéndola a los ojos y viendo cada facción de su rostro, dándome cuenta que de verdad decía eso, que no jugaba y por eso volví a hablar.

Espero que con eso podamos ser amigas murmuré esperanzada y ella amplío su sonrisa, dejándome contemplar de mejor forma sus dientes afilados.

¿Todos tendrán los dientes de esa manera y por eso Bruno y Kaleb me hacían daño al besarme? La verdad es que antes no les había puesto atención, pero tal vez así era, y sí es que me quedaba aquí, ¿los dientes se me harían igual o ellos habían nacido así? Eso era una gran duda.

No... murmuró la mujer atrayéndome a la realidad, y la miré confundida—. Yo ya me voy. Ya cumplí mi deber aquí y quiero estar sola por un tiempo.

¿Volverás? cuestioné al instante, mirándola con detenimiento y ella me volvió a sonreír.

Nunca antes me había sonreído tanto, que hasta ahora que lo hacía seguido, me daba cuenta que tenía una bella sonrisa.

Podrías ir a verme ofreció la mujer, haciéndome sentir complacida. Ya sabes dónde estoy siempre.

Al instante, ambas nos sonreímos y nos abrazamos, haciéndome sentir mejor y cuando estaba en vuelta en sus brazos, se acercó a mi oído para hablarme, diciéndome algo un tanto inusual.

Mucha suerte en todo.

Y eso fue lo último que me dijo, porque después, saltó al mar y desapareció en este, dejándome sola con Bruno y él y yo nos introducimos también al océano, pero no nos encontramos y eso fue extraño."

Entonces, la rubia me despertó de mi ensoñación y salí de la habitación, caminando en los pasillos con pasos seguros hasta llegar a la misma puerta de siempre, y al hacerlo, me encontré a Bruno, que tomó de mi mano y me encaminó hacía lo que estaba en ese cuarto.

Cuando él abrió la puerta, las personas estaban cerca de estas, haciendo un camino hacia los reyes, en donde ambos pasamos, y ahí, cuando estuve frente a ellos, Jared me colocó el collar celestial, se quitó su corona y se la paso a su hijo, y ambos nos sentamos en el trono atrayendo los aplausos de todos en el lugar, orgullosos.

Al principio, me sentí nerviosa, porque parecía que Eloy y yo éramos pareja, pero no era así. Era lo que se esperaba, pero yo ya le pertenecía a Bruno, así que sólo era la compañera de Eloy en sus decisiones hasta que este tuviera su pareja.

Y por eso sonreí orgullosa al ver a todos felices y cuando busqué con la mirada a Bruno y me di cuenta de su descontento, algo en mí me dijo que algo estaba mal.

En el océano, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧

2 | 𝐸𝓃 𝑒𝓁 𝒶𝒷𝒾𝓈𝓂𝑜 𝒹𝑒𝓁 𝑜𝒸é𝒶𝓃𝑜.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora