El Caballero y La Princesa.

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Seis días, Solo seis días habían transcurrido desde que Taehyung y yo comenzamos a estar en ese limbo extraño, en el que no éramos ni novios ni amigos. Él se había mostrado muy considerado, y yo deseaba preguntarle si realmente estaba reflexionando sobre lo que yo había sugerido.

Nadie lo notaba, probablemente porque nosotros nunca habíamos sido de las parejas que se reunían en todos los recesos o que almorzaban juntas. En el instituto solo éramos estudiantes dedicados a lo importante, así que nadie lo notó.
Jisoo parecía demasiado risueña y feliz, eso hizo que ella tampoco lo notara. Estaba perdida en los hoyuelos de Kim Namjoon, nunca la había visto de ese modo tan extraño. Ella es la clase de la chica que solía decir que no tendría novio hasta que se graduara de la universidad, y la verdad es que terminó enamorada de un chico que probablemente pensaba lo mismo. A veces, podía ver que ella misma se sentía contrariada por sus emociones, después de todo se había fallado a sí misma. Pero tan pronto como veía a Namjoon lo olvidaba.

—Te flecharon feo, amiga —dijo Jungkook acercándose a nosotras, estábamos recogiendo nuestras pertenencias para salir de la clase.

—Como si a ti nunca te hubiesen flechado —se burló ella, yo solo quité la mirada de Jungkook y me levanté con el bolso listo.

—Teníamos catorce años, eso no cuenta —luego me miro restándole importancia, no era un tema que se tocará entre nosotros.

—Ajá, yo los recuerdo muy felices juntos —Jisoo se burlaba algunas veces del intento fallido de Junkook y yo por salir, la verdad es que en ese momento éramos muy inmaduros. Y las cosas no salieron bien por culpa de los dos, pero esa historia no la recordaré ahora.

—Jisoo, silencio —la empujé suavemente, y en ese momento aparecieron dos individuos inesperados en nuestra clase. Namjoon y Taehyung, uno de ellos con la gran sonrisa de hoyuelos, y el otro solo mirándome intensamente.

—¡Hola! —dijo Namjoon, que estaba frente a Jisoo, ella lo abrazó en forma de saludo, aunque evidentemente se habían visto solo unas horas antes, cuando las clases iniciaron —. Estaba pensando que deberíamos ir al centro comercial.

—Eso suena genial —soltó Jungkook, contuve la risa porque era evidente que Namjoon solo le estaba hablando a Jisoo —. Mañana es sábado, deberíamos reunirnos allí y ver una película.

—Claro, sería entretenido —susurró Namjoon, quien jamás podría ser irrespetuoso —. También deberían venir Taehyung y Lisa, ¿pueden?

Me quedé bloqueada, y le pregunté con un gesto a Taehyung si quería que fuéramos. Él sonrió y se encogió de hombros.

—Claro —contesté bastante nerviosa.

Seguimos caminando por los pasillos, el trayecto a la salida más cercana era bastante alejado. Namjoon y Jisoo solo hablaban de temas relacionados a su club de matemáticas, yo trataba de concentrarme totalmente en ellos, para así no sentirme tan nerviosa con Taehyung caminando justo a mi lado.
Él me veía cada cinco segundos, pero no decía nada, era frustrante y raro. Cuando era la hora de despedirnos, cada quien siguió un camino distintos. Solo quedamos nosotros dos, la de él mano rozó la mía. Y su cabeza se inclinó hasta quedar cerca de mi oreja.

—Adiós, amiguerechasecreta —yo me quedé pasmada, estaba segura de que esa palabra realmente no existía.

—¿Y eso qué es? —lo alejé, su tacto cerca de mi cuello era mortal.

—¿Has oído hablar de los amigos con derecho? —yo asentí, aunque odiaba ese término —. Ya que no hemos terminado, ni planeamos hacerlo, consideré nombrarnos así durante este tiempo. Y lo de secreta, es porque es un secreto.

¡Santa, soy Lalisa Manoban!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora