𝙀𝙇 𝘾𝙃𝙄𝘾𝙊 𝘿𝙀 𝘾𝘼𝘽𝙀𝙇𝙇𝙊 𝘿𝙊𝙍𝘼𝘿𝙊 ─ jooнyυĸ

𝘾𝙃𝘼𝙋𝙏𝙀𝙍 • 𝙏𝙒𝙀𝙉𝙏𝙔 𝙎𝙀𝙑𝙀𝙉

—Es extraño ¿no crees? después de tanto tiempo, logramos vernos nuevamente. —Taeyong sonrió con sorna mientras miraba a Minhyuk, el rubio únicamente pudo mirar con horror al pálido quien, como siempre había hecho desde que lo conoció en la universidad, llevaba un cigarro en labios calando de este y luego lo sujetaba con sus dedos. Su pulso comenzó a acelerarse y esa sensación aterrada que hace tiempo no había sentido, comenzó a hacerse presente de vuelta sintiendo la falta de aire. — ¿que... no vas a saludar a un viejo amigo? pero que modales mas feos los tuyos, princesito.

El rubio retrocedió unos pasos intentando alejarse de aquel chico, pero sus extremidades no cooperaban en su intento de huida, al contrario, parecía que se ponían de acuerdo para que le fuera más fácil a ese chico hacerle la vida imposible.

—ah~ hablando de modales ¿donde quedaron los míos?— Taeyong se acercó al más bajo, pasando uno de sus brazos por encima de los hombros del menor para acercarlo mas a él y guiarlo a uno de los hoteles que había frente a la playa, terminando el cigarro que tenia entre sus dedos, tirando el resto en la arena.

Minhyuk trató alejarse de él, consiente que si seguía yendo las cosas no iban a terminar de una manera linda, sin embargo aquel chico simplemente le negó aquello, provocando que nuevamente ese miedo lo bloqueara por completo, impidiendo incluso que gritara o hiciera algo para llamar la atención de las demás personas que andaban por ahí. El contrario se dirigió con él hasta el ascensor de uno de los hoteles, del cual ni siquiera había mirado el nombre por si acaso. Se mantuvieron en silencio en todo ese trayecto, él simplemente porque su miedo era tan grande que ni una palabra podía decir, y el otro, porque traía otro cigarro mas entre sus labios.

—Quédate aquí, chico lindo, te invitaré una bebida.

No sabía cómo de un momento a otro se encontraba sentado en uno de los sofás en aquel lujoso penthouse perteneciente al último piso del hotel. El lugar olía a cigarros combinados con algún perfume masculino y esencias como lavanda u otras más, era una extraña combinación que comenzaba a marear al menor. Taeyong regresó con un vaso con un líquido amarillo, que si no se equivocaba era alcohol, su semblante era divertido y desinteresado a la vez, yendo hasta donde se encontraba minhyuk, temblando del miedo y del terror.

"Debes huir de ahí ahora"

— Aquí tienes, bonito. Un buen vaso de la mejor cerveza en Sidney, disfrútalo. — el contrario dejó el vaso entre sus temblorosas manos. — Ahora si estamos como debíamos ¿no? no te quedes mudo, así no es divertido.

Exactamente, tampoco quería estar mudo, quería gritar, que lo ayudaran y lo sacaran de ese lugar porque estaba lleno de terror. Pero su cobardía era más grande que ni sus lágrimas podían salir, se arrepentía demasiado el haber salido a conocer aquel lugar; que se jodan las bonitas playas, que se joda la buena comida y las amables personas, estaba en la boca del lobo y pronto iba a ser devorado.

— d-déjame ir... — apenas dijo en un susurro.

— ¿qué dijiste? — Taeyong se acercó a él para escuchar. — ¿quieres qué?

— ir... q-quiero...

Lee Taeyong rió con cierta diversión, claramente sus intenciones con aquel chico no eran buenas, ese mocoso había abierto su boca y por poco él y jooheon hubieran terminado encarcelados por cometer tales delitos, los cuales nunca le habían importado cometer, era fascinante obtener dinero usando a otras personas.

— Pero recién llegas, mi querido príncipe ¿cómo puedo dejarte ir cuando ni siquiera hemos hablado de cómo nos ha ido, eh?

Taeyong nuevamente soltó una burlesca risa divirtiéndose ante el comportamiento sumiso e inofensivo del rubio, joder estaba disfrutando tanto ese momento como nunca antes lo había hecho. Recordaba aquellos momentos en la universidad, cuando él y su bola de amigos iban por ahí aprovechándose de otros chicos, algunos simplemente no tenían dinero y optaban por obedecerle por el simple hecho de obtener un poco de él, una vida llena de lujos con trabajos sucios. Muchos pensarían que el hacer videos para adultos iba a ser difícil para un muchacho universitario, la verdad es que no, en un pequeño lapso de tiempo, la página de Taeyong ya era muy bien visitada. Obtenía muchas vistas en sus videos. Videos en donde usaba a otros.