Jean Kirstein x tú || Historias y One Shots (+18)

- Capítulo 9

Otra vez no.

Otra vez no. Me repetí en la cabeza. Porfavor.
Intenté despertar a pesar de ser consciente que estaba soñando pero no pude. Sentí mi corazón, mis pulsaciones acereladas.

Me levanté enmedio de la misma habitación que la última vez.

¿Por qué sueño esto? La otra vez era porque rondaba por mi cabeza la idea de tener sexo. Pero ahora eso ya había pasado. Quizá mi mente seguía atrapada en ese sueño.

Espero que alguna vez todo sea como ese sueño. Pensé. Mi primera vez fue perfecta, pero no se pareció en absoluto a ese indoloro sueño.

¿Iba a soñar lo mismo de nuevo? ¿Y si me pongo a hacer ruidos y despierto a Jean? Va a saber en qué estoy soñando. Pensé. ¿Me arriesgo?

Sí. Arriésgate. Dijo algo en mi mente. Mis pupilas se dilataron, sentí calor. Mucho calor. ¿Qué pasa?

Arriésgate. Repitió. Sueña con tener sexo con él. Es tu deseo. No lo pierdas.

Mierda. Pensé. No podía llevar el control del sueño. Me ladeé para verlo a él, dormido a mi lado en esa inmensa cama. Se sentía tan real.

El calor que sentía no cesó. Me quité la ropa sin pensarlo. Llevaba un sencillo pijama. Quedé en ropa interior. Y cuando estaba decidida para besarlo y despertarlo todo se desvaneció.

Oscuridad.

Pisadas.

Muy fuertes.

El suelo tiembla. Las pisadas retumban. Un sudor frío cubre mi espalda. No llevo ropa. No sé dónde estoy.

Había árboles enfrente mío. Y un titán.

Me giré.

Sangre. Cadáveres. Los reconozco a todos los cuerpos. Mis compañeros. Jean. Sasha. Connie. Armin. Mikasa. Eren. Christa. El capitán Levi. Y las caras reconocidas siguen.

Me dejé caer de rodillas sin contener las lágrimas. El titán me mira pero me da igual. Me encojo. El titán me coge y me acerca a su boca.

Antes de tirarme en su interior vuelvo a estar en la cama de antes. ¿Un sueño dentro de un sueño? Pensé. El sentimiento de miedo no se va. Jean, me abracé a él y abrió los ojos. Pero al instante de tocarle no sentí afecto, no sentí algo suave y cariñoso. Sentí lujuria. Me inundaba. Tenía calor. Me consumía y me ciega de todos los pensamientos. Nisiquiera seguía consciente de que estaba teniendo el sueño más extraño de mi vida.

Él no llevaba ropa. Y yo no sé en qué momento dejé de llevarla toda.

Tenía la piel de gallina, la entrepierna empapada y mis pensamientos son eran más lascivos que he tenido nunca.

Me besó con pasión. En el cuello. En los pechos. En la barriga. Gimo. Repetidas veces. Sentí que con cada toque me iba a correr. Su lengua pasó entre mis pliegues y vi el cielo. Al cabo de un tiempo indefinido me corrí. Nunca me había corrido tan rápido. Él entró en mí y gemí en sus labios.