5

840 107 9
                                    


5-Chocolate + ácido

Cw: náuseas y vómitos

..............................

Sweet, sweet Valentine

Tootie observa la caja de chocolates colocada cuidadosamente en su escritorio, caja que no estaba ahí cuando salieron al receso y de la que nadie más se había percatado al entrar al salón; parpadea un poco sorprendida pues nunca le habían dado chocolates en San Valentin, ni siquiera sus padres; algo dudosa toma la nota sobre la perfecta caja en forma de corazón, abriéndola con cuidado para descubrir quién la envió. Jadea sorprendida alzando la vista rápidamente para asegurarse de que nadie más la haya escuchado antes de volver a ver el papel en sus manos leyendo una y otra vez la nota.

''No los comas hasta la salida, quiero compartirlos contigo. – T''

''Timmy me envió chocolates'' piensa sonriendo ilusionada mirando hacia el asiento del castaño, quién golpea suavemente su lápiz contra su cuaderno mirando por la ventana con la mirada perdida ignorando a la profesora. Ríe suave para si misma doblando la tarjeta y guardándola cuidadosamente dentro de la caja de los chocolates, escondiendo esta rápidamente en su mochila antes de que alguien note lo que está sucediendo.

El resto del día le pasa volando, perdida en su emoción se perdió gran parte del contenido de sus clases, pero eso no es importante para ella. Se siente prácticamente caminando sobre las nubes cuando la última campana del día suena, por desgracia no compartía esa clase con Timmy aunque es irrelevante pues se verán pronto. Abraza su mochila con fuerza cuidando de no aplastar la caja de chocolates y sale de su salón caminando rápidamente a la salida, controlando de no empezar a correr para no llamar la atención sobre sí misma.

Una vez fuera se pone a un lado balanceándose sobre sus talones mirando alrededor a la espera de Timmy, pero cuando este no aparece y el lugar empieza a vaciarse empieza a considerar que tal vez fue una broma cruel por parte de alguien que quería humillarla en ese día tan especial con algo tan obvio como su amor por Timmy, amor que nunca se molestó en ocultar, aunque en su niñez el chico la rechazó más de una vez. Sus ojos se llenan de lágrimas y está por empezar el camino hacia su hogar cuando nota una mancha rosa pararse a su lado, parpadea rápidamente y se gira jadeando sorprendida al ver a Timmy mirándola con una sonrisa tímida.

—Lo siento, Francis logró meterme en el armario del conserje —explica su tardanza jugando nerviosamente con el borde de su inseparable gorra rosada—. Pensé que podríamos comerlos en el patio trasero, ¿sí?

—Yo... yo... sí, sí claro, donde quieras ir Timmy —responde emocionada chillando cuando el joven toma su mano para guiarla alrededor de la escuela hacia el patio trasero.

A diferencia de la escuela primaria, el patio no tenía rejas que limitaran a los estudiantes por lo que inevitablemente colindaba con un grupo de árboles que antes pertenecieron a un bosque pero que ahora no son más que los remanentes de este formando un pequeño parque luego de que una compañía los derribara para hacer un estacionamiento para un centro comercial. Tootie por supuesto no está pensando del todo en eso, su mente es un madejo de gritos internos y pensamientos incontrolables sobre lo que pasará luego de que ella y Timmy terminen la caja, pensamientos que van desde que el joven tal vez le pida ser su novia hasta cosas más de adultos que pudieran hacer ahora que están solos.

Sale de su ensoñación cuando Timmy la jala suavemente para que se siente a su lado, notando por fin que terminaron más cerca del pequeño parque que del patio trasero, con árboles alrededor de ambos ocultándolos de la vista de cualquier ojo curioso que esté aún en la escuela y mire con detenimiento el patio. Su corazón se acelera sin escuchar lo que Timmy le está diciendo mientras el joven le quita la mochila para sacar los chocolates de esta; perdida en sus fantasías de porque están sentados justo en ese punto ciego no nota como el chico toma la nota del interior de la caja doblándola cuidadosamente y guardándola en su propio bolsillo antes de colocar la caja entre los dos.

Sweet, sweet ValentineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora