He estado mucho tiempo pensando cuál es la mentira más dolorosa.
¿La de una madre a sus hijos?
¿La de un padre a su esposa?
Para mí, hay muchas.
“Te amo”
“No te haré daño”
“Sólo la puntita”
La que más me causa gracia es esa que dicen las madres para argumentar sus malos actos “Es por tu bien”
Mienten. De forma descarada. Usan el hecho de que te parieron para manipularte, aveces te dañan, otras te manipulan por más tiempo.
Y mi favorita: proyectan sus sueños en ti.
Siempre quise gritarle “el hecho de que tú fracasaras no significa que yo también lo haré...”
Pero me callo. Y me atrevo a decir que todas lo hacemos.
Para todos hay una cosa que te hace ser mujer y esa es tu vagina y útero. Ya saben, hechos científicos.
Pero para esta chica con mente atormentada hay dos cosas que te hacen mujer:
1— Elegir serlo.
2—Ganar tu primera pelea contra tu madre.
Pero hay mucho que puede convertirte en un huracán. Un solo paso y puedes ser más que una mujer, te transformas en un sentimiento de envidia para todo género existente.
Vas a ser esa mirada atenta que tras un susurro hará eco diciendo “me gustaría ser ella”
Muchas pueden ser mujer.
Pero no todas saben ser un huracán y sobrevivir así mismas.
¿Les gustaría darme un tema en especifico para derrochar veneno? Porque este libro está escrito desde el odio, tenemos derecho a esto también, no sólo ellos pueden protestar.