Siempre tú.

Capítulo 20

-¡Lía, es tarde, vámonos ya!-. Grité desesperada, llegaríamos tarde si ella no salía en este momento.

Ambas nos encontrábamos corriendo buscando el auditorio para una conferencia de bienvenida.
Después de una hora la conferencia había terminado y el momento de entrar a clases había llegado.

-Por favor tomen asiento, comenzaremos las clases en 5 minutos-. Dijo el profesor que se encontraba en la parte baja de un gran aula.

Decidí sentarme a la mitad del aula, tomé asiento y saqué las cosas que ocuparía.

-Buen día, me llamo Edward, les impartiré la materia de contabilidad-. Dijo el profesor, era un hombre joven, con cabello negro y ojos marrones.

-Buen día-. Respondimos todos.

Y así fueron pasando mis clases hasta que la hora final llegó, comencé a guardar las cosas y en ese momento alguien se acercó.

-Hola-. Dijo una chica sonriéndome.

-Hola-. Respondí de la misma manera.

-Soy Rachel Steinfeld-. Pronunció.

-Alessia Howell, un gusto-. Dije.

-Igualmente-. Sonrió -No pude evitar ver la funda de tu teléfono, es realmente divina-. Dijo con emoción.

-Oh, ¿también te gusta?-. Cuestioné alegre.

-Sí, me encanta-. Dijo observando detalladamente mi funda.

Mi funda estaba pintada a mano, el rostro de Taehyung se encontraba detallada en ella y también la letra de Winter Bear.

Comenzamos a caminar a la salida hablando de las cosas que teníamos en común, me había caído muy bien.

-¿Esperas a alguien?-. Preguntó.

-Sí, a mi mejor amiga-. Respondí mientras observaba a todos lados buscando a Lía.
De repente alguien tocó mi hombro y supe que era ella.

-¡Hola!-. Dijo feliz.

-¿Por qué tan feliz?-. Pregunté sonriendo.

-Ser universitaria me gusta-. Dijo suspirando.

-Ya veo, Lía, ella es Rachel, Rachel ella es mi mejor amiga Lía-. Dije presentándolas.

-Es un gusto-. Dijo Rachel viéndola con admiración.

-Lo mismo digo-. Respondió Lía de la misma forma.

-Bueno, es algo tarde, tengo hambre-. Dije acabando con el silencio que había.

-Oh sí, yo ya tengo que irme, fue un gusto conocerlas, las veo mañana-. Dijo Rachel despidiéndose.

-Adiós-. Dijimos ambas sonriendo.

Lía y yo llegamos al estacionamiento y subimos a mi auto, el camino a casa fue algo silencioso, solo la voz de Beyoncé cantando Broken-Hearted Girl sonaba de fondo, sin duda alguna la letra me hacía sentir peor de lo que ya estaba, describía lo que sentía a la perfección.

Llegamos al departamento después de 30 minutos, había quedado con Lía en cocinar algo, aunque sabía que yo terminaría haciendo todo.

-Saca la salsa, por favor-. Le dije a Lía mientras escurría la pasta.

Seguí cocinando hasta que por fin terminamos, el spaghetti estaba listo y olía delicioso.
Nos sentamos a comer platicando sobre cómo nos había ido hoy, en ese momento se escuchó que abrieron la puerta, sabía que era él.

-Tranquila-. Dijo Lía acariciando mi mano.

Simplemente asentí, ya que terminamos de comer Lía lavó los platos y yo limpié lo demás.

-Iré a mi habitación, tengo que comenzar a leer un libro para mi clase de litigación-. Dijo Lía antes de salir de la cocina.

Me quedé sentada un momento dentro de la cocina, pensando en qué hacer, no quería que las cosas ahora fueran incómodas con Blaise, no quería que se alejara.

Después de unos minutos alguien entró a la cocina, alcé mi mirada e hicimos contacto visual, no sabía de qué se trataba todo esto, era tan confuso.
Él solo se quedó ahí parado, como la vez anterior.

-¿Ahora me ignorarás?-. Pregunté aún observándolo.

-No, lo siento-. Dijo algo distante, jamás me había tratado así.

-¿Sales con Sophia?-. Cuestioné sin pensarlo, yo y mi bocota.

-¿Tengo que responder eso?-. Preguntó él aún con ese tono frío.

-¿Qué hice para que seas así conmigo?-. Pregunté irritada, su actitud estaba cansándome.

-Nada, solo ignórame-. Respondió mientras se servía agua.

Yo no dije nada, simplemente salí de la cocina dirigiéndome a mi habitación.

✨Narra Blaise✨

¿Cómo haría esto?
Me refiero a que la veía todos los días, veía sus ojos brillantes, su sonrisa, la manera en que hace las cosas, cada pequeño detalle me atraía a ella y no podía alejarme completamente, quería dejarla ir porque sabía que era lo mejor pero esa pequeña parte mía seguía aferrado a ella y no la podía soltar.