Cada día nos llevamos mejor con Isabella. Aunque la veo un poco más débil tiene todavía esa luz en los ojos, esperanza.
Papá se irá hoy hasta la capital para resolver algunos asuntos. Aprovechare los días para ver más seguido a Isabella
-¡Christian, baja ahora!-gritó mi padre
Obedeciendo, cerré mi libreta y bajé
-¿Si padre?
-Ya es la hora de marcharme, quiero creer que eres capaz de encargarte de todo ¿No hijo?-Asentí-Talvez me demore un poco más de tiempo, las cosas se complicaron y los americanos empezaron a bombardear los centros de batalla
-Esta bien
-No me decepciones Christian-tomó sus maletas y cerró la puerta
Suspiré
-Joven Christian ¿se siente bien?-preguntó Mildred
-Si Mildred ¿Papá dejo indicaciones?
-Si joven, algunas son para los empleados y otras para mi. Dejo una nota para usted
-Bien, puedes retirarte
-Iré a preparar el almuerzo-dicho eso se retiró dejándome solo en medio de la sala
Necesitaba pensar
Subí las escaleras y me acosté en la cama
Siempre me había esforzado para ser aceptado por mi padre. Por alguna razón me trataba de una forma distinta a Erik. A ambos nos enseñó como usar un arma, defensa, y otras cosas de guerra. A Erik le interesaba mucho más que a mi aquello. Yo me había interesado por el arte
Me gustaba dibujar. Lo veía como una nueva forma de ver la vida. Podía plasmar una idea en papel. Antes de morir mamá me enseño algunas cosas sobre el tema, a ella también le gustaba.
Era como nuestro secreto. Papá no se entero hasta tiempo después, le reclamo a mamá y solo recuerdo que tuvieron una muy fuerte discusión. Meses después ella murió.
Papá era más duro conmigo, me exigía más. Soy una vergüenza según el.
Sentí una opresión en el pecho. Como un presentimiento, no sabía interpretarlo pero se mezclo con una idea
Algo malo pasaría