➢ᴊᴀᴄᴋ ᴄᴏɴᴡᴀʏ

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🎈Amor no correspondido.

POV's Narrador.

En la ciudad de Los Santos reinaba una chica llamada Lissa, la chica hizo todo a su alcance para lograr estar al nivel del superintendente de la ciudad. Aunque no fuera el mejor camino para llegar.
La chica estaba loca, de tantas atrocidades, delitos y bajas que había cometido, básicamente tenía el poder en el otro lado de la moneda. Quién se metiera con ella, le metía un disparo entre ceja y ceja.
Estaba obsesionada con el rey de la ciudad, Jack Conway, sin embargo, este no le hacía mucho caso, solo se sabía que quería matarle, para que dejasen de caer sus agentes y civiles.

Sin embargo, la chica parecía un fantasma que solo aparecía cuando se le antojase. Y eso molestaba al superintendente y a sus subordinados, incluyendo a sus comisarios.
Una vez unos oficiales cacharon a la chica, pero, se llevaron un tiro por parte de sus subordinados.
Eso era lo que pasaba cada vez que le agarraban, desaparecían agentes de la ciudad durante meses y luego se iban tres metros bajo tierra.

Eso ya le estaba cansando a Jack, y haría lo que fuese para torturarle hasta matarla.

-¡Jack, amor mío!- La chica hablaba con emoción hacía su negociador.

-Hija de puta... Hoy si te mueres.

-Ay no digas eso, Jacky!

La chica parecía la puta Harley Quinn y él el jodido Joker, aunque no tuviesen el "amor" que estos tenían.

-¿Que quieres?- Pregunto con fastidio.

-A ti, en mi cama. Pero, ahora vengo a negociarte a estos guapetones.

-Sácalos a todos, te doy lo que siempre pides.

-¡Muchas gracias amor!

-Ni amor ni pollas, sácalos ya.

Los cuatro rehenes salieron y la chica también, se monto a la moto rosa con caritas sonrientes. Tomo su pistola que la tenía guardada entre sus pechos y disparó hacia el cielo, dando la señal de que la persecución empezaba. Al principio parecía fácil agarrarla, pero, de repente se esfumó de la vista de los agentes, todos maldiciendo por lo bajo a tal acontecimiento. La moto era mucho más rápida que las merys.

Después de ese día, la chica desapareció de la ciudad durante unos 2 meses, pero, como siempre, volvía a por Jack. Se había rendido de todos los intentos, llevaba dos años intentando conquistar al hijo puta del superintendente, pero, este estaba aferrado a su pasado.
Todo el esfuerzo que había hecho para convertirse en la reina de la ciudad, era para conseguir el amor de Jack, sin embargo este nunca llego. La chica paso de ser una simple civil, que no mataba ni una mosca, a ser la segunda al mando de la ciudad.

Apareció en comisaría con una bengala de humo de color rojo, para llamar la atención del superintendente y sus agentes. Todos llegaron, cómo había previsto.
La chica tomó una banderita blanca, en señal de que se rendía.

-¿Es en serio?- Preguntó sarcástico uno de los agentes del superintendente.

-Cállate, hijo de puta.- Le mando a callar la chica.

-Te rindes, así como así?- Pregunto el superintendente.

-Como mis últimas voluntades, quiero que mi muerte sea rápida y un beso tuyo.

-¿A que se debe todo esto?

-No hablare frente de ellos.- Respondió Lissa, hacía el superintendente.

-A la sala de interrogatorios.- Ordeno, mientras esposaba a la chica y la escoltaba hasta allí.

-¿Que te hizo cambiar de parecer?- Pregunto el superintendente, a su lado se encontraban los dos comisarios.

Gta Roleplay & Streamer's Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora