18 de enero del año 2016 a las 3:24 am
El sonido de la sangre que brota del cuello de mi primera víctima, fue el mayor placer que he tenido en la vida.
Miró mis manos las cuales se encuentran manchadas del líquido carmesí, miró a mi alrededor y veo...
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Flashback
Unos años antes
Juego sentada en el pasto, la humedad suelta el aroma de la tierra mojada, mi vestido está manchado de esta, la voz de mi madre hace que vuelva a casa y corra a sus brazos ella me sonríe y me carga venía de trabajar traía su conjunto de vestir blanco, nunca le importa si yo llegaba a ensuciar la al contrario de mi padre el no me dejaba abrazarlo hasta que yo estuviera limpia ya que como él abogado que era debía portar el traje con pulcro.
Mi madre convivia conmigo como una madre con sus hijos, pero detrás de esa sonrisa había dolor, horas de la madrugada podía oír las discusiones de mis padres, una de tantas peleas, mi madre tenía un golpe en el pómulo recuerdo sus palabras.
- Me caí en la ducha - me contestaba con una sonrisa fingida.
Yo sabía perfectamente quien había sido, mi padre de un momento a otro su temperamento cambió de un hombre encantador ha un hombre frío, cada día aumentaba las discusiones.
La última discusión que tuvo mi madre fue la que me marcó por completo.
— Felipe porque me haces esto — la voz de mi madre se oía desde el despacho de mi padre.
— Lucía, de que hablas —
— No me quieras ver la cara, se que tienes una amante —
Un silencio se llena el despacho con la excepción de los llantos de mi madre.
Me acerco con silencio y abro la puerta para tener visibilidad.
— Me alegro que te hayas enterado —
Miró a mi madre la cual pierde color y las lágrimas siguen mojando sus mejillas.
— Quiero el divorcio, y entraré en la candidatura para ser embajador —
— Porque haces esto, te amo piensa en nuestra hija —
Mi madre luchaba para ser la embajadora de aquí, noches de desvelo y estrés eran los motivos por los cuales ella seguí adelante ella tan solo quería ser la mujer que hiciera la diferencia, la que podría levantar la voz por las mujeres.
Mi padre la miraba sin nada de remordimiento, fue la primera vez que veía como mi madre caía a sus pies y le rogaba, sus lágrimas manchaban los limpios zapatos de mi padre.
— Aléjate Lucía, estoy harto de ser poco hombre en esta casa, me humillas enfrente de la niña, soy el hombre y nadie puede ser mejor que yo — dijo mientras la levantaba sin amabilidad. Cuando su mano estaba apuntó de golpearla corrí a los brazos de mi madre.
— Aléjate monstruo —
Mi padre me miró y soltó a mi madre
— Mejor váyanse que tengo mucho trabajo que hacer, te mandare los papeles y no quiero ningún problema —
