La Oscura Bruja de Gryffindor

¿Tu nombre en el cáliz? ¿Es una broma, verdad?

     Las clases siguieron transcurriendo y para mi suerte ya no le habían bajado puntos a Griffyndor por mi culpa, creo que en muchos años fui una de las menos deseadas en esa casa.
Había ido al comedor sola ya que después del problema que tuve en la clase de ‘’Ojo loco’’ no había vuelto a ver a Hermione, Harry o a Ron.
Picaba la comida con cierta tristeza al darme cuenta que hasta el sonido de Ron comiendo era lo que me alegraba el día y eso que no llevaba casi nada en Hogwarts.

- Hola, ____. – Dijo una voz familiar y amigable detrás de mí, mejor dicho… dos voces.
- Que paso, chicos? – Dije poniéndome alejando el plato que estaba frente a mí.
- Por que tan sola? Siempre te veo con mi hermano, Hermione y Harry. – Pregunto George rodeándome con su brazo.
- No lo se, ahora nadie de Gryffindor quiere hablarme por lo que paso en la clase de Moody. – Dije recargándome en el hombro de George.
- Y nosotros que somos? Águilas? Serpientes? Además a Harry y a Ron le han bajado más puntos y nadie se enoja con ellos. – Dijo Fred acercándose a mi.
- No solo es eso, con eso que dijo el sombrero sobre que soy la heredera de Slytherin creo que todos me toman como la persona macabra que era… como se llama? Voldem… - Iba a decir pero Fred me tapo la boca.
- SHHHHHHHHHHHHH! No se puede decir su nombre! – Dijo George. – Solo dile el Tu-Sabes-Quien.
- Vamos! Es solo un nombre! – Dije algo sorprendida a su comentario. 
- Vamos a cambiar de tema. Nos acompañas al cáliz? – Pregunto Fred.
- Porque? – Dije sin entender.
- Para poner nuestros nombres! – Dijo George poniéndose de pie.
- Pero tienen 16 y solo es para personas de 17 en adelante. – Dije viendo a Fred.
- Pero tenemos nuestros trucos. – Dijo Fred malicioso. – Vienes?
- Claro, me gustaría verlos hacer el ridículo.
- Vamos a apostar algo, si perdemos te pagamos 5 galeones cada uno pero si ganamos…
- Tendrás que besar a Fred. – Dijo George cruzado de brazos.
- Trato, aunque no sé que son galeones yo EN LA VIDA pierdo. – Dije segura.
- Si tu dices, Schmidt. – Dijo Fred abrazándome de la cintura mientras caminábamos. – Pero aunque no lo creas, estos labios llevan mucho sin sentir otros y déjame decirte que los tuyos no son nada malos. 
- Gracias, creo? Pero no van a ganar.

Llegamos a la sala iluminada por fuego azulado. Ahí se encontraba mucha gente que la verdad no entendía para que… solo veían a otras personas poner su nombre en el cáliz e irse.
A lo lejos pude divisar tres cabezas, mejor dicho 7 cabezas conocidas y una desconocida. Cerca del cáliz se encontraban Harry y Ron hablando sobre el torneo, Hermione en las gradas mientras leía un libro, mi dulce y apuesto amigo tejón, Cedric y en la esquina del cuarto la persona dulce que conocí hoy rodeada de puros estúpidos. La dulce Bell, rodeada del asqueroso rubio platinado, Draco Malfoy junto a una chica más pequeña que parecían estar… coqueteando? Bueno, y a mi que eso? Y al final la chica cara de cerdo que no recuerdo su nombre con una expresión de celos. Creo que alguien le gusta los asquerosos platinados.
Vi a lo lejos a mi amigo Diggory depositando detenidamente su nombre, como muchos otros aplaudí ante aquel acto. Ron saludo felizmente a Cedric pero él lo ignoro completamente, Diggory estaba a punto de salir con sus amigos cuando volteó su vista hacia mi. Estaba a punto de saludarme muy dulcemente hasta yo retrocedí un paso hacia atrás. El me miro desconcertado a lo que le respondí ‘’si quieres saludarme, primero tienes que saludar a mis amigos. ’’ Dije apuntando a mi amigo comelón y al chico lindo de las gafas redondas.
Cedric se acercó a ellos como si fueran amigos desde que usaban pañales. Diggory se acercó nuevamente a mi diciéndome ‘’Feliz?’’ con una sonrisa muy tierna a lo que yo solo le respondí con un ‘’si’’ y dándole un beso en la mejilla en señal de saludo, y el solo se alejó con un tono escarlata en sus mejillas.
A lo lejos escuche la voz que menos esperaba. ‘’Así que Schmidt se hace la difícil ya que tiene demasiadas peticiones de relaciones’’ dijo la voz de el rubio platinado abrazando por la cintura a la chica más pequeña que él. Era evidente que había observado la escena anterior que tuve con Diggory. Solo rodee mis ojos en signo de indeferencia hasta que mi que la dulce chica llamada Bell le dio una zape (un golpe) leve en la cabeza de Malfoy a lo cual yo solo reí al ver la cara de increíble de Draco mientras la chica menor le sobaba la cabeza.

- Lo logramos! Lo hicimos. – Comenzaron a gritar los gemelos que se encontraban a mis costados. – Tenemos la pócima.
- No les va a funcionar. – Burlo Hermione cerrando su libro.
- Por que no, Granger? – Pregunto Fred.
- Ven esa línea de ahí, es un círculo de la edad y Dumbledore la dibujo. 
Fred y George hicieron una expresión de risa y dijeron ‘’Y eso que?’’
- ‘’Y eso que?’’ Unos tontos gemelos de sexto año no van a poder engañar a un gran mago como Dumbledore. – Dijo Hermione fascinada. 
- Por eso es que va a funcionar! Es tontamente efectiva. – Dijo George poniéndose de pie.

Fred y George se acercaron al círculo dibujado por el gran profesor Dumbledore, listos destapando la botella que sostenía cada uno en la mano estaban a punto de beberla sin antes de que Fred dijera ‘’Prepárate para mis labios, Schmidt.’’ A lo que solo solté una pequeña carcajada, todos al escuchar eso se quedaron serios, voltee a ver a mi alrededor y el rubio platinado estaba molesto por algo que le había dicho mi dulce amiga, Bell.
‘’Hasta el fondo. ’’ Dijeron los gemelos pelirrojos. Los dos saltaron al mismo tiempo y que pasó… Nada! Tendría que darle aquel beso a Fred, no digo que no quiera pero a penas llevo uno o dos días aquí, así que es un poco extraño.
Los dos depositaron sus nombres en el cáliz, celebraban victoriosos hasta que el cáliz se torno rojo escarlata, y dos rayos salieron y atravesaron haciendo volar a los gemelos Weasley.
Los dos se sentaron con jaqueca pero además de eso unas barbas blancas tan largas como la del profesor Dumbledore. 
Ellos comenzaron a pelear diciendo ‘’te lo dije, no yo te lo dije. ’’ Comenzaron a pelear aun más hasta que todo se callo. Viktor Krum había entrado a poner su nombre en el cáliz, el poso su mirada en mi amiga Hermione Granger.
Todo volvió cuando escuche gritar ‘’NO! No tendré mi beso con _____. ’’ Todos me miraron desconcertados a lo que yo solo dije ‘’10 galeones, Weasleys.’’
Tome mi pequeña mochila y salí riendo por la acción pasadas de los Weasleys hasta que vi a alguien que no esperaba.