Después de un largo día de compras con la tía Karen, llegamos a casa. Subí a mi habitación y terminé de arreglar la pequeña maleta con lo necesario para ir a la pijamada.
Bajé y allí estaba Dave viendo caricaturas con un montón de dulces, a lo que yo empecé a reír por su inmadurez.
— ¿En serio Dave? ¿Caricaturas a tu edad? — seguí riéndome.
— ¡Por favor Rachel! Son geniales. — respondió mi hermano orgulloso.
Desde la primera vez que Dave vio los Padrinos Mágicos se volvió adicto, con su propio horario de uso exclusivo del televisor.
Kate salió de la cocina con su maleta lista y se acercó a Dave para darle un rápido y sonoro beso de despedida.
La tía Karen ya se encontraba encerrada en su cuarto descansando con una maratón de Downtown Abbey.
Salimos por la puerta de madera a tomar el primer taxi que se avecine ya que podíamos no ocupar el auto hasta mañana. Ese auto era parte esencial del día a día de la de Karen McJenner.
Kate se asoma al borde de la calle para detener al taxi sedan que se acerca.
Abro la puerta de atrás y me incorporo en el asiento trasero mientras Kate hace lo mismo en el copiloto.
— Buenas noches señoritas. —nos saludó el amistoso señor de como sesenta años.
— Buenas noches, al Morgan 578 de Groban City por favor. —respondió Kate con su hermosa sonrisa dándole la dirección en un pequeño papel maltratado.
Mientras llegábamos revisaba mi celular constantemente, sabía que no tenía un mensaje, sabía que no tenía una llamada, pero no podía despegar la vista de la pantalla.
Mi otra opción era hablar con Kate, pero al parecer se hizo amiga del taxista y debido a su gran intelecto se llevaron bien.
Mientras ellos hablaban de política y diplomacia yo miraba impaciente por la ventana, tomaba una foto del cielo estrellado y luego la borraba.
Acto digno del aburrimiento.
Llegamos en cuestión de minutos al apartamento de Kim. Un hermoso edificio de no más de quince plantas, perfectamente pintado de blanco.
— Muchas gracias Rob.
Kate se despidió de su nuevo amigo. Abrí la puerta para salir del asfixiante vehículo y respirar el cálido aire veraniego de Miami.
Abro la puerta de vidrio mientras Kate me mira expectante.
—Te veo muy pensativa amiga. ¿Qué tal la cita con Allan? —habla la pelioscura con recelo llamando al elevador.
«“Excelente, la verdad ya siento que lo conozco mejor, me intentó preparar una pizza que casi termina quemando su horno, pero luego lo encuentro llamándose con alguien que al parecer necesitaba su presencia inmediata. Sentí que era más que una obstrucción y huí como una estúpida y cobarde.”»
No iba a responder eso.
Me tragué mis pensamientos con sabores agrios y me dedico a no amargarle la noche a Kate con mi abrumadora cita.
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Problemas de Amor® CANCELADA
RomanceRachel Helberg, hija de los exitosos empresarios multimillonarios Bruce y Ellen Helberg, cambia su "perfecta" vida en Atlanta por una aventura completamente nueva en Florida. Allí Rachel conocerá al egocéntrico, rebelde, narcisista y por desgracia c...