La luna brillaba con todo su esplendor, reflejándose su luz sobre las calmas aguas de los ríos de Yunmeng.
Más allá del muelle principal de la secta Jiang, en un pequeño afluente del río y a los pies de la casa de invitados del Clan Jiang, una pequeña flor de loto estaba viendo con entusiasmo al joven maestro que se encontraba admirando el pequeño estanque en la cual la flor de loto se hallaba.
El joven en cuestión no era nadie más ni nadie menos que el segundo maestro del clan Lan, que había venido junto a su tío y su hermano mayor para discutir asuntos políticos con el clan Jiang.
Lan Wangji observaba el paisaje, sin saber que era observado por una pequeña y curiosa flor de loto.
Dicha flor no era como cualquier otra, su tono era más rojizo y con el pasar de los años había absorbido energía espiritual y adquirido consciencia.
En otras palabras, había obtenido una esencia, un alma, y por consecuente, podía sentir como aquellos ojos dorados penetraban su espíritu cada vez que volteaba a su dirección.
Esa pequeña flor de loto, cuya conciencia y espíritu reside en el lago al pie de la secta Jiang, respondía al nombre de Wei Ying. Aunque no podía comunicarse con los humanos, y no había nadie que pudiera llamarle por su nombre todavía. Pero vagamente recordaba a aquella mujer embarazada¹, que hace años había residido en esa misma habitación y acariciaba su pancita mientras le decía a su pequeño bollito que ese sería su nombre, desgraciadamente esa misma noche perdió a su hijo y sus lágrimas de dolor se mezclaron con la sangre que salía de su entrepierna, manchando los pimpollos de las flores de loto.
El recuerdo lo desoriento un poco, y no se percató de una segunda presencia al lado del joven de ojos dorados.
El recién llegado tenía un rostro muy similar, pero sus ojos eran de un color ámbar oscuro. —Wangji, ¿Por qué aún estás despierto?
Wei Ying observó atentamente a ambos hermanos, ambos emitían un aura muy calma.
—Las flores de loto...– Lan Wangji lo miro fijo un par de segundos, y Wei Ying sintió que su espíritu abandonaría hasta el último pétalo de su cuerpo. —Se ven especialmente hermosas esta noche.–
Wei Ying sintió que sus pétalos se volvían más rojizos a medida se ruborizaba, ¡Su pequeño y sensible corazón de loto no esta hecho para escuchar ese tipo de palabras!
El otro joven sonrió suavemente. —Este pequeño jardín de lotos es hermoso sin duda, la primavera apenas a comenzado y han florecido en su mayoría. Pareciera mágico, casi hasta podría decirse que se siente cierta energía espiritual en el ambiente.– Hizo un pequeño gesto con la mano que Wei Ying no entendió, y de la punta de sus dedos una tenue luz azul rompió la oscuridad de la noche. —No hay energía maligna, así que no será dañino para ti si deseas meditar junto a las flores de loto. Al contrario, creo que te ayudará.–
Lan Wangji asintió levemente, Wei Ying solo podía seguir el movimiento que su túnicas blancas hacían mientras él sacaba su guqin. —Falta poco para las nueve.– Su comentario hizo reír levemente al otro, quien solo hizo un gesto con su mano mientras se retiraba.
Lan Wangji se arrodilló frente a las flores de loto y tocó una canción que el espíritu de la flor de loto no podía reconocer, parecía casi una canción de cuna; Pero como no tenía experiencia alguna en las artes humanas, solo podía interpretar las energías que esta canción desprendía.
Tranquilidad, y un calor materno distante que apenas puede recordar sobre sus pétalos.
El joven toco un par de canciones más, y cuando terminó guardo su guqin y se marchó sin más.
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[憶紅蓮] Reminiscence of the Red Lotus [忘羡 | Mpreg]
FanfictionSacrificando años de su cultivo y energía espiritual, una pequeña flor de loto se convierte en apuesto y joven humano para estar junto al hombre del cual se enamoró. Sin embargo el tiempo corre, y la pequeña flor de loto sabe que al llegar el invier...