Hola mis dioses ^^, aqui Kimera con una nueva historia para ustedes, cargada de amor, tristeza recuerdos buenos y malos, un lote de nostalgia y mucho lemmon 7w7, bueno sin mas espera los dejo disfrutar de esta bella historia [aunque este mal que yo lo diga]
[Antes]
- Meliodas, no corras tan rápido - ay - decía con la respiración agitada de tanto correr para alcanzar al rubio, pero en el intento se resbalo y cayo en la arena.
- Vamos Liz, una carera hasta la cabaña - decía el rubio sin notar lo que le había sucedido a la peli roja.- eh, oh Liz estas bien, perdón no me di cuenta - este al notar lo que sucedió se detuvo para extenderle la mano a lo cual la peli roja respondió tomándola y cuando ya se encontraba parada se sacudió tratando de quitar la mayor parte de arena que pudiera, pero no sirvió de mucho
- oye, ven acércate - dijo el rubio señalando en dirección al agua.
- que pretendes hacer demon - la peli roja estaba desconfiada puesto que conocía al rubio demasiado bien como para saber que no tramaba nada bueno.
- vamos, no are nada malo - no era cierto.
- ash, bien - la pequeña niña [no tan inocente ni buena] se acerco al agua y al ver que el rubio no hacia nada se confió de que le haría ninguna broma.
- BOOO, jajajaja - el rubio había espero a que la peli roja se distrajera para asustarla haciendo que esta se cayera al agua.
- AHHH MELIODAS GRANDICIMO HIJO DE BURRO - esta estaba roja por el coraje que había tenido el rubio al "tirarla" al agua
- oh ou, a correr - dicho esto disparo corriendo por la orilla de la playa salpicando toda la cara de la peli rojo haciendo que se enojara todavía mas.
- YA VALISTE VERGA DEMON - dicho esto se dispuso a perseguir al rubio por toda la playa y al encontrarlo se quito su sandalia y se la estampo en la cara dejando le una marca.
[mas tarde]
Dos niños se encontraban sentados en el porche de una cabaña viendo el sol ocultarse entre las olas del mar en un hermosos atardecer pintado por tonos hermosos de naranja y rosa que combinaban perfecto que el agua cristalina de la playa.
la peli roja se encontraba sentada al lado del rubo con su cabeza recostada sobre su hombro eh inconscientemente con las manos entrelazadas y sonrisas que solo pueden ser de tontos niños enamorados.
Todo era silencio, pero no uno incomodo sino todo lo contrario, era un silencio cálido y pacifico, cargado de emociones que solo se pueden demostrar mediante acciones y no palabras, y para rematar tales sensación las vistas al hermoso mar y el olor a este que combinado con el dulce aroma a rosas que la peli roja poseía hacían una experiencia perfecta para ambos.
- Liz, hay algo que quiero decirte - al decir eso el rubio rompió la burbuja perfecta e la que encontraban haciendo que la peli roja se enderezara y lo mirara a los ojos.
- que cosa demon - dijo curiosa.
- L-liz, tu-tu mm-e mme - el rubio se encontraba tan nervioso que le costaba hablar y el simple echo de decir "gustas" lo aterraba, y si decía que no era correspondido, pero de todos modos respiro hondo y trato de decirlo sin rodeos - Liz, hace mucho tiempo eh querido decirte que me gustas - tras decir eso la peli rojo se quedo sorprendida pero cuando estaba apunto de responder este la cayo con un casto pero dulce beso en los labios el cual hizo que su corazón palpitara de tal forma que sentiría que en cualquier momento se saldría del pecho. Al separase meliodas le sonrió de una manera que solo los ángeles lo podrían hacer
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Taboo
FanfictionMeliodas Demon, un hombre de familia que tiene todo lo que un hombre puede pedir, una hermosa mujer con la cual paso grandes y hermosos momentos, tuvo un hijo y una hija y con la cual desea pasar el resto de su vida pero un lindo y a la ves doloroso...