TAN ENAMORADOS

Capítulo 2 Conversaciones

El cuartel se prepara para irse con Armando y Freddy, y Nicolás decide cumplir con el pedido de Betty, al fin y al cabo, él y Betty son como hermanos y si ella está feliz después de tanta tristeza y sufrimiento, no será la decepción con Peliteñida. que lo impedirá celebrar este momento. Además, Betty se quedó en Bogotá, siguiendo al presidente de Ecomoda y a él como vicepresidente financiero.

-¡Listo, celebremos!

Solamente Wilson se queda en su puesto, ya que está cubriendo el día libre del otro guardia. Él también formaba parte del grupo de amigos, pero la reconciliación no era algo planeado, no había indicios de que la noche fuera de celebración y no de tristeza. No había forma de que Wilson pudiera ir con ellos y dejar Ecomoda sin un vigilante o portero para ayudar al guardia de seguridad.

El marido de Bertha llega. Nicolás lleva a Freddy y Aura María, Armando y Betty llevan a Inesita y Sandra, Bertha con el marido llevan a Mariana. Sin embargo, el marido de Bertha no puede quedarse com ellos, pues tiene que cuidar a los niños, promete, entonces, buscarla después.

En eso club nocturno, aunque algunas canciones son un tanto paradas para lo que están acostumbrados, las parejas aprovechan para bailar juntitos y Betty pisa varias veces el pie de Armando, que la sonrie.

-Lo siento, doctor! Ya sabes que no soy buena para eso!

-Ah, mi Betty, No te imaginas cuanto extrañé esos pasos en mis pies-suspiró Armando

(Ella se ríe tímida. Y los dos se la pasan bailando y besándose.)

- ¡Ay, esas canciones que le gustan al Doctor Armando no dan para bailar por mucho tiempo!

-¡Aura María, por Dios! ¡Que se comporte bien! ¡Él y Betty están juntos y felices! - reprendió Inesita

-¡Mi reina, mejor que sea así, pues podemos estar juntitos uno con otro y otro con uno en la pista! -dijó Freddy

- ¡Pronto empezará la salsa! ¡Bien que a mí me gustaría que un alemán alto de dos metros viniera aquí sacarme a bailar! -suspiró Sandra

-¡Mira lo enamorados que están nuestros doctores! -suspiró Sofía

-¡No se sueltan por nada! -dijó Bertha

-También, ¿Quién dejaría de besar un bombón como Don Armando? -mirándolos Sandra

- ¡ ¡Ni en sueños!!

- ¿Podemos pedir más comida? -Bertha, aún com hambre

- Don Armando dijo que nos pusiéramos cómodos y pidiéramos lo que quisiéramos. -respondió Sofía

-¡Ay, Don Armando es otro hombre!

-¡Quién diría que una del cuartel de las feas iba a arrebatar el corazón justo de Don Armando! -riendo Sandra

-¡Él nunca miró a una chica común, imagínate a una de las feas! -comentó Mariana

-¡Y todavía una fea como era Betty! -riendo Bertha

-Y se enamoró de ella de todos modos. (Sandra)

-Nunca había probado una fea, cuando probó... (Bertha)

- ¡Se la lamió todo! -Aura Maria gritó, agitada

-¡Aura Maria, por Dios! ¡Chicas, compórtense! -Reprendió Inesita entusiasmo de sus compañeras

Durante la charla Nicolás se queda bebiendo, siendo aconsejado por Inesita, después se queda conversando con Mariana y Sandra.

-Pronto te olvidarás de la peliteñida y te buscarás una buena chica.

- Ojalá fuera fácil, pero... Patty lo es todo para mí. Pero para ella sólo soy un coche, un talonario, un celular...

-¿Pero usted no sabías que ella era así?

- Sí. Pero pensé que ella podría cambiar... cómo cambió el cabezón con Betty.

- Don Armando, a pesar de que a menudo parece loco, descontrolado, gritón, incluso a Betty, pero siempre la cuidó y la defendió incluso contra su familia. -comentó Sandra

-¡Siempre fue diferente con ella, incluso cuando no la notaba como mujer! ¡Nunca lo vi defendiendo ni a la dueña Marcela como defendía a Betty!

-¡ Lo sé! Lo sé! Ella hablaba . de eso Pero para mí, él sólo estaba jugando con ella!

-Las cartas ya decían, Nicolás, todo lo que iba a suceder, pero nunca pensamos que pudiera ser con Don Armando. -comentó Mariana

-¡Pues para mí estaba en la cara, siempre pensé que Betty estaba loca por el jefe! -comentó Sofía

-¡Sí, sólo ella para suspirar por él, mientras él gritaba! -dijó Sandra.

Todos ríen, menos Betty y Armando, que un poco lejos, son ajenos a todo, en un mundo privado donde solo están los dos.