Narra Kalani Wickham
Vivir. ¿Qué es estar vivo? Seguir el ciclo de la vida, ¿y qué es eso? Naces, creces, te reproduces y mueres. Tristemente la mayoría de las personas hacen eso y a veces están tan ocupados en reproducirse que se distraen de las cosas divertidas de la vida, o en ocasiones es al revés cuando vives tu vida sin apresurarte en reproducirte y cuando intentas pasar un rato de diversión salen los famosos accidentes, personas no deseadas que la mayoría de las veces son despreciados por sus padres biológicos y es ahí o cuando los dejan morir o los llevan a un orfanato; La última es mi caso.
Hola, me llamo Kalani ya que es el nombre que me dieron mis padres adoptivos. Ellos son demasiado para este mundo, tuve una enorme suerte al llegar a sus brazos y no a los de una familia promedio. Gracias a ellos soy quien soy ahora, una persona con buenos valores que le encanta ayudar a los demás y que tiene una muy buena vida, o eso podría haber dicho hace unos años antes de convertirme en la abominación que soy; un vampiro.
Un día iba a una escuela común y corriente y al otro tenía que ir de noche a la escuela para no ser incinerada por los rayos del Sol. Había otra especia en esa escuela conocidos como hombres lobo, justo como en las novelas juveniles que solían leer mis compañeras de la vieja escuela a la que iba; soñaban en ser pareja de un apuesto vampiro con largos y afilados colmillos para que les chupara la sangre como si de un bolis se tratase, nunca pensé que algún día yo sería uno de ellos.
Era otro día, (o mejor dicho, noche) todo era normal a excepción de que un grupo de hombres lobo estaba teniendo una disputa con un grupo de vampiros. Me quedé viendo unos segundos desde lejos pero decidí irme por miedo a que fueran a lastimarme al acercarme a ellos ya que las cosas se estaban tornando algo peligrosas. Entré a mi salón de clase y vi que una chica del grupo de hombres lobo que estaban peleando entró al salón con unos cuantos rasguños.
Narra Miya Laveau
No somos miserables, solo somos seres vivos, diría humanos pero yo no entro en esa categoría.
"El hombre es celoso y arrogante" ¿Por qué ayudar a alguien si su infortuna no le permite avanzar?
Tal vez eso fue lo que pasó por la mente de aquellos chicos que me vieron ahí, tirada desangrandome después de haber sido brutalmente atacada por 3 perros enormes de hermoso pelaje, en mi último día siendo mundana.
Fue en una húmeda y lluviosa noche de abril, cuando mi lobo se apoderó de mi ser y así renacer como uno.Me presento, soy Miya Laveau, y esta es mi historia.
Mis padres eran unos grandes empresarios, vendían bienes raíces.
Antes de que mi vida cambiara por completo tenía 3 hermanas y yo era la más pequeña.
Desde muy pequeña nunca me gustó seguir las reglas, retaba a todo aquel que se me ponía en frente y es por eso que tenía muchos problemas tanto en la escuela como haciendo amigos.
Tengo algo muy raro y ese algo es que como ya notaron es no obedecer, Nunca fui la hija delicada y amable que mis padres querían, amaba llevarles la contraria en todo, y siempre fue así mi vida.
En mi adolescencia me escapaba de casa e iba a peleas clandestinas por la noche.
Yo era un caso perdido, sin rumbo y una noche como cualquier otra mi mundo dió un giro de 360 grados.
Esa noche fue cuando había sido brutalmente atacada por esos perros enormes, me encontraba tendida en el piso y unos chicos me habían visto pero no hicieron nada y ahí me dejaron desangrandome, en ese momento pensé que mi día había llegado y mis ojos se fueron cerrando poco a poco.Cuando los abrí era de día, y mi cuerpo no tenía ni un solo rasguño, así que me dirigí a mi casa después de una hora de debate mental entre si fue o no un sueño.
Cuando llegué había en el sillón una mamá y un papá que me comían con la mirada en fin, una cosa llevó a la otra y fue así como me corrieron de la casa, su pequeña niña había dejado de existir cuando crucé por esa puerta.
Una chica de solo 16 años recién convertida en un ser que le aulla a la luna, ¿que podría salir mal?Los chicos con los que me juntaba y conocía por las peleas clandestinas fueron los mismos que me convirtieron, me dieron un hogar y por un tiempo todo fue demasíado bien, aprendí a cazar y trabajar en equipo, fueron por mucho tiempo la familia que nunca tuve, mi adorada manada. Pero todo se volvió gris cuando una manada enemiga mató al alfa de la nuestra liderando así a la manada a la que yo pertenecía.
El nuevo líder era un imbécil con nosotros, hasta que yo no soporté más y decidí irme, nadie vino conmigo y desde ese entonces estoy sola.
Entré a esa jodida escuela solo porque era el deseo del difunto alfa, lo hice para honrarlo.
Cuando entré nadie me había comentado que iba a convivir con esos asquerosos y estirados vampiros, algunos eran tan odiosos que me liaba de vez en cuando con ellos, pero la mayoría de veces me provocaban.
Era un día como cualquier otro, había hecho un par de amigos, salíamos a beber y divertirnos seguido.
Cuando un grupo de vampiros empezaron a calentarnos la sangre, una cosa llevó a la otra y en un abrir y cerrar de ojos nos estábamos moliendo a palos.
Las "autoridades" de el instituto nos detuvieron de arrancarles la cabeza a esos inútiles.
Fuí a la dirección y después de un sermón se decidió que me iban a cambiar de salón por 5 vez.
Entre a mi salón tronando mi cuello, y podía oler el miedo de algunos, miré toda el aula y mis ojos se dirigieron a un chico que parecía un espagueti, lo tomé bruscamente del hombro quitandolo de su lugar para sentarme yo, sentí la mirada de alguien y cuando voltee se trataba de una chica
— Puedo sentir tu mirada en mi espalda como cuchillos, ¿Tienes algún inconveniente?Kalani Wickham
Mi mente se quedó en blanco por unos segundos y mi mirada se encontraba atrapada en sus hermosos ojos verdes. A simple vista son de un color verde hermoso pero si prestas atención puedes ver un color amarillo volviendo sus ojos aún más hermosos; sus ojos me recuerdan al campo en preludio de la primavera. Recordé que la seguía viendo así que parpadeé dando a entender que había salido de ese tipo de limbo al cual me habían llevado sus ojos.—Tienes lindos ojos
Sonreí sin dientes y devolví la vista al frente para estudiar ya que aunque sea una escuela algo extravagante (en sentido raro) siguen habiendo calificaciones y debo ponerme las pilas para no sacar malas notas. Toda la clase estuve intentando sacarle plática pero ni una palabra salía de mi boca ya que se veía algo intimidante y no quería llegar a molestarla así que esperé a que la maestra saliera para dejar pasar al siguiente profesor al terminar su clase. En cuanto lo hizo volteé a verla de nuevo y esta vez sí tenía el valor de hablarle
—Te vi peleando con un grupo de vampiros, ¿Te encuentras bien?
MiyaAl escuchar lo que tenía que decir me quedé estática, nadie, de verdad nadie me había dicho un cumplido.
Bufé sarcásticamente y devolví mi mirada hacia el profesor disimulando que ese comentario movió algo en mí, tal vez era hambre, si definitivamente fue eso.Cuando la profe salió del salón yo me dispuse a despegar mi trasero de ahí, pero mis planes se vieron saboteados cuando la misma chica me dirigió la palabra.
Reí levemente
— He estado en peores peleas que esa, gracias por...preocuparte? No sé si sea eso o quieras sacarme el chisme.
¿Por qué me estaba hablando? ¿Le pagaron o algo? Quiero decir, es un vampiro y yo un lobo, de una forma u otra nos terminamos moliendo a palos pero ¿ella no tenía esa intención? Lo dudo mucho, mi intuición me dice que es una chica tranquila, pero caras vemos...
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Agápe
Fantasy[á - ga - pe ] Griego La forma más pura del amor. Generoso, incondicional y reflexivo que perdura sin importar las circunstancias.