Con su bastón tantea el césped de su universidad, a veces recibía ayuda de alguien pero Jimin al ser inteligente, se memorizó cuántos pasos es a cada lado. Ser ciego no le impide seguir con sus actividades y menos estudiar muchas cosas, a él le gusta valerse por si mismo y solo recibe ayuda cuando de verdad lo necesita. Como ahora, que al no ver, no se dió cuenta que un balón de fútbol le caería en la cabeza, pero antes que suceda eso, unas manos atrapan el balón impidiendo que le caiga a Jimin. Él solo escuchó ruido cerca, así que se quedó estático.
— ¿Hola? — susurró Jimin curioso, pues sentía una presencia a su lado que respira entrecortado como si hubiera corrido una maratón.
— Hola, casi te cae un balón de fútbol — explicó quién desde unos metros vió al chico ciego y al balón que iba en su dirección.
Jimin se estremeció ante esa voz tan perfecta para sus oídos que deseo ver al dueño.
— Lo sentimos, Jimin —unos jóvenes se acercaron apenados.
Que sepan su nombre, no sorprendió a Jimin. Es el único ciego ahí y con un bastón en mano, es fácil reconocerlo.
— No me pasó nada, de igual manera tengan más cuidado que pueden lastimar a las personas — dice Jimin esbosando una sonrisa cálida.
Los jóvenes se disculparon una vez más y se fueron, Jimin oyó un suspiro a su lado y recién se acuerda del muchacho que lo salvó de un golpe.
— Muchas gracias, ¿Puedo saber tu...?— dijo Jimin tímido en saber el nombre de su salvador.
Ese mismo, se dió cuenta de inmediato que Jimin quiere saber su nombre.
— Jeon Jungkook, soy recién ingresado— se presentó y sus ojos analizan las expresiones de Jimin.
— De nuevo, muchas gracias Jungkook.— alza una mano y la extiende sin saber dónde esta parado el mencionado pero su mano es bien recibida — Me llamo Park Jimin, y ya te habrás dado cuenta que soy ciego— añade sin ninguna pizca de nervios.
Jungkook sonríe por el valor del chico y por lo fuerte que es en muchos aspectos.
— Eres increíble— susurró Jungkook maravillado y sin dejar de ver al chico.
Al ser ciego, Jimin entrenó sus oídos y escucha los suspiros en alto volúmen, el susurro de Jungkook lo oyó perfectamente y se sonrojó por esas dos palabras. Ese leve rubor que apareció en las mejillas de Jimin, cautivaron a Jungkook quién no podía dejar de ver a esa preciosa persona.
— ¿Estás apurado? ¿Podemos tomarnos unas malteadas y conocernos? —un poco nervioso, pero Jungkook hace su intento de invitación, esperando no ser rechazado.
El cuerpo de Jimin, se tensó. Y es la primera vez que alguien de la universidad, aparte de sus amigos, lo invita a tomar unas malteadas y mejor aún, a conocerse. ¿Es lastima de su parte? Pensó Jimin. Debía desconfiar porque él puede ser fuerte pero no toleraría ser parte de alguna broma, apuesta o humillación. Solo le pasó dos veces desde que entró a la universidad, pero esas invitaciones las rechazó porque no le inspiraron confianza y tuvo como presentimientos malos. En cambio ahora, tiene una corazonada pero no es negativa, tuvo el impulso de aceptar conocer a ese chico, llamado Jungkook. Es un riesgo que debe tomar y por eso aceptó la invitación.
— No estoy ocupado.—responde Jimin y sus pies se mueven jugando el uno con el otro— Mis amigos están en la biblioteca y procedía a pasear un poco hasta que ellos terminen de estudiar —contó aunque eso no fuera necesario —. Acepto las malteadas y por supuesto, conocernos más...— al decir las dos últimas palabras, Jungkook se emocionó e hizo unos gestos de felicidad que Jimin no pudo ver.
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Escucha, mi voz || Kookmin OS.
FanfictionUn chico agradable, inteligente y positivo algunas veces a pesar de no ver los colores de la vida. Ese es Jimin, ciego desde los dieciseis años debido a un accidente. Su vida es normal como la de cualquier otro pero le faltaba algo, el amor de su v...