Capitulo 7

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-Madison, ¿donde estabas?-dice mi madre Estela al yo entrar por la puerta de entrada frunciendo el ceño.
-Nada, he estado con la vecina, me voy a mi cuarto-digo resoplando y subiendo el primer escalón a la vez cuando mi madre detiene mi ruta hasta mi cuarto.
-¿Bea ya ha venido? Y no me has dicho nada, bueno, no pasa nada, invitaré a toda la familia de Bea a comer un día de la semana y que nos cuente que tal le ha ido, algún día podrías ir tú...-dice mi madre muy convencida, mis ojos se abren al eschuchar las últimas palabras de mi madre,parece que me quiera echar, una doble de Trish.
-No creo que nunca me vaya a otro país-respondo y por fin puedo hacer mi trayecto hasta mi cuarto, y sentir el aroma de caramelo de mi habitación. Guió la mirada a un póster donde estoy con Mike en New York, es dos cabezas más alto que yo, ¡Que injusticia! Y al pensarlo, se me escapa una risita que me hace volver a la realidad, lo veo muy poco, y cuando lo puedo ver es con sus amigos en el instituto, nunca estamos los dos solos, este pensamiento reflexivo cambia mi estado de humor, lo echo de menos, quiero ir a verle, quiero ir definitivamente a la fiesta, pero... El examen, necesito ir, no puedo arriesgar un examen tan importante por alguien que no soy yo por segunda vez. En el primer intento me fui para verle y dejé todo en blanco, no puedo hacer lo mismo.
Agito la cabeza  para quitarme estos pensamientos tan agobiantes y pensar o imaginar algo bonito que me haga sonreír y afortunadamente consigo hacerlo, las series lo solucionan todo, así que este rato que me queda hasta la fiesta o el examen prefiero invertirlo en algo que realmente me apasiona.
Bipp Bipp
Han pasado solo 25 minutos, no quiero que sea la hora por favor. Miro el teléfono y exactamente son las 7:45 p.m y hay una llamada de número oculto, esto me desespera mucho.
Cogo mi mochila, cuatro lápices, bajo las escaleras y me encuentro a mi madre subiendo.
-Uy, ¡Uy! ¿Adonde vas tan deprisa?-expresa mi madre con cara aterrorizada, como si hubiera matado a alguien... Resoplo.
-Em, nada-digo cortante. No puedo decirle la verdad sobre el examen, enloquecería en milésimas y no podría llegar al instituto en el poco tiempo que tengo para ir, así que decido mentir, ¿es lo que todo el mundo recurre cuando están "atacados " no?
-Voy a hacer un trabajo con una compañera de clase, en un rato vendré-miento
-La chica esa... ¿como se llamaba? ¿Karol?-dice mi madre siguiéndome detrás mío.
Dudo en decir que si, pero no tengo otra cosa mejor.
-Si, ella, adiós mamá-digo saliendo por la puerta. Tardo poco en llegar, y ver el instituto a estas horas de la tarde es como paranoico, diferente...
Recorro los pasillos buscando a Harry.
-¡Ay!-grito a la nada muy alto cuando veo a Harry sentado en mi mesa de clase, un escalofrío me recorre por dentro, desde el dedo gordo de mi pie derecho hasta las raíces de mi pelo.
El me ve y se levanta rápido para abrirme la puerta de clase, mira, al menos es "educado" en algunos aspectos.
-Buenos tardes Madison, ¿como estas?-pregunta muy formal, y con la espalda firme, está peinado y lleva una camisa de cuadros verdes a conjunto de su pantalón sencillo negro y sus zapatos clásicos de profesor.
-Hola... ¿La demas gente?-pregunto esperando a que su respuesta sea "estarán llegando, siéntate" Pero no, esas no son las palabras que salen por su pequeña boca con labios finos.
-Solo estas tu, espero que no sea ningún inconveniente, ya que esto no se suele hacer, deberías estar agradecida-dice con el mismo tono que me habla siempre, parece que me quiera educar y sé que un educador no es lo que necesito ahora mismo. Me siento en mi mesa de siempre y me reparte el examen.
-Tienes una hora para hacer el examen-dice Harry mirándome a los ojos.
Me sorprendo al instante.
-Pero si son dos horas, una hora no-digo cabreada.
-Como te lo explico, esta segunda oportunidad ni la tendrías que tener, no quieras que las cosas te las regalen, así que... Segunda oportunidad, solo una hora. Tú decides, te puedes ir si quieres, tengo muchas cosas que hacer aunque no lo parezca, soy un hombre con muchos "hobbies"-dice retocándose el pelo con la mano.
-Vale, ¿puedo comenzar ya? Tengo prisa-digo atenta a su respuesta, y en verdad es cierto lo que digo, en mi mente esta la fiesta, quiero hacer él examen y ir corriendo a estar con Mike en la fiesta de Emily.
-Uno, dos, tres, ¡ya!-comienzo a rellenar el examen al escuchar las indicaciones de el.
Al acabar la hora, entrego el examen completado encima de la mesa de Harry, el en el sillón sentado levanta la vista y se levanta para estar casi a la misma altura que yo.
-Perfecto, puedes irte-me indica
Asiento y me dirijo a salir por la puerta de clase cuando la voz de Harry vuelve a sonar.
-Sabes Madison... Puede que no seas una estudiante normal, en si, lo de ser una  adolescente normal no va contigo-dice Harry
-¿A que te refieres con eso?-digo
-No eres una chica normal, algo... Ya está, vete-No acaba la frase y eso me hace quedarme con la duda, y a continuación me marcho. ¿Como que no soy una chica normal? No sé a lo que se refiere, pero espero poder saberlo cuando vuelva a verle por el instituto.
Tengo un acumulo de sentimientos y emociones, por una parte, desconcertada por lo ocurrido después de entregar el examen y emocionada porque estoy dirección casa Emily, he decidido ir, necesito y quiero conocer a diferentes personas que no sean Mike, su casa está a pocos kilómetros del instituto así que no tardaré mucho, deseo que Mike no este esperándome, llego bastante tarde, el coche indica que son las 9:45 p.m, así que si, muuuy tarde. Unos minutos después llegó y veo la casa, ¡es gigante! Me muero de ganas de entrar y que me vea Mike.

10 CAJAS CONTANDO LA MIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora