¿Sera verdad que mudarte a otra ciudad y crear otra historia, es el comienzo de una nueva vida?, como cuando empieza el otoño y las hojas de aquellos gigantescos árboles caen una por una, hasta que el árbol queda vacío, pero de un momento a otro llega la primavera y aquél solitario árbol comienza a dar hermosas flores, que llenan la vida de las personas de radiantes sonrisas.
Espero sea verdad...
Caminaba por aquél estrecho pasillo que me dirigían al avión, mientras mi mirada recorría las paredes cristalinas.
-Vamos Mila, un nuevo hogar un nuevo comienzo- dije antes de dar el último paso que me separaba de la entrada del avión, el cual me haría tener un nuevo inició, donde tal vez consiga amistades, decepciones, risas de aquellas que te dejan sin aliento y sobre todo...Nuevos problemas.
Cada paso que daba sentía que no encajaría, que las personas no me aceptarían y se repetirían las mismas historias que ya he vivido. Simplemente porque mi capacidad para retener información era más grande que la de las personas que me rodeaban. Es por eso que esta vez me mantendré al margen y alejada, aunque me resulte complicado.
Tomé un Taxi, para que me dejara en aquella casa en la que a partir de ahora viviría sola. La relación con mi familia no es la mejor que digamos, mis padres y hermanos se quedaron en mi país de origen por sus empleos, y a decir verdad lo agradezco, no tengo que lidiar que me involucren en sus problemas. Por lo que antes de salir de casa rumbo al aeropuerto lo único que salió de sus labios fue un -Te llamaremos- al momento de recordar eso no pude evitar soltar una sonrisa burlona, el taxista solo me miraba a través del retrovisor como diciéndome loca, lo ignore y me dedique en observar las hermosas e iluminadas calles cubiertas de agua por la repentina lluvia, era una vista magnifica. Regrese a la realidad cuando el taxi se detuvo, saque de mi mochila un paraguas y salí de este con mi mochila en hombros y la maleta en mano, no sin antes pagarle al conductor. Ya frente a la puerta de la casa introduzco la llave, el olor a menta inunda mis fosas nasales me acerco a la isla de la cocina y una pequeña maceta con un diminuto brote de menta logra llamar mi atención, la tomo y recuerdo uno de los tantos recuerdos que tengo con mi nana.
Mi adorada nana era la que siempre cuidaba de mí y procuraba que tuviera buena salud, ella decía que la mejor compañía que tendría serían los libros, que estos jamás me abandonarían, pero una vez me dijo –"Algún día encontraras a unas pocas personas, no tienen que ser demasiadas que estarán cuando más lo necesites, nunca lo olvides pequeña gran leona"-, son palabras que nunca olvidare, a la semana de decirme tan bellas palabras, ella falleció y una parte de mí se fue con ella, ya no me sentía con animó de nada, ya no era esa radiante niña que adoraba compartir libros con demás gente, ahora solo los compartía conmigo misma. Después de dos años, mis padres se comenzaron a dar cuenta que mi coeficiente intelectual no era normal, por así decirlo, sobrepasaba estos como lo dijo mi profesor particular, poco tiempo después me llevaron con un neurólogo, y lo confirmo, y por lo mismo mis compañeros de colegios no eran nada agradables conmigo, comenzaron insultándome, llamándome "bicho raro", "anormal" "monstruo", y otras palabras no tan agradables, pero después se volvieron agresiones físicas, me encerraban en los cubículos de los baños, me empujaban en los pasillos, escondían mis cosas. Pero un día fue la gota que derramo el vaso, a la edad de 12 años fui a parar a urgencias en el hospital, Irina, una alumna de mi clase, la cual encabezaba loas constantes actos hacia mí, se dejó llevar por la rabia y la envidia, llevo una tarántula a la escuela, según ella inofensiva, mientras yo estaba distraída metió al arácnido en mi mochila, y cuando metí la mano para sacar un bolígrafo esta me mordió y todos rieron por el grito doloroso que pegue, aún con las constantes risas, logre apreciar como de la palma de mi mano escurría sangre, Irina soltó frente a mí –Eso te pasa por bicho raro- mis ojos se llenaron de lágrimas, mi vista comenzó a nublarse, lo último que escuche fue a la maestra gritando mi nombre y mi cabeza golpear el suelo, me había desmayado. Mis ojos se abrían con lentitud por la fuerte luz de la habitación, mi maestra se encontraba hablando con el médico y yo me encontraba sobre una cama hospitalaria, el doctor se acercó a mí para checar mis signos vitales - ¿Qué fue lo que paso?- Suelto cuando el doctor deja de escribir sobre su tabla –Una tarántula extremadamente venenosa la mordió y el veneno no tardo en recorrer su sistema, se desmayó y fue traída a urgencias por su maestra- los recuerdos me invaden acompañados de una fuerte ira acumulada. Luego de ser dada de alta me entero de que Irina se había hecho la victima haciéndoles creer a todos que fue un accidente, que la tarántula se había escapado de su caja y había ido a parar a mi mochila, por lo que solo la suspendieron durante 3 días por llevar un animal peligroso a la escuela. Me cambie de colegio, y así fue mi pre-adolescencia, ir de colegio en colegio, mis padres se enteraron de lo ocurrido, pero como siempre, estaban ocupados en su trabajo y no pudieron visitarme y mucho menos preguntarme como estaba, el único que llego a preguntar fue mi hermano, pero más que nada fue por compromiso que como mi hermano.
Salgo de la lluvia de recuerdos y me paso las manos por la cara tratando de olvidar lo de hace un momento, tomo las maletas subo a la planta alta y me adentro a la habitación, todas las cajas de la mudanza ya están ahí, así como las de abajo. Saco ropa de dormir de la maleta, me adentro al baño, me quedo un rato observando mi reflejo sobre el espejo analizando cada facción de mi cara, mi piel morena clara, cejas pobladas negras y debajo de estas, que siendo sincera es lo que más me gusta mí, unos ojos azul oscuro acompañados de unas largas y rizadas pestañas tanto superiores como inferiores, una nariz perfilada pequeña y unos labios carnosos con un rosado natural, después mi mirada cae sobre mi cabello largo y sedoso de color negro el cual tiene ondas naturales, lo cuido demasiado, dejando de lado mi pequeña estatura, un metro cincuenta y siete, doy gracias de alcanzar las repisas. Dejo de analizarme y me meto a bañar para después ponerme el pijama y recostarme sobre la cama mirando el techo - ¿Qué me deparara fuera de esta casa?
- posteriormente caigo en los brazos de Morfeo.
Aquel irritante sonido comenzaba a retumbar por toda la habitación obligándome a reincorporarme sobre la suave y cómoda cama, aún quería dormir y alejarme todos los pensamientos negativos haciendo que me planteara una pregunta "¿Es necesario asistir hoy a la escuela?", tentada por volver a hacerme bolita y cerrar los ojos recordé las sabias y hermosas palabras de mi adorada Nana, -"Recuerda pequeña,aun siendo una inteligente niña, no te limites a lo que ya sabes, estudia mucho para demuestrate a ti misma lo que eres capaz, no para demostrárselo a alguien más, esfuérzate por ti misma y no por aquellos que son incapaces de ver tus esfuerzos".
PRIMER CAPITULO COMPLETADO... Háganme saber si les gusto.
Léeme wey...soy chidx.
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AZUL + VERDE
Teen Fiction¿Sera verdad que mudarte a otra ciudad y crear otra historia, es el comienzo de una nueva vida?, como cuando empieza el otoño y las hojas de aquellos gigantescos árboles caen una por una, hasta que el árbol queda vacío, pero de un momento a otro lle...