Warm & Fuzzy [ MikaYuu ]

7.- Loving Yuu

A la mañana siguiente Mika no estaba, pero Yuu asumió rápidamente que había salido a patrullar, así que volvió a su rutina. El desayuno transcurrió con algunos comentarios que logró ignorar con éxito, al igual que su tiempo en la biblioteca y el almuerzo. No fue hasta que estaban por salir a entrenar que Shinoa cargó directo contra él para fastidiarlo.
- Vaya, Yuu-san, en verdad estás mucho más tranquilo ahora que estás con tu novio...
Se sonrojó al instante, avergonzado, y estaba por responder que no eran novios cuando reformuló en su cabeza: era su momento de vengarse de Shinoa.
- Ah, si. ¿Qué pasa? ¿Estás celosa? No te desesperes, aún debe haber solteros interesada en uvas...
Todo el escuadrón se quedó en blanco: Yuu había firmado su muerte. El rostro de Shinoa en ese momento era terrorífico.
- ¿Qué... qué has dicho, Yuu-san?
Afuera estaban Ferid, Crowley y Mika esperando, pero una explosión y gritos dentro de la mansión llamaron su atención.
- Oh, parece que se están divirtiendo. - dijo Ferid.
Pero Mika ya había salido corriendo a ver qué había pasado, entrando directo a donde sabía que estaría Yuu.
- ¡Yuu-chan!
Su rostro pasó de preocupación a incredulidad. Yuu estaba en el suelo, con signos de haber sido golpeado hace poco. Ante él estaba Shinoa con su guadaña en mano y una sonrisa triunfante.
- Como puedes ver, Yuu-san, soy una belleza que no está al alcance de la mayoría.
- O... Ok...
- Bueno, ¿vamos al patio, chicos?
Todos asintieron y salieron, mientras Mika fue a tenderle una mano a Yuu para que se pusiera de pie.
- ¿Qué hiciste?
- Nada... bueno, quizás le dije que era una uva solterona.
El rubio comenzó a reírse mientras caminaban hacia la salida.
- No te rías.
- ¡Pero Yuu-chan! A veces olvido que eres un idiota jajaja
Siguió riéndose, ignorando el visible enojo de Yuu. Este se volteó a verlo reír... no era algo común, y su risa era algo que le encantaba. Quizás se dejara golpear más a menudo.
- Mika...
- ¿Hmm?
Yuu tomó el rostro de Mika y le dio un beso en la mejilla para luego sonreír.
- ¡Vamos a esforzarnos hoy!
El rubio le sonrió de vuelta con las mejillas rojas. Con esto, Yuichiro tomó su mano y lo llevó hasta el patio corriendo, ignorando los comentarios de sus compañeros.

- - -

Pasaron algunos días con su misma rutina; Yuu cada vez logra controlar más tiempo al serafín, pero aún no parece ser suficiente ni logra transformarse a voluntad. En tanto, habían reunido información sobre el experimento y esperaban que el azabache lograra algo más de control antes de hacer su movida: habían decidido ir primero por el jefe del JIDA, Kureto Hiragi, liberando a la hermana de Kimizuki, pero para eso debían estar seguros de su victoria pues solo tendrían un intento.
Habían comenzado a entrenar sus habilidades en pelea también; Crowley ayudaba a Yuu, Mika y Kimizuki, mientras Narumi, Yoichi y las chicas practicaban aparte. En ese tiempo, se enfocaban en aumentar su capacidad de manifestar a sus demonios y mejorar su resistencia.
Por otro lado, Yuu cada vez estaba más cómodo sobre su relación con Mika, e incluso el escuadrón no tardó en adaptarse, aunque seguían molestándolo cuando podían. En ese tiempo, lo único que cada vez escapaba más de su control eran sus hormonas: era un adolescente enamorado después de todo, en mitad de un apocalipsis y sin ninguna supervisión ni reglas que seguir.
Fue así que una noche luego de la cena, Yuu corrió a esconderse bajo las sábanas y pretendió estar dormido antes de que Mika saliera de cambiarse en el baño. No quería verlo, pues corría el riesgo de que su mente le jugara una mala pasada.

- Flashback -
La mañana de ese día...

- ¡Mira, Yuu-chan! He conseguido algo de ropa más liviana... ya sabes, ahora que estoy uhh... que estamos durmiendo... pensé que sería más cómodo si cambiaba el uniforme.
Yuu, que estaba terminando de abrocharse los zapatos de espaldas a la puerta, se volteó para ver a qué se refería el rubio. Casi se le cae la cara al piso, y tuvo que voltear para ocultar el sonrojo en su rostro.
- ¿No te gusta?
Era un simple pantalón de buzo negro y una polera blanca, pero como estaba tan acostumbrado a verlo con el uniforme de los vampiros, era algo nuevo. Algo que a Mika le quedaba demasiado bien para su gusto.
- Uh... puedo buscar otra cosa...
Se había decepcionado. Yuu corrió a abrazarlo sin mirarlo a los ojos.
- No es eso, idiota. Te ves m-muy bien...
Eso fue suficiente para que Mika volviera a sonreír y correspondiera el abrazo.