Lara.
Me costaba a veces despertar, pero era lo que más quería. Lo que más deseaba y después de una pesadilla, luego de soñar con Jeremi lo último que quería era quedarme otro rato más en la cama.
Hoy era libre, un día menos o un día más. Mi vida seguía igual.
Iba por el pasillo del Cómodo apartamento cuando escuché la discusión que tenía Ana por el teléfono.
—Solo no entiendo porque te sigue escribiendo, acaso no entiendes que me molesta.- sonaba alterada.
Comprendí rápido que era una discusión con Jhon.
—Como digas de verdad, no quiero saber más nada del tema. Nos vemos más tarde.
Seguí caminando y la conseguí en la cocina.
—Que paso esta vez?.- mi amiga estaba volteada distraída con el sartén de la cocina mientras volteaba su tortilla con la espátula.
—Le sigue escribiendo la tonta esa amiga de Blair y el como siempre de amigable no puede ponerla en su lugar.- boto un suspiro largo.
—Pense que el día de la fiesta de la disco lo había entendido, lo dejo más que claro que te ama solo a ti Ana. No hace falta más.- Anastasia respiro profundo y se calmo.
Mi amiga no era celosa, pero si le gustaba que le dieran su lugar.
—Hoy tenemos una invitación en la noche, es para una pelea de esas callejeras de los chicos de la facultad.-
—Por favor, solo dime qué no peleará Santiago.- fue lo primero que dije.
—Para que mentirte? Sabes que el obviamente estará ahí.- ya no podía nadar en contra de la corriente.
Todos los lugares me unían a el.—Bueno, tendré que aceptarlo.
—Anoche por qué subiste tarde a la casa? Acaso te perdiste abajo? .- Anastasia me miró y arqueo su ceja.
claro que supo cuando llegue, ella reconocía el sonido del Ferrari.
Así de loca a veces era.
Tome el café que se posaba al frente de mi y no respondí.
—Estabas con el, verdad? Bueno sabes que, mejor no respondas. No hace falta confirmar lo que es obvio.
¿Que?
Así de espía era mi amiga, se conocía hasta el sonido del carro de Santiago.
Pero tenía que ver algo más, de seguro se había asomado por el balcón para ver si los carros estaban estacionados.
—Solo nos sentamos a hablar en el parque, pero fue más una discusión que hablar Ana. Además me lo conseguí en el mismo lugar donde fui a comer con Jessica.
Hice una cara de fastidio, como era posible que estuviera en todos lados.
—Y con Blair. Desearía a veces no existir en el mismo mundo que Santiago.- era mi deseo más profundo.
Mi conversación con Santiago lejos de ser una conversación civilizada. Había Sido la más tranquila y extraña.
El se notaba diferente.
—A veces desearía que ustedes dos notarán lo que es obvio.
Arrugue el ceño.
—No entiendo.-
Que quería decir?
Anastasia era la que no entendía como tal mi relación con Santiago y tampoco sabía toda la historia y todo lo sucedido.
—Y tampoco te lo voy a explicar, ahora simplemente come lo que te prepare. Por cierto quiero hacer una piscinada para el domingo y celebrar que terminamos las pruebas de la universidad.
—Sabes que no soy mucho de piscinadas.
—No importa, igual me ayudarás.
Nota:
Holaaa, después de un mes regrese. Había estado un poco ocupada con trabajo pero volví con las pilas recargadas para seguir con esta maravillosa historia.
Sigan disfrutandola y sigan recomendadola.
Xoxo.
ESTÁS LEYENDO
Aléjate o déjate llevar
Teen FictionLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...