Teen Love

Capítulo 11

Narra Jungkook:

Luego de contarle a Hyung lo ocurrido, le pidió a Taehyung que no me dejara solo, y a mí que asegurara bien todas las puertas y ventanas de la casa. Él se quedaría con Jimin y su madre.

A la mañana siguiente, mi rostro era similar al de un zombie. Casi no había podido dormir, ya que, cualquier ruido, hacía que bajara por las escaleras, con una escoba en mi mano, para averiguar de qué se trataba.

Durante el desayuno, ninguno dijo nada y solo nos dispusimos a terminar de comer y alistarnos para ir a clases.

Al llegar a la escuela, y luego de que Tae me dejara en mi salón, Jimin me abrazó y comenzó a preguntar por lo ocurrido.

- La verdad...todo estaba en su sitio. – Hablé con la mirada fija en mi mesa. – No pareciera que alguien hubiera logrado entrar... - Y era cierto. Junto a Tae, habíamos revisado cada rincón de la casa y no logramos encontrar ningún rastro o pista de que alguien pudiera haber estado dentro.

- ¿C-crees que el...?

- ¿Mintió...? – El de mejillas rellenas asintió. – La verdad no lo sé...tal vez solo lo hizo para asustarme, pero no me quiero confiar.

- Hy-Hyung estuvo algo preocupado... - Asentí y la conversación quedó ahí, cuando el salón comenzó a llenarse.

- Hola Jimin. – Taemin lo saludó sonriente. – Ayer olvidé devolverte tu diccionario. – Habló entregándoselo. – Gracias por prestármelo.

- N-no te preocupes... - Susurró mi amigo y guardo el pequeño objeto en su mochila.

- Buenos días chicos...por favor, saquen sus libros y vallan a la página 55. – Suspiré e hice lo encargado...hoy sería un largo día.

Narra Taehyung:

Cuando entré en mi salón, varios chicos ya se encontraban allí, pero el de mi interés, aún no había llegado. Al sentarme en mi banco, Jisso apareció y me saludó alegre.

- ¿No pudiste dormir?. – Preguntó algo preocupada.

- Algo así, digamos que no fue una linda noche. – Respondí con la mirada en la puerta del salón.

Ella no dijo más y ambos nos sumimos en un silencio. Mi mandíbula se tensó cuando Baek atravesó la entrada con una sonrisa de oreja a oreja, mientras que detrás de él, Xiumin venía con la mirada gacha.

Estuve a punto de levantarme, pero el profesor llegó y la clase comenzó. El hombre mayor hablaba sobre el tema que correspondía, pero mi concentración estaba en el chico al otro lado del salón.

- ¿Porfesor?. – Su voz se escuchó, interrumpiendo al mayor. – ¿Puedo ir al baño?. – El hombre asintió y sin dudarlo hablé.

- Disculpe, no me estoy sintiendo bien, ¿me dejaría pasar a la enfermería?

- Vaya, pero si no mejora, creo que deberá regresar a su casa. – Asentí y me levanté, llevando mi mochila de paso.

Salí del lugar y caminé por los pasillos decidido, hasta llegar a los baños más cercanos. Al entrar, cerré la puerta y el chico frente a los espejos me observó divertido.

- Deberías haberme dicho que querías hablar conmigo, en lugar de estar acosándome con la mirada. – Su voz sonó despreocupada y cerré los puños.

- Habla de acoso, la persona que fue a la casa de MI novio a dejarle una nota sobrepasándose con él. – Siseé y el soltó una carcajada. - ¿Qué diablos es tan gracioso?

- El conejito asustado se ve demasiado tierno ¿no crees?... - Respiré profundo. – Me pregunto cómo se verá abierto de piernas en... - Sin aguantarme más, solté mi mochila y a paso rápido llegué hasta él, para seguido estampar mi puño en su cara, logrando que se trastabillara y callera al suelo. Sin dejarlo reaccionar, lo tomé de la camisa y lo pegué a una de las paredes.