✨ 𝖆𝖟𝖚𝖑 ✨

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El sonido de la guitarra, las parejas bailando. La mesa ocupada sólo por él. Una copa de vino en su mano.

Al aire libre, bajo el cielo nocturno. Estrellas abandonadas. Azul oscuro por encima de su cabeza.

Cruzó las piernas delgadas, se soltó la chalina y bebió de su copa. El alcohol en sus venas, regalando un poco de calor en la brisa de la noche.

Estaba solo, las personas en las demás mesas, algunas parejas bailando en el espacio libre, la banda en vivo tocando algo de jazz.

Minghao frunció los labios y alzó la vista al cielo. El lunar debajo de su ojo. Brillantes sus pupilas. Meneó la copa y se dejó abrazar por la música que tenía un sabor melancólico.

"Perfecto para la ocasión..." pensó con amargura.

Estaba destrozado. El único amor de su vida y él se habían separado. ¿Cuáles eran sus razones? ¿Quién fue el primero en decir adiós? ¿Se había acabado el amor?

No, el amor seguía ahí. ¿Entonces cuál había sido el error?

Fue él, aquel que puso un alto. Aquel que pidió distancia, un tiempo...

¿Cuál había sido el error?

Sentía que no podía seguir de pie. Estaba destrozado.

Miró a su alrededor con el nudo en la garganta. Las demás parejas rodeando aquel espacio como un halo al sol.

Extrañaba al amor de su vida. A su alma gemela que había dejado atrás. Situaciones de la vida, obstáculos de la vid.

Estaba solo, en su aniversario. Cumplirían cinco años... sino fuera por su separación reciente.

Quiso reír con amargura. Ahí estaba, de idiota, en el lugar que acostumbraban a celebrar cada año en esa fecha. Extrañando al hombre que había rezagado. ¿No había quedado claro?

Pero su corazón seguía aferrado. ¿Cómo no?

Suspiró y ya no pudo contener una lágrima que se desbordó y rodó por su alto pómulo, con la copa alzada al lado de su rostro y mirando hacia el mantel rojo de la mesa solitaria.

Entonces un roce gentil acarició su rostro, llevándose esa lágrima consigo. Limpiando el azul de su cara.

Alzó la mirada sorprendido y unos ojos negros lo conocieron. No, sus miradas se reconocieron.

Parpadeó, incrédulo de la imagen frente a él. El alto hombre sonrió con tristeza.

—¿Está ocupado este asiento?

Minghao sonrió suavemente y negó con la cabeza. Se limpió otra lágrima antes de que cayera y se aguantó las demás.

Mingyu se sentó en la silla frente a él. Tenía un traje negro y una camisa roja muy elegante, que ya antes le había visto Minghao muchas veces. Él se la había regalado, aquella camisa carmesí que tan bien contrastaba con su morena piel.

Hubo un silencio tranquilo entre ellos. La música aún de fondo.

Minghao se atrevió a mirar directamente a Mingyu, ¿cuánto tiempo sin verlo ya? Su iris castaño bebió la imagen. Una obra de arte de efímera posición, pues Mingyu miró hacia las parejas bailando, sin estarse quieto.

No se lo esperaba ahí.

Ese sería su primer año sin estar juntos.

Pero no fue así. Pues estaba con él.

—Sigues usando aquel perfume que te regalé.

Por fin Mingyu habló.

—¿Te diste cuenta? —Minghao bajó su copa de vino.

Azul (GyuHao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora