Soñadora

Decisiones

Ya es entrada la madrugada, aún sigo delante de la computadora esperando la tan ansiada notificación que cambiaría mi vida. Todo mi futuro dependía de este momento, a partir de ahí me tocaba decidir que rumbo tomar.
Me levanto de la silla y comienzo a caminar por la habitación mientras doy vueltas a mis hombros para liberar la tensión almacenada en estos. Entonces comienzo a pensar como era todo antes de este punto en él que me encontraba.

Durante toda mi vida nunca había salido de mi pueblo natal, Castle Combe que está separado de Londres por tan solo 167 kilómetros. Desde que mis padres decidieron casarse viven ahí, un pueblo pequeño y acogedor donde todos se conocen.
Dicho que esto último no es de extrañar ya que cuenta con 350 habitantes entre ellos mi familia y yo, en ocasiones he de decir que es genial ser todos conocidos pero como ya es bien sabido,  pueblo pequeño equivale a que tus problemas o secretos no son tuyos, son de la comunidad.
Así que fue una sorpresa para todos cuando descubrieron que la chica tímida que vomitaba solo por hablar delante de todos, o sea yo, estuvo ocultando su pasión por él baile durante siete tiernos años. Antes de esto yo pasaba desapercibida hasta en mi casa, iba a la escuela, luego a mi trabajo y volvía a la casa.

A ojos de la gente esa era mi aburrida rutina, pero desde mi perspectiva la cosa era más interesante y agotadora.

Mis días comenzaban una hora antes que las demás personas en las que me ejercitaba y calentaba; luego lo usual, es decir, me preparaba para la escuela como cualquier estudiante de preparatoria, iba a clases, luego mi trabajo y en la tarde cuando todos me creían en casa me encontraba en él salón de baile abandonado de la señora Harris, volvía a mi casa tomaba una ducha y luego de mis deberes y la cena continuaba perfeccionando mis pasos hasta entrada la madrugada.
Fue así durante mucho tiempo, hasta que la señora Harris decidió poner en venta él local y fui cogida infraganti por ella y su posible comprador.
Después de eso todos, cuando digo todos hablo de TODOS, posiblemente hasta él sapo de la charca mas lejana del pueblo vecino, supieron que Hillary West era una aspirante a bailarina y no solo eso sino que también "sabia mover él bote".

La historia llegó a oído de mis padres como es obvio que sucedería y ellos me prohibieron volver a pensar si quiera en bailar, alegando que él baile no da un futuro certero. Hoy hace tres semanas de que desobedecí su mandato en secreto, mi cumpleaños número diecisiete es en menos de veinticuatro horas y tomé la decisión de arriesgarlo todo participando en una audición online para ser aprendiz de una importante compañía de entretenimiento surcoreana.

Olvidé mencionarlo, descubrí mi pasión hacia él baile luego de ver un concierto de unas ídolos o cantantes coreanas. Desde entonces me concidero gran fan de la cultura asiática, y mi sueño es llegar a Corea y debutar. Por eso me encontraba así, a las tres de la mañana sentada en mi habitación esperando un correo que me confirmara él estado de mi audición. Él tiempo parecía haberse congelado, las manecillas del reloj giraban con exagerada lentitud como si se burlaran de mi. Entre tanto esperar me sobresalte ante él sonido tan esperado.
Mis manos temblaban sudorosas y mi corazón no dejaba de martillar contra mis costillas. En ese momento sólo pasaban por mi cabeza él porque me escogerían a mi por encima de personas que llevan toda su vida preparándose para esto, a mi que no tenía ningún tipo de asesoramiento en esa área.
Ignorando toda esa negatividad lo más que pude, abrí la aplicación y mi corazón se estrujó en mi pecho en cuanto leí las primeras palabras:

Felicidades. usted a logrado superar la primera etapa de la audición. Él siguiente paso sería viajar donde nosotros para hacer una evaluación mas justa junto a los demás aspiradores a aprendices...

Iba a explotar, en serio creí que explotaría de alegría. Pero toda esa emoción fue sustituida rápidamente por una extraña ansiedad. Si me iba no vería mas a mis padres o a mis hermanos pequeños, los gemelos eran lo que más me motivaban a cumplir mis sueños y tenía que dejarlos atrás.

"Por primera vez deberías solo pensar en ti"

Recuerdo que había dicho la abuela en su ultima visita antes de morir. Así que tomé una gran bocanada de aire olvidando mis sentimientos encontrados y guardé rápido las cosas necesarias en una mochila. Si me iba a ir, lo haría de una vez antes de que todo me resultase más difícil. Tomé mi teléfono, la mochila y salí de mi cuarto en dirección a las habitaciones de los gemelos donde me despedí de cada uno prometiendo que volvería algún día y que mi marcha no habrá sido en vano. Y así, con esos últimos susurros en sus oídos desaparecí de Castle Combe y de todo lo que había sido conocido un día para mi.

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Corea era tal y como lo imaginé, cientos de personas corriendo apuradas a sus trabajos u hogares, los grandes edificios de Seul con anuncios de la nueva linea de maquillaje que prometía dejarte él rostro como de porcelana. En mi primer día visité él río Han y la torre Namsang quedando encantada con el lugar. Aunque no dominaba él coreano, las personas jóvenes comprendían él inglés y mi estadía en la ciudad no fue difícil.
Probé kimchi, gimbap y pastelitos de pescado. Fui a un baño público y cogí él autobús tal y como lo hacían las protagonistas de los doramas. Todo era tan nuevo y llamativo para mi que demoré más de quince minutos en declararme oficialmente enamorada de la tierra que mis pies pisaban. Pero ya era momento de acabar con mi etapa de turista, yo esta ahí para otra cosa. Así que decidida me acerque a una joven pareja para pedir instrucciones.

— Buenos días, me gustaría saber ¿donde queda  Big Hit Enterrainment? — La chica me miró raro, repasandome con la mirada lo cual se me hizo desagradable y de mala educación llevandome una no grata idea sobre ella.

— Disculpa pero no te entendemos. —Dijo él chico lo mejor que pudo.

Vaya, no todos entienden él inglés, debía tomar nota.

— Ayuda... Dirección... Llegar... Big Bit Entertainment...—Dije como pude recordando algunas palabras en coreano, haciendo que la cara de confusión de mis acompañantes se transformara a una gran sonrisa.

Según estos chicos me encontraba del lado equivocado de la ciudad. Siguiendo sus indicaciones me monté en un autobús que me dejó a una calle de la compañía.

"Bien" Suspiré, ya estaba aquí por lo que no había marcha atrás. Armada de valor crucé las grandes puertas, enfrentando así mi futuro. "O no" En realidad no me enfrentaba a mi futuro, sino a una gran masa corporal.
Él choque provoco que me lastimara de algún modo la cabeza por lo que dolía un poco. Cuando levanté la vista para enfrentarme a mi obstáculo mi respiración se detuvo, ante mi estaba él chico por él que llevaba cuatro años suspirando. Aún embobada contemplaba su bella y cuadrada sonrisa. Necesitaba reaccionar por lo que opte por pellizcar mi mano reaccionando inmediatamente al dolor y quedando como una total idiota delante de mi amor platónico.

"Genial Hillary, no puedes ser más idiota, es simplemente genial"

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¡¡¡¡HOLA GENTE HERMOSA!!!!
BIENVENIDOS A ESTE MÁGICO UNIVERSO DONDE NUESTRAS FANTASÍAS SE HACEN REALIDAD. NUNCA ANTES GABI TRATADO DE HACER ESTO O ALGO QUE SE LE ASEMEJE PERO ESPERO EL APOYO DE TODOS...
SOY ENGENE HACE COMO TRES MESES, PUEDE QUE MENOS, PERO AMO A LOS CHICOS COMO X1000000000...
ESPERO LES GUSTE.
SE DESPIDE SUCULENTAMENTE ANATUX CORTE Y FUERA.