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– ¡ji sun hee ven para acá! –exclamó un fastidiado dongyoung, con un lindo vestido de cuadros blancos y amarillos en manos, corriendo alrededor de toda la pequeña pero acogedora casa.

– ¡no me alcanzarás papi! –rió la menor en pañales, mientras se escondía detrás del blanco y cómodo sofá que se ubicaba en la sala.

– te tengo –sonrió victorioso el padre de la niña, tomándola en brazos y llevándola a la habitación para poder colocarle la prenda.

– papi ¿vendrá el señor jung y su hijo?

– si cariño, también vendrá el señor seo, su hija, tus primos, tus tíos y tus abuelos.

– ¿vendrá el el tío renjun y el tío jaemin? di que sí

– vendrán, sí, eres una convenenciera, esta vez no te traerán nada –le sacó la lengua a la menor a través de el espejo mientras la peinaba unas lindas coletas frente a este.

luego de que ambos quedaran limpios y con sus pulcras prendas puestas, dongyoung comenzó a decorar la ya limpia y recogida casa, sacó del horno el pastel que había horneado y le comenzó a colocar betún y coloridas decoraciones con ayuda de la menor.

– ¡listo! terminamos –chocó las manos con su hija y la bajó del banco en el cual se encontraba para decorar su pastel.

– papi ya estoy muy cansada, la fiesta se cancela, voy a dormir –comentó dramáticamente, mientras fingía roncar.

– hansol tenía razón cuando decía que te parecías a mi –murmuró– pero está bien, tus abuelos no te traerán regalos –sonrió divertido mientras acomodaba la comida que había preparado  en el comedor.

– ¿qué? ¡papi, no digas eso!

antes de que su padre pudiera responder algo, se escuchó el timbre de la casa, espantando a la menor la cuál corrió detrás del mayor.

– muy tarde, ya no se puede cancelar la fiesta.

dongyoung se dirigió a la puerta con su hija detrás suyo, su sonrisa se amplió al ver a sus compañeros, youngho y yoonoh, ambos con una sonrisa mientras lo miraban.

¡oh! el sentía que desfallecería ahí mismo, frente a los dos altos y guapos hombres. pero esos sentimientos fueron eliminados cuando un par de niños con cajas en sus manos le saludaron con emoción, ha neul, la hija de seo, y dongyul, el hijo de jung.

ambos hombres eran divorciados, dongyoung era viudo desde hace ya cuatro años, cuando su esposo, ya antes mencionado, hansol, falleció debido a un accidente mientras viajaba en avión de regreso a corea, dejándolo a el sólo, con ocho meses de embarazo, decaído, ya que extrañaba como los brazos del más alto lo abrazaban con tanto amor y cariño al dormir, como sus grandes y cálidas manos acariciaban su cuerpo y como su simple existencia hacia revolotear todo su ser.

– ¡hola! qué alegría verlos aquí, pasen –con las mejillas levemente rosadas, se removió de su lugar para que los invitados pasaran.

su hija, feliz recibió los regalos que los menores cargaban entre sus manos, con emoción, los niños se dirigieron a la recámara de sun hee, seguramente a arruinar el trabajo que su padre hizo recogiendo todos los juguetes de la menor, con expresión preocupada dongyoung observó como los pequeños empezaban a sacar todos los juguetes mientras reían.

– ¡sun, abriremos los regalos luego!

– ¡si papi! –replicó, dongyoung suavizó su rostro y se dirigió a la sala, donde se encontraban los padres de los niños.

– ¿gustan algo de beber?

– yo quiero agua, por favor

– yo también –dongyoung sonrió y se dirigió a la cocina, tomó un par de vasos, les vació agua de la jarra y regresó a dónde los dos hombres.

birthday ' johnjaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora