Capitulo 46

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Narra Sarah.
Me quedé un rato más hablando con Davina, luego me fuí hacia casa.

Elijah: Sarah, Damon dejó dicho que ya encontró a Katherine.

-Vaya, fué rápido.

Elijah: ¿Para que la busca?

-Alguien del aquelarre géminis convirtió a Elena en la bella durmiente y ya sabes.

Elijah: Que perturbador.

-Creo que necesito drenar a 3 personas para liberar está tensión que tengo.

Elijah: ¿Has hablado con Klaus?

-No, ayer quería hablar conmigo pero no me sentía bien.

Elijah: El embarazo de Hayley crece demasiado rápido, al parecer ese bebé tiene mucho poder.

-Que bueno, ¿Dónde está tu novia?

Elijah: Creo que salió a dar un paseo.

-¿No querrá ir a drenar personas conmigo?

Elijah: Ella toma sangre de bolsa, no le gustan esas cosas.

-Que aburrido, Kol está muerto, Rebekah a kilómetros de aquí, tu eres el padre responsable y Niklaus no me habla.

Elijah: Vez a soltar esa tensión en algún callejón encontrarás personas.

-Ya casi oscurece, eso haré.

Elijah: Cuídate de que no te maten.

-Nos vemos luego Elijah. -dije y salí de ahí, necesitaba encontrar mínimo unas 2 personas, estos días solo he bebesito sangre de bolsa y créanme que es desagradable. Deambule por la ciudad un poco más esperando a que oscureciera, cuando lo hizo, entré a un callejón y para mí buena suerte había un chico y una chica, los hipnoticé a ambos para que no hicieran ruido y empecé drenando al chico, se sentía tan bien liberar toda esta presión, lo solté en el piso ya muerto. Tomé a la chica e hice lo mismo hasta dejarla sin una gota de sangre. Hasta que todo lo bueno terminó, apareció Niklaus a velocidad vampírica y me acorraló en la pared.

-¿Que quieres Klaus?

Klaus: ¿En serio soy Klaus para ti?

-Desde hace dos meses te volviste Klaus, está mierda de ciudad te volvió Klaus.

Klaus: ¿Que haces drenando a estás personas? Es mi ciudad.

-Deja de darme charlas ahora, ¿Me puedes soltar?

Klaus: No, Necesito que me escuches. -Se acercó más a mi.

-No lo intentes. -Sabia que quería besarme y si lo hacía yo no podría controlarme, se sabía mis puntos débiles.

Klaus: Solo quiero que me escuches. -Besó mi cuello y volvió a mirarme a los ojos.

Klaus: Mirame a los ojos, si aún puedes ver a Niklaus ayúdame, todo esto me está agobiando, lamento por hablarte así, pero no quería que te enterarás de lo de Hayley y por eso te pedí que te fueras, he Sido un estúpido todo este tiempo y no merezco que me perdones. -Seguia mirándome a los ojos, por unos minutos se dejó ver el "Niklaus" que tanto quería y desapareció todo rastro de "Klaus" el frío, intimidante y sin sentimientos.

-Mierda Niklaus, ¿Por qué me haces esto?

Klaus: Voy a enloquecer si sigues pasando por mi lado sin decirme Buenos días. -se volvió acercar más a mi.

-No te acerques mucho. -Dije porque si me besaba ya no había vuelta atrás, este hombre definitivamente es mi debilidad.

Klaus: Déjame recompensarte lo mal que me porte. -dijo ya muy cerca de mi, solo nos separaban milimetros, respiré profundo y el acercó sus labios lentamente a los míos, juro que esta es una de las mejores sensaciones que hay en el mundo. Niklaus juntó nuestros labios en un beso lento pero con ganas, extrañaba esto, extrañaba a Nik. Se separó de mi.

Klaus: Te prometo que haré lo que sea para no perderte. -dijo aún a centímetros de mi rostro.

-Eres mi jodida debilidad, Niklaus Mikaelson.

Desde El Principio De Los Tiempos - Klaus Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora