Capítulo 45

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Los Weisz estaban en el cuarto de Zaid, por suerte todo salió bien, su hijo evolucionaba en las mejores condiciones.

—Mamá, papá, lo estoy diciendo enserio. Yo vi esa magia cubrir a Romina, no era mía. — tenía mucho que procesar Zaid— el bebé de Romina, es mío. —

—Hasta que por fin me lo dices Weisz — lo regaño Greta— ¿Qué querías?  ¿Que esperará a que naciera mi nieto? Dereck dile algo a tu hijo—

—Mama, tú lo sabías — Greta solo suspiró y asintió —¿Desde cuando?—

—Hijo, tu mamá y yo, ya lo sabíamos — le explico Dereck — no se qué pasó entre tú y Romina, bueno, si. Nos damos una idea, los bebés no se hacen solos — divertido, Zaid se removió incomodo— tú madre identificó la magia del bebé, desde antes que ella anunciara su embarazo. —

—Pero no hemos dicho nada, por dos razones, la primera quería que tú no lo dijeras y segundo mira cómo estás mi amorcito — Greta besándole la frente a su hijo — nos están cazando, Zaid. A ti y a mi, tu abuelo Charles siempre estaba de incógnito. Por eso dejo que mi madre y Peter O'Connell estuvieran juntos para criarme. Sino hubiera muerto desde hace mucho — Dereck la abrazo por los hombros, aún era sensible el tema de Charles Porttman.

—Mamá, yo no quiero que le pase nada a la muñequita o a mi bebé — preocupado, Greta se estaba sintiendo culpable.

—Perdóname Zaid — llorando — sino hubiera despertado mi magia cuando venías en camino, ahorita no tendrías estos problemas. —le acarició con delicadeza el rostro.

—Fue lo mejor que pudiste hacer amor, lo sabes. No me hubiera perdonado, si les hubiera hecho daño a ambos —Zaid asintió a lo que decía Dereck.

—¡Ey mamá!— tratando de animarla— no es tu culpa, era algo que iba a despertar de todas maneras, nunca vuelvas a sentirte culpable —sonrió con cierta nostalgia — ¿Sabes de que color es la magia de tu nieto o nieta?— Greta negó — es verde, mamá es como la del abuelo Charles— ambos se abrazaron con nostalgia.

Dereck solo veía a su pequeña familia y los abrazaba.

—James, esto es absurdo— decía Romina en brazos del arcángel mientras la llevaba a la ciudad celestial. Por órdenes de Mateo, Romina se tenía que mantener en la ciudad celestial por seguridad —yo estoy bien, no me va a pasar nada—

—Órdenes son órdenes Romy, es por tu seguridad y la nuestro bebé —le acarició el vientre y sonrió al sentir como el bebé se movió.

—Pero le prometí a Zaid ir a visitarlo —bajo la mirada, pero sonrió al sentir como se movía su bebé— ya quiero que nazca James, ya quiero conocerlo o conocerla— como toda mamá ilusionada. James la llevaba por las calles de la ciudad celestial, sin bajarla.

—No puedo creer que mi bebé, será mitad lobo, mitad arcángel y un cuarto de vampiro — llegaron a la casa de Romina y la chica se fue a sentar a su sillón — necesitare que me expliques cómo comunicarme con él cuando sea lobo o loba—

—De hecho, mi tío Endel me ha comentado que quizás sea más arcángel, porque como cambiaron mi genética ahora soy más arcángel que loba—los futuros padres platicaban muy bien— me tendrás que explicar como ayudo a un recién nacido a volar — frunciendo el ceño.

Días más tarde, Romina  esperaba pacientemente a su padrino que le traía noticias de Zaid.

Le faltaba una semana para dar a luz.

—Ándale Romy, sonríe para la cámara — James le estaba tomando fotos, en el pastizal. —Que hermosa te ves — traia un vestido de seda blanca y su cabello estaba adornado con flores del mismo color.

Romina sonreía a fuerzas, no tenía el mejor humor, estaba preocupada por su amado. Hasta que vio a su padrino y a lado de él.

Ahí estaba él, con una sonrisa, en su traje impecable, Romina querría correr a abrazarlo, estaba soñando. Se sonrojó, la miraba como tanto le encantaba.

—¿Llegue tarde a la sesión de fotos?— le preguntó Zaid a James, el arcángel negó y le indicó el lugar.

—Faltas tú, ya Romina y yo nos tomamos fotos. Como pareja de la madre de mi hijo o hija, vas a estar siempre con mi bebé— Zaid alzó la ceja, para después asentir, por el momento no podía decir nada.

—¿Me extrañas—no alcanzo a terminar la respuesta, porque Romina ya lo estaba besando, cosa que no le molesto para nada.

—No preguntes cosas obvias Weisz— la picardía de Romina, le encantaba.

—Te ves hermosa muñequita— le confesó Zaid, las fotos les salieron naturales.

Esa misma noche, temblando toque la puerta donde vivía Zaid en la ciudad celestial. Era de madrugada, estaba cubierta con mi bata para dormir, necesitaba una explicación.

—¿Qué pasa mi muñequita?— bostezando, "malditas hormonas" pensé al verlo sin camisa —¿se te hace costumbre visitarme en la madrugada? ¿Bebé y tú están bien?— concéntrate.

—Quiero una explicación Zaid— se hizo a un lado y me dejo pasar — estaba teniendo pesadillas con ese ser, que me hicieron levantarme — desabrochándome la bata— noté algo peculiar — me levante la blusa lo suficiente para mostrar mi vientre abultado, que estaba brillando, una tenue luz de magia verde lo cubría. —¿Algo que decir?—

Zaid solo sonrió y le acarició el vientre, bajo a la altura del mismo —Hermoso bebé— respondía como loco mi bebé, se movía mucho, Zaid desde el principio estaba acostumbrado a hablarle a mi bebé— cuidando a tu mami, estoy orgulloso de ti —estaba en shock.

—¿Qué le hiciste al bebé?—  le pregunté con cuidado, tratando de no perder la calma.  —Zaid Weisz, respóndeme — ya me estaba enojando — esa magia no es tuya, ni es de tu mamá. — el cruzó los brazos mirándome mal.

—Yo no le hice nada a mi bebé, muñequita. Esta magia es la de él, nata. Te ha estado cuidando todos estos meses—estaba hiperventilando, no podía ser cierto. Zaid me tomo del rostro — amor, es mi hijo, reconócelo. Siente su magia — tenía una mirada más alegre, con una sonrisa— me vas a convertir en papá—

—Oh Dios — una sonrisa salió de mi rostro, comencé a llorar. De pronto, estaba en una burbuja perfecta, tendría un hijo del amor de mi vida. Lo bese con una sonrisa — te amo, te amo tanto — entre besos.

—Te amo mucho más, mejor dicho los amo mucho —también llorando—no sabes lo feliz que me haces—

—¿Quién lo diría? Ya habrá tres personas con tu tipo de magia, te salve de la extinción Wei—me calle, mi sonrisa tranquila pasó a ser sonrisa preocupada — amor, nuestra bebé -llorando— no quiero que le pase nada.—

—Lo sé, lo sé — me abrazo acariciando mi vientre — lo voy a proteger amor, pero para eso necesitaremos que las cosas sigan su curso. — suspiró — créeme lo he pensado mucho y me duele mucho esto, más de lo que imaginas —

—¿Que estás diciendo Zaid? — tratando de calmarme.

—Que James tiene que seguir siendo el padre de mi bebé, hasta que le demos caza a todas las brujas esas, no quiero correr el riesgo —seguía acariciando mi vientre, sonrió al sentir que mi bebé se movía— me has dado el regalo más hermoso de todos— llorando — sonara egoísta, pero muy en el fondo yo quería ser el papá de tu bebé— se rio — ahora no se que hacer, estoy desbordando de alegría y a la vez estoy aterrado por la seguridad de mi hijo —

Lo bese, necesitaba calmar su preocupación era la misma que yo sentía, pero no quería que se desmoronara.

Zaid me correspondió al beso, acercandome más a él. — mi amor — al sentir como me besaba el  cuello.

—Me encantas tanto — solo sentí como me llevaba a su habitación cargada, lo besaba con necesidad.

Déjame volar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora